¿Puede un anillo de 400€ ser más útil que tu smartwatch? Mi veredicto tras probar el Samsung Galaxy Ring

¿Puede un anillo de 400€ ser más útil que tu smartwatch? Mi veredicto tras probar el Samsung Galaxy Ring
Gorka Cabañas
Gorka Cabañas
Periodista y director de marketing y contenidos RUNNEA
Publicado el 08-01-2025

Hace un par de meses nos llegó a las oficinas de RUNNEA una caja curiosa. En su interior había nueve anillos de plástico en varios tamaños. Resulta que formaba parte del kit de tallas para poder testar el nuevo Samsung Galaxy Ring. Sí, un anillo inteligente. Si estás familiarizado con este tipo de dispositivos o simplemente te gusta la tecnología, es probable que hayas oído hablar de marcas como Oura por ejemplo: un anillo que ayuda a monitorizar sueño, actividad diaria y muchas más métricas de salud. Ahora, Samsung quiere competir en ese nicho con su Galaxy Ring. Llevaba tiempo con ganas de poder testar uno de esto dispositivos y entender su utilidad. ¿Sustituye a un esmartwach? ¿O es un dispositivo compatible que te ayuda a entender mejor tu cuerpo y tu entrenamiento?. ¿Sería de verdad útil o un capricho futurista?

Dos meses después de ponérmelo y convivir con él las 24 horas —de día, en entrenamientos, durmiendo— tengo una opinión bastante formada. Voy a contarte qué tal me ha ido, quién puede sacarle partido y en qué aspectos todavía veo que tienen margen de mejora.

¿Puede un anillo de 400€ ser más útil que tu smartwatch? Mi veredicto tras probar el Samsung Galaxy Ring

Primera toma de contacto: ¿Dónde encaja este anillo?

Si eres usuario habitual de un reloj inteligente, habrás visto la evolución en los últimos años. pantallas cada vez más grandes, más brillantes, decenas de funciones vinculadas a salud, entrenamiento o conectividad. Podía llegarse a pensar que los smartwaches podían llegar a sustituir a los móviles, o cuanto menos ayudar a minimizar su uso. Lo mismo puede pensarse ahora de los anillos inteligentes ¿Pueden sustituir al smartwach?. ¿Qué pasa si no quieres otra pantalla más, o te agobian las notificaciones y vibraciones en la muñeca, o simplemente no te apetece un reloj voluminoso cada noche en la cama? Ahí es donde un dispositivo como el Samsung Galaxy Ring se hace atractivo. Es discreto, obviamente no tiene pantalla, no vibra ni suena y, sin embargo, sigue recopilando datos de salud y actividad de forma continua. Y en teoría, con mayor precisión.

El proceso para conseguir la talla adecuada es bastante singular. Samsung nos envió un kit con anillos de plástico, te los pruebas, eliges el que encaja a la perfección y devuelves esa información para que te envíen el tuyo de titanio. Este proceso es muy importante ya que te aseguras de no equivocarte: no hay posibilidad de agrandar o achicar el anillo más adelante, así que es vital dar con la talla. En mi caso reconozco que fallé. Pero fallé yo. Cogí un anillo para el dedo anular y debí cogerlo para el dedo índice (pero ya digo, ha sido un problema mío que me he dado cuenta con el paso del tiempo, ya que me molesta menos)

Cuando recibí la versión final, lo que sí me sorprendió es su construcción. Es de titanio, disponible en negro, dorado o plateado (en nuestro caso probamos el color plata). Es robusto, algo más grueso de lo que se podría pensar para un anillo (7 mm de ancho, 2,6 mm de grosor) y pesa unos 2-3 gramos según la talla. Aunque Samsung promete que apenas lo notarás, mi experiencia es que el grosor se nota. Si como es mi caso no sueles llevar anillos, al principio choca un poco. Pero pasados unos días, terminas acostumbrándote, sobre todo si lo pones en el dedo índice (donde Samsung recomienda y yo no hice caso).

Diseño y anillo: ¿cómo es el día a día?

La estética es bastante sobria. En su cara exterior, un pequeño trazo o “hendidura” indica dónde se sitúan los sensores internos. En la parte interior, tienes tres LEDs y un array de sensores que se iluminan esporádicamente para medir la frecuencia cardiaca, temperatura y saturación de oxígeno. De día no se ve, y de noche, si estás en la cama a penas se intuye. Nada dramático, y nada que ver con un reloj smartwatch.

