Cómo superar la ansiedad antes de la maratón

Cómo superar la ansiedad antes de la maratón
Imanol Loizaga
Imanol Loizaga
Runneante senior
Publicado el 06-05-2014

Lunes 23 de febrero de 2009, 8 de la mañana, cielo cubierto, no hace viento y el termómetro marca 10 grados: sin duda muy buenas condiciones para entrenar. Comienza el calentamiento con un trote muy suave, el cuerpo está un poco agarrotado aunque el rodaje de la víspera fue tranquilo; bueno, es lógico, han sido muchas semanas de duros entrenamientos, de largas kilometradas, seriescuestas y todo tipo de machaques.  Es una muesca más en tu entrenamiento para maratón.

Pasan los minutos y las sensaciones no mejoran; cuesta respirar y parece que al aire no llega a los pulmones, qué raro. Unos pocos ejercicios y suaves estiramientos para ver si el organismo se estabiliza y termina de despertar. Vuelta al trote, pero esto sigue igual, ahogo, sensación de cansancio, de no poder avanzar...¿qué está pasando? Camino de casa, dando ya por finalizado el entrenamiento, la cabeza da muchas vueltas intentando encontrar una explicación. ¿Pasado de rosca? ¿Anemia? Urgentemente análisis de sangre cuyos resultados confirman la primera impresión del médico: ANSIEDAD. ¿Ansiedad? No, no puede ser, las sensaciones son reales, no hay fuerza, el ahogo debe provenir de otra cosa...  

El resto de la semana transcurre muy lentamente, con malos entrenamientos, cansancio, molestias que incluso van cambiando de zona (¡¿pero es eso posible?!). Para el sábado mejoran discretamente las sensaciones, pero el ánimo parece estar tocado. 

Y el domingo...sí, las piernas están sueltas, el cuerpo va solo, con fuerza, con ánimo, el aire entra sin problemas,... los fantasmas se desvanecen y cae la mejor marca en maratón.  

¿Os ha ocurrido?

Eso me ocurrió en vísperas de la maratón de Barcelona, pero situaciones parecidas aunque no con síntomas tan acentuados me pasaron en otras carreras también importantes. A mi y a muchísimos corredores de todas, absolutamente todas las marcas y experiencia.  

¿Por qué a unos nos afecta más que a otros? ¿Por qué nos presionamos tanto? ¿Por qué no sabemos gestionar esos momentos? Pero, ¿acaso no somos populares? Pero, por favor, que no nos jugamos nada.  

O tal vez sí

Claro que sí, nos jugamos meses de entrenamiento, de esfuerzo y de sacrificio o, mejor dicho, estamos convencidos de que nos los jugamos, pero ¿ante quién? ¿tenemos que demostrar algo a alguien? ¿Se puede considerar un fracaso no conseguir nuestro objetivo? Aquí todos responderíamos que no, que por supuesto que no es un fracaso, que hacemos esto por divertirnos, que lo importante es el camino recorrido hasta el día de la carrera, que somos aficionados, atletas populares...  

 La famosa cagalera de la muerte

Pero por dentro, ¡ay por dentro! La maraton ocupa el número 1 entre nuestras preocupaciones desde muchas semanas antes de que llegue la fecha: que si he entrenado poco, que si no he hecho suficientes tiradas largas, que si me molesta aquí, que si me duele allá,... y llega a su punto álgido en los días previos con la suma de todos esos síntomas en lo que conocemos en este mundillo como la famosa cagalera de la muerte en la que aparecen presuntos, pero muy reales, dolores en la cadera, la rodilla o el piramidal, tenemos las piernas hinchadas (o eso creemos), fiebre, malestar generalizado, etc. Y no por ser experimentados atletas conseguimos dominar este temor de que algo fatal nos pasa.  

Pero ¿por qué la maratón es la prueba en la que más se produce ese cuadro de ansiedad? 

Cada corredor es distinto y lo vive de una forma e intensidad; no somos psicólogos del deporte, pero opinando desde la experiencia propia y la de otros compañeros a lo largo de muchos años podemos hablar de varias causas como:  

  • No se pueden preparar y correr muchas al año por lo que tenemos pocas oportunidades para ello https://www.runnea.com/2013/12/cuantos-maratones-pueden-correr-82.html  
  • Una buena preparación no garantiza el éxito, es una carrera muy ingrata aunque muchos somos los que pensamos que eso es precisamente lo que la hace grandiosa y distinta.  
  • Las dudas nos acompañan en cada entrenamiento. Si nos salen unas buenas series nos venimos arriba, si rodamos mal nos desanimamos, si no podemos entrenar el día que nos toque nos desmoralizamos y si ya no podemos entrenar dos días, directamente nos creemos hundidos en la miseria cuando en realidad todo eso forma parte de la preparación.  
  • Cualquier contratiempo que podamos tener en la carrera, por pequeño que sea, pueda dar al traste con nuestra objetivo: una inoportuna parada para ir al baño, una ampolla, otra aún más inoportuna para volver al baño...  
  • Y qué decir de elementos totalmente externos tales como viento fuerte, calor, lluvia intensa, etc que evidentemente no podemos dominar ni predecir.  

Reconducir la presión

Es más fácil decirlo que hacerlo, pero esta ansiedad que estamos acumulando día tras día hay que reconducirla para que no nos haga daño, no autopresionarse y que no aparezcan somatizaciones que puedan manifestarse de una u otra manera.  

Si todo queda en dolores fantasmas y nervios no va a haber más problema que el de pasar mal unos días, pero ya conocemos casos de corredores que como resultado de este stress han llegado a tener lesiones musculares u otros trastornos físicos.   

Y por no hablar de lo que tienen que aguantarnos nuestros amigos y especialmente nuestras parejas por nuestros constantes cambios de humor, lo pesados que nos ponemos al relatar con pelos y señales nuestros entrenamientos, nuestras dudas y nuestras rarezas. Esto daría para un libro.  

Piensa en lo que has recorrido

Debemos pensar en positivo, que esos buenos, no tan buenos e incluso malos entrenamientos nos han hecho más fuertes, que estamos perfectamente, que cuando quiera salir a nuestro encuentro el Hombre del Mazo nos quedarán suficientes fuerzas para mandarle a la cuneta de un empujón. Es más, no tenemos que conformarnos con lo que salga ese día sino pelear por lo que estamos seguros que tenemos en nuestras piernas como resultado de la preparación. 

A LA MARATON HAY QUE TENERLE RESPETO, PERO NO MIEDO

Recuerda que lo más importante es que cuando por fin llegue el gran día, el día que hemos preparado durante tanto tiempo, y nos pongamos codo con codo junto a otros cientos o miles de corredores estemos convencidos de que no solamente hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano para llegar en las mejores condiciones a la línea de salida sino que vamos a conseguir darlo todo para alcanzar nuestro sueño teniendo presente que:

La maratón se corre con las piernas, con el corazón y con la cabeza Animo, lo vas a conseguir, ERES GRANDE, MUY GRANDE

Foto: Saucony

Leer más noticias de: Entrenamiento

Comentarios de Cómo superar la ansiedad antes de la maratón

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tienes que estar registrado para poder comentar. Regístrate.
Campo obligatorio

Trataremos tus datos para tramitar tu consulta y responderte a la misma. Puedes ejercer tus derechos de acceso, rectificación, supresión, oposición, limitación del tratamiento y portabilidad escribiéndonos a contacto@runnea.com. Más información en la Política de Privacidad

Imanol Loizaga

Imanol Loizaga

Runneante senior

Campeón de España de Maratón Veteranos. Sígueme @ImanloLoizaga