La tecnología está presente cada día en más esferas de nuestras vidas. Y el ámbito del deporte es un buen ejemplo de ello. En la actualidad existen multitud de dispositivos electrónicos asociados a la práctica de la actividad física: desde smartphones con apps para running o fitness, pasando por pulseras de actividad o pulsómetros capaces de monitorizar tu frecuencia cardíaca en tiempo real.
Estos relojes deportivos han sufrido en las últimas décadas una evolución espectacular, incluyendo prestaciones cada vez más avanzadas como el GPS que permiten saber con exactitud la distancia recorrida, el ritmo medio o la velocidad de carrera. Sin embargo, su principal funcionalidad para la que fueron y siguen siendo diseñados es para medir el ritmo cardíaco del deportista. Gracias a esta útil herramienta puedes realizar ejercicio físico de manera segura, llevar un exhaustivo control de tu corazón en tus sesiones de entrenamiento y lograr un plus de motivación.
Si quieres saber qué debes tener en cuenta a la hora de comprar un pulsómetro, sigue leyendo porque a continuación te ofrecemos una serie de aspectos que deberías conocer para que tu compra sea lo más satisfactoria posible.
Fijar un presupuesto
De todos los aspectos a tener en consideración, que duda cabe que este es el más importante. El rango de precios que puedes encontrar en el mercado es bastante amplio. Para que te hagas una idea mejor, tienes pulsómetros por 20 euros, cuya calidad y fiabilidad son bastante cuestionables, hasta los casi 500 euros de un tope de gama.
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Dentro de ese amplio abanico de precios tienes pulsómetros de gama media y de calidad contrastada con un buen número de prestaciones y seguramente capaces de satisfacer tus necesidades deportivas. Un pulsómetro de gama media puede rondar perfectamente los 150 o 200 euros. Su vida útil suele ser parecida a la de un reloj deportivo, están diseñados para darles un uso intensivo, soportar la humedad y resistir algún que otro golpe de vez en cuando.
Uso o finalidad
A medida que la tecnología avanza y los usuarios demandan determinadas necesidades, los fabricantes de pulsómetros van segmentando sus nichos de mercado, de tal manera que diseñan dispositivos más específicos para cada disciplina deportiva. Por ejemplo, existen pulsómetros para running, fitness, ciclismo, triatlón, outdoor, etc.
- Los pulsómetros para correr suelen incluir acelerómetro y GPS para medir la distancia recorrida, la velocidad y el ritmo medio de carrera. También incluyen funciones útiles como la posibilidad de programar distintas zonas de entrenamiento en función del número de pulsaciones.
- Los pulsómetros para ciclismo, además de realizar mediciones relativas a la velocidad, distancia, etc, incorporan la opción de acoplar determinados accesorios para medir la potencia y la cadencia de pedalada.
- Los pulsómetros para fitness incluyen la posibilidad de fijar objetivos determinados, consejos de entrenamiento para tener una motivación extra, medición del consumo energético por áreas de entrenamiento, incluso diseñar tú mismo un plan de entrenamiento personalizado con series, repeticiones, etc.
- Los pulsómetros para triatlón cuentan con altas prestaciones deportivas y tecnológicas para satisfacer las exigencias de aquellos aficionados a distintas disciplinas deportivas como running, ciclismo, natación o para los más intrépidos exploradores de la montaña. Además de las funciones más comunes, son capaces de medir la eficiencia a la hora de nadar, te informan de los tiempos de recuperación, te permiten planificar tus sesiones de entrenamiento, etc.
Fiabilidad en la medición
La función principal de un pulsómetro es la medición de la frecuencia cardíaca, sin embargo dependiendo de la calidad del dispositivo no siempre se cumple esta premisa. Merece la pena hacer un pequeño esfuerzo e invertir dinero en la compra de un reloj deportivo de gama media o alta. Te ahorrarás muchos quebraderos de cabeza.
Banda pectoral o pulsómetro óptico
Los pulsómetros más modernos y de una cierta calidad incorporan un pulsómetro óptico para que puedas entrenar a la intensidad adecuada en cada momento, pero con una comodidad que no habías disfrutado hasta ahora. Así que ya puedes olvidarte, si quieres y tu presupuesto te lo permite, de la convencional e incómoda banda pectoral para conocer tu frecuencia cardíaca.
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De un tiempo a esta parte las marcas se están poniendo las pilas en este apartado para hacer que la experiencia del usuario sea más satisfactoria. Un sensor óptico situado a la altura de la muñeca, permite determinar la cantidad de sangre bombeada y, mediante un sofisticado proceso, es capaz de determinar tu frecuencia cardíaca.
Capacidad de la memoria
Lo ideal sería que el wearable tuviera una capacidad suficiente como para albergar información relativa a varias sesiones de entrenamiento. De lo contrario, estarás obligado a estar descargando los datos cada día, algo que no resulta demasiado cómodo.
Otros aspectos a tener en consideración
La batería tanto del pulsómetro como de la banda pectoral tiene una determinada vida útil. El mero hecho de poder cambiarla cuando se agote y no tener que reemplazar el pulsómetro es un aspecto a tener en cuenta a la hora de decantarnos por un modelo u otro.
El diseño, el tamaño de la pantalla y el peso del pulsómetro son algunos otros aspectos que se basan más en los gustos personales de cada uno, pero que debes valorar a la hora de comprar un dispositivo de este tipo.
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