¿Puede un anillo de 400€ ser más útil que tu smartwatch? Mi veredicto tras probar el Samsung Galaxy Ring

Ahora bien, ¿es incómodo? Depende del tipo de anillos que suelas llevar. Yo como os comentaba, no llevo anillos, así que los primeros días no terminaba de acostumbrarme. Sin embargo, cuando lo haces, te olvidas de que lo llevas puesto.

Sí es verdad que en mi actividad diaria compatibilizo correr con el gimnasio. Para correr perfecto, pero para el gym me lo he tenido que quitar. primero para no rallarlo cuando coges pesas y después por una simple cuestión de confort.

¿Puede un anillo de 400€ ser más útil que tu smartwatch? Mi veredicto tras probar el Samsung Galaxy Ring

Compatibilidad y ecosistema: ¿solo para Android?

Aquí llega la primera pega importante. El Galaxy Ring es únicamente compatible con Android 11 o superior, y si realmente quieres sacarle todo el jugo, lo suyo es que tengas un móvil Samsung. ¿Por qué? Porque hay funciones no disponibles si usas otras marcas. Y si hablamos de iPhone, olvídate: no podrás usarlo en iOS. Esto es un problema que cierra la puerta a un número considerable de usuarios.

¿Puede un anillo de 400€ ser más útil que tu smartwatch? Mi veredicto tras probar el Samsung Galaxy Ring

Si te gustan los productos Samsung y tienes un móvil Galaxy, el mach es 100%: podrás disfrutar de toda la integración, incluida la posibilidad de medir la presión arterial o el ECG cuando la marca lo active (aunque por ahora no está 100% operativo en todas las regiones). Si eres de Android genérico, seguirás pudiendo disfrutar de muchas mediciones: pasos, frecuencia cardiaca, saturación de oxígeno, puntuación de energía. Pero algunas opciones más avanzadas no estarán disponibles.

Monitorización de salud y deporte

Actividad diaria

El Samsung Galaxy Ring cuenta tus pasos, registra cuántas calorías aproximadamente quemas y, en general, te da un vistazo de tu movimiento. No pretende sustituir un reloj deportivo con GPS, porque no lo tiene. Si sales a correr y quieres saber ritmo y distancia, tendrías que llevar además el móvil para que la app Samsung Health use el GPS del teléfono. Si no lo llevas, la medición será más aproximada, basándose en acelerómetro y la detección de movimiento.

¿Puede un anillo de 400€ ser más útil que tu smartwatch? Mi veredicto tras probar el Samsung Galaxy Ring

En mi caso, he comprobado que en trayectos caminando o subiendo escaleras, el anillo es bastante certero. Pero para entrenamientos específicos (running, bicicleta...), no hay dudas, prefiero un smartwatch con GPS. Aun así, si solo quieres un recuento general de tu actividad, el anillo hace su función perfectamente.

Sueño y “puntuación de energía”

Si hay algo que me ha gustado es la monitorización del sueño. Dormir con un reloj grande se me hace pesado, y este anillo se me hace más fácil de tolerar en la cama. El Galaxy Ring registra tus fases de sueño (ligero, profundo, REM), mide la temperatura corporal, la saturación de oxígeno y calcula tu frecuencia cardiaca nocturna. Con esos datos, Samsung crea un “score de sueño” diario y un “puntuación de energía” que, en teoría, te indica si tu cuerpo está listo para un día activo o necesita más descanso. Es una métrica que de verdad "te engancha" a seguirla diariamente.

¿Puede un anillo de 400€ ser más útil que tu smartwatch? Mi veredicto tras probar el Samsung Galaxy Ring

La precisión de las fases de sueño me ha parecido buena, aunque como siempre, es una estimación. Es capaz de registrar cuándo me he movido poco en la cama o si me desperté 15 minutos antes de la alarma sin estar del todo consciente. Y la puntuación de energía se ve influida por factores como la media de pulsaciones durante la noche, la constancia de tus horarios y la actividad del día previo.

