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¡Hola runneante! Hoy te vamos a enseñar a cómo respirar cuando corres... Seguramente uno de los aspectos que más preocupa a la gente que empieza a correr: cómo respirar. La respiración es, en nuestra vida diaria, un acto involuntario e inconsciente: ni podemos dejar de respirar aunque queramos, ni tenemos que estar constantemente pensando y dirigiendo el proceso.
Seguramente te preguntarás sobre la importancia de la respiración a la hora de calzarte las zapatillas de running y ponerte a correr. O es que tal vez ni siquiera te has parado a pensar en lo relevante que pueda ser nuestra forma de respirar en nuestro rendimiento y sensaciones en el momento en que corremos. Lo cierto es que una buena técnica de respiración va a ser fundamental para que nuestro cuerpo funcione de manera correcta.
Cuando corremos los requerimientos de oxígeno aumentan y necesitamos inhalar (y espirar, claro) más aire para poder suministrar a nuestro organismo el que necesita en cada momento. Y ahí es cuando surge la duda: por la nariz, por la boca, por ambas, el ritmo... te lo contamos continuación.
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¿Cómo respirar correctamente cuando corres?
Quien está acostumbrado a respirar solamente por la nariz sabe que llega un momento en que no es suficiente con el aire que es capaz de coger por las fosas nasales. Es decir, a ritmos cómodos podemos seguir una respiración nasal, pero cuando la demanda de oxígeno aumenta y necesitamos más, ¿Cómo seremos capaces de hacerlo?
Efectivamente, por la boca, usando nariz y boca es como conseguiremos introducir el aire necesario para el ritmo que llevemos de carrera siempre y cuando éste no sea muy elevado. Eso sí, recuerda que cuando estamos haciendo series o en la parte final de una carrera, trabajamos en un rango anaeróbico y, por mucho que queramos, vamos a estar con déficit de oxígeno y no vamos a poder inhalar todo el que necesitaríamos.
Es por ello por lo que encontrar y poner en práctica la técnica adecuada de respiración nos va a permitir, además de satisfacer las demandas de nuestro organismo en función de la intensidad de la actividad, evitar esa sensación de ahogo y agonía tan poco agradable que la mayoría de los runners hemos experimentado en alguna ocasión. Antes de despedirnos runneante, te vamos a enseñar una forma de respirar que, ¡seguro te ayuda para respirar más y mejor!
Prueba lo siguiente: al empezar el entrenamiento, intenta seguir la pauta de 1:1, una inspiración-una espiración y cuando, al aumentar el ritmo o el cansancio empiece a aparecer, pasa a 2:2 cogiendo y expulsando el aire tanto por la nariz como por la boca.
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