El sol y el calor que trae el verano tiene numerosos beneficios para tu cuerpo, sin embargo estos dos elementos de la naturaleza pueden llegar a ser peligrosos para la salud si el deportista no toma algunas precauciones cuando sale a correr y realiza un determinado esfuerzo.
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Existen algunos métodos preventivos que cualquier runner puede poner en práctica, independientemente de cuál sea su forma física y preparación, para protegerse de los rayos solares y evitar una absorción excesiva de calor antes, durante y después de la sesión de entrenamiento. Te damos ocho consejos para que este verano puedas disfrutar corriendo, a pesar de las altas temperaturas.
Evita correr en las horas centrales del día
Si quieres evitarte posibles disgustos, olvídate de salir a correr al mediodía cuando el sol está en su cénit y la temperatura ambiente es máxima. Procura disfrutar del running a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde (antes de ir a trabajar o justo al volver). De esta manera no absorbes tanta energía durante el esfuerzo. Por otra parte, es recomendable que elijas recorridos preferiblemente con sombra como parques o bosques.
Hidrátate antes, durante y después del ejercicio
Independientemente de cuál sea la época del año, pero sobre todo durante la época estival, es fundamental que tu cuerpo esté bien hidratado antes, durante y después del ejercicio físico. No esperes a tener sed para reponer líquidos. Ingiere con regularidad pequeños sorbos de agua aproximadamente cada 15 minutos.
Vístete con prendas transpirables
Actualmente existe ropa de running específica para correr durante el verano altamente transpirable y amplia. La tecnología con la que se fabrican estas prendas deportivas facilitan en gran medida la evacuación del sudor y contribuyen a evaporar el calor de tu cuerpo.
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Aclimata a tu cuerpo al calor
Diseña un plan de entrenamiento para que tu cuerpo se vaya acostumbrando al calor del verano. Una buena época para empezar es la primavera, ya que poco a poco los días de sol va en aumento. La constancia es primordial para que el programa de entrenamiento de sus frutos.
Disminuye tu temperatura corporal
Antes de salir a correr durante la época veraniega puede ser muy recomendable que te des una ducha de agua tibia tirando a fría para bajar el sofocón tras la jornada de trabajo. Además, si durante tu sesión de entrenamiento de running tienes demasiado calor, cuando encuentres una fuente mójate la cara, la nuca y el pelo. Al finalizar el entrenamiento, no te duches de inmediato, la temperatura del cuerpo debe bajar progresivamente.
Protege tu cabeza y tu piel del sol
En esta época del año es -casi diría obligatorio- llevar una gorra para protegerse de los rayos solares y facilitar la evaporación o transpiración del calor corporal por tu cabeza. Por otra parte, el sol quema tu piel. Aplícate crema solar con un índice de protección elevado por tu cara, brazos y piernas unos minutos antes de salir a correr. Así mismo, sería también recomendable utilizar unas gafas de sol para proteger tus ojos.
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Calienta lo justo
A diferencia del invierno cuando las temperaturas son bajas, en verano tus músculos se calientan más rápidamente por la temperatura ambiente, por lo que la sesión de calentamiento puede ser de mayor brevedad.
Cuidado con los golpes de calor
No realices nunca sobre esfuerzos. Tanto el calor como la humedad son los primeros factores que provocan el aumento de la temperatura corporal. Náuseas, vértigos, dolor de cabeza o desorientación son algunos de los síntomas de un golpe de calor, pudiendo acarrear graves consecuencias sobre la salud del runner. Si notas alguno de estos síntomas, debes parar y buscar la sombra.
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