Saturación de oxígeno y otras métricas

El anillo puede mostrar lecturas de saturación de oxígeno (SpO2), aunque en mis pruebas a veces han salido valores que no coincidían 100% con los datos que me ofrecía el reloj Samsung Galaxy Watch Ultra (entiendo que es más fiable el dato del anillo). Hay que recordar que no es un dispositivo médico. Del mismo modo, la medición de temperatura ayuda a estimar variaciones que pueden relacionarse con el ciclo menstrual o con la calidad del sueño, pero tampoco es un sensor clínico.

¿Puede un anillo de 400€ ser más útil que tu smartwatch? Mi veredicto tras probar el Samsung Galaxy Ring

Un detalle que me gusta es que el anillo puede autodetectar algunos entrenamientos, como caminatas rápidas o running. Incluso en la piscina puede reconocer el nado. Pero no esperes un registro detallado con brazadas o ritmos en los largos.

Nuestra selección

Las mejores ofertas en Smartwatches

Rebajas Smartwatches

Batería: punto positivo

Cuando llevas años con smartwatch, te acostumbras a cargarlo a diario o cada dos días. Aquí, en cambio, alcanzar casi una semana sin acordarte del cargador es una gozada. Según la actividad que monitorices (por ejemplo, si le pides medición de pulso cada X tiempo o saturación de oxígeno muy seguida), durará entre 5 y 7 días. Pesa poco y no tiene pantalla, así que el consumo es mínimo.

El proceso de carga también me parece más “premium” que en otros anillos, pues en lugar de una base abierta, Samsung ofrece un estuche transparente donde guardas el anillo y se cierra con una tapa. Puedes verlo como una cajita de anillo de compromiso… pero con LEDs que indican el nivel de carga. Tarda sobre 90 minutos en cargar por completo y la verdad es que es bastante cómodo y estético.

Comodidad y uso real

Insisto: este anillo no es delgado como una alianza de boda corriente. Si vienes de no llevar anillos, o de llevar uno muy fino, puede resultarte algo “grande”. Dicho esto, en mi caso, después de unos días, lo asumí como parte de mi día a día. Hasta me gustó dormir con él, pues no es tan molesto como un reloj voluminoso. Además, al no emitir notificaciones ni vibraciones, es lo más “silencioso” que he usado en el terreno de wearables.

¿Puede un anillo de 400€ ser más útil que tu smartwatch? Mi veredicto tras probar el Samsung Galaxy Ring

La parte negativa: esas lucecitas verdes y rojas que surgen en la oscuridad pueden resultar molestas si necesitas oscuridad absoluta. Pero solo lo notas si mueves la mano y se refleja, así que no diría que sea un gran problema.

¿Para quién está pensado?

Usuarios de Android (preferiblemente Samsung): Si tienes un móvil Samsung Galaxy, estás de enhorabuena, pues aprovecharás todas las funciones del anillo, incluida la posibilidad futura de ECG o presión arterial. Si es un Android genérico, bien, pero con restricciones. Y si eres de iPhone, ni lo sueñes: no lo podrás usar.

Quienes odian los relojes grandes o pantallas en la muñeca: Si no quieres otro smartwatch o te basta con algo discreto que controle tu actividad, el anillo es ideal.

Locos de la monitorización constante: El Galaxy Ring está siempre midiendo, sin que tú hagas nada. Su autonomía de casi una semana es un gran plus.

Aquellos que priorizan la comodidad al dormir: Si lo tuyo es medir la calidad del sueño, pero no soportas un reloj en la cama, el anillo se vuelve muy atractivo.

Por otro lado, si te fascina ver datos de ritmo en tiempo real al correr, o te importan notificaciones en la muñeca, o quieres mapas de GPS en el dispositivo, este anillo se te quedará corto. Es más un complemento de salud y movimiento que una herramienta deportiva completa.

¿Realmente merece la pena?

Lo primero a analizar es el precio: 399-449 euros. No es barato a mi parecer. Es cierto que si lo comparas con Oura (quizá su rival más directo), la cifra es similar, pero en el Oura además tienes que pagar suscripciones adicionales para datos avanzados. El Galaxy Ring no requiere suscripción, punto para Samsung.

Lo segundo es la incompatibilidad con iOS, lo que deja fuera a muchos usuarios de iPhone. Y si no tienes un móvil Samsung, perderás algunas funciones. También hay que sumar que no es reparable: si se raya, si su batería pierde capacidad… toca comprar uno nuevo.

