Generalmente solamente prestamos atención a las pulsaciones cuando estamos entrenando o compitiendo, ya que éstas nos facilitan la información necesaria para determinar el grado de intensidad al que debemos continuar mientras realizamos una actividad física concreta, ya sea para evitar poner en riesgo nuestra salud o simplemente para alcanzar los objetivos que nos habíamos fijando previamente.
Para los más profanos en la materia, no sólo es importante monitorizar tus pulsaciones cuando realizas ejercicio físico, sino también cuando te despiertas cada mañana. Muchos deportistas a nivel amateur pasan por alto esta información tan valiosa, auspiciados por el desconocimiento. Estos datos matutinos relativos a nuestra frecuencia cardíaca nada más abrir los ojos son extremadamente útiles tanto si deseamos mejorar nuestra condición física como si queremos potenciar nuestro rendimiento, especialmente en deportes que impliquen resistencia.
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A partir de ahora, cada vez que te despiertes por la mañana y mientras permaneces tumbado en la cama, prueba a monitorizar tu ritmo cardíaco en reposo. Si se produce un incremento significativo (10% o más) de tus pulsaciones durante varios días, ese dato será un indicio de que estás entrenando demasiado o bien estás falto de descanso. Si por el contrario se produjera una disminución de tu frecuencia cardíaca en ese momento del día, será una señal de que te estás adaptando al entrenamiento de resistencia, logrando que tu corazón sea más fuerte y eficiente, ya que necesita menos latidos para mantener el estado basal.
Para llevar a cabo esta sencilla comprobación cada mañana, tan sólo es necesario que adquieras un pulsómetro. Actualmente existe una amplia oferta de relojes deportivos en el mercado y puedes hacerte con uno de una marca puntera sin necesidad de realizar un gran desembolso económico.
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A partir de ahí, sería de enorme utilidad ir anotando tus pulsaciones, a poder ser a diario o al menos una vez a la semana, en algún bloc, cuaderno de notas o en el mismo móvil. Posteriormente podrás comprobar tu evolución, mediante un gráfica, adjuntando la clase de entrenamiento que hiciste el día antes. De esta manera, conocerás cómo reacciona tu sistema cardiovascular ante un determinado tipo de entrenamiento o en periodos de descanso.
Fuente: Vitonica I Crédito fotografía portada Asus
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