En mi experiencia de 2 meses, veo virtudes muy claras: batería duradera, un seguimiento de métricas muy interesantes como el sueño y de manera muy cómoda, un diseño elegante (aunque algo grueso) y la posibilidad de olvidarte de que lo llevas durante el día. Para mí, resultó útil sobre todo para el sueño y la actividad diaria moderada. Logicamente no es un dispositivo que te vaya a mostrar datos en tiempo real mientras corres, pero sí te hará un informe posterior en la app, integrando todo en Samsung Health.

Lo mejor

  • Autonomía duradera: Casi una semana sin enchufarlo, algo increíble si vienes de smartwatches que duraban un día o dos.
  • Monitorización del sueño detallada: Cómodo para dormir, sin pantallas ni vibraciones.
  • Estuche de carga premium: Protege el anillo, carga en 90 min y tiene LEDs indicadores.
  • Diseño sobrio y resistente: Titanio, varias tallas y acabados.

Aspectos que podrían mejorar

  • Precio elevado: Alrededor de 400 euros por un dispositivo que a día de hoy no mejora las funcionalidades que ofrece por ejemplo el Galaxy Watch Ultra.
  • Exclusividad: Android y mejor un móvil Samsung: iPhone queda fuera, y sin Galaxy pierdes funciones.
  • Algo grueso si vienes de anillos finos: Aunque no es horroroso, notas su presencia.

¿Y mi conclusión final?

El Samsung Galaxy Ring es un experimento valiente de Samsung para entrar en el nicho de los anillos inteligentes. Después de dos meses, me ha ganado en ciertas cosas: la libertad de no tener otra pantalla y su batería casi interminable son un gustazo. Además, su monitorización del sueño me ha parecido lo mejor, me da una visión clara de mis horas de descanso y mi recuperación. Sin embargo, no puedo ignorar sus contras: precio elevado, limitaciones de compatibilidad (especialmente con iOS), ausencia de un GPS propio, etc.

Tengo la sensación de que se trata del primer paso en un dispositivo que irá incluyendo más métricas y que debería tener su punto fuerte en la veracidad de los datos frente a los registrados en la muñeca. A día de hoy mi sensación es que son bastante similares. De hecho he estado probando a la par que el anillo, el Samsung Galaxy Watch Ultra y en cuantoa. datos, son realmente buenos y el anillo no los mejora. Pero obviamente para dormir, no tiene nada que ver. El reloj es muy voluminoso y molesto en mi caso.

Si eres usuario fiel de Samsung y valoras una solución más pequeña que un reloj para vigilar tu actividad diaria y sueño, el Galaxy Ring puede ser para ti. También si buscas un complemento a tu Galaxy Watch y no quieres renunciar a monitorizar datos cuando no te pones el smartwatch. Pero si buscas algo más polivalente, con datos de entrenamiento en tiempo real, o tienes un iPhone, este anillo se te quedará corto. Además, su precio duele: 399-449 euros es mucho para un wearable que no hace nada “extraordinario” más allá de ser muy discreto y tener una gran autonomía.

Así que, ¿me lo compraría tras estos dos meses? La decisión no es fácil. Su comodidad y su autonomía me gustan, pero su precio y sus limitaciones me hacen pensarlo. Aun así, me ha convencido de que un anillo inteligente sí puede tener sentido para ciertas personas: discreto, centrado en salud y seguimiento diario, sin notificaciones ni pantallas. Quizá si Samsung incorpora nuevas métricas, baja un poco el precio en el futuro o libera su ecosistema para ser más compatible, lo tendría más claro. De momento, me quedo con su reloj que es uno de los mejores dispositivos deportivos que he probado.

Leer más noticias de: Electrónica

Gorka Cabañas

Gorka Cabañas

Periodista y director de marketing y contenidos RUNNEA
Instagram Twitter LinkedIn Website

Director de contenidos en RUNNEA. Licenciado en ciencias de la información por la Universidad del Pais Vasco (2000). Especializado en material deportivo. Ha trabajado en El Mundo Deportivo, Grupo Vocento (El Correo) y colaborado para múltiples publicaciones deportivas especializadas. Runner popular 10k, 21k, maratón