La prueba mítica, el sueño de muchísimos runneantes, los odiados, pero anhelados 42.195 metros. ¿Cómo sé que ha llegado el momento de abordarla, de dar el gran paso desde las carreras populares y la media maratón al Reto con mayúsculas?
Hemos oído muchas veces que una maratón no es correr 2 medias seguidas, que el entrenamiento, la preparación y el esfuerzo necesarios suponen un salto muy grande desde las distancias inferiores, que lo ideal es haber acumulado mucha experiencia y kilómetros...pero ¿cuánto?
En las conversaciones que tenemos entre los corredores (y que tanto aburren a quienes las tienen que aguantar) sale muchas veces el tema, explicando cada uno su caso particular: desde un amigo que tardó 6 años y corrió más de 15 medias antes de atreverse, hasta los que se lanzaron a las primeras de cambio con unas pocas carreras populares en sus piernas.
Escalones bien marcados
En general, y sin que sirva como estudio estadístico ni como norma, los más veteranos comentan que hace unos cuantos años el paso a la maratón era la culminación de una serie de escalones bien marcados, de unos pasos a seguir: empezar a correr, apuntarse a carreras populares más bien cortas (tampoco había muchas), pasar a la primera media maratón (en algunos casos, como me pasó a mi, al acabarla pensar que ésta ya es suficiente distancia), comenzar a incluir entrenamientos largos los fines de semana... y finalmente ponerse el gran objetivo, pero a unos cuantos meses vista, con una mezcla de ilusión, respeto y miedo.
Con el auge que ha habido estos últimos años del fenómeno running como consecuencia, causa o seguramente la combinación de ambas, del avance espectacular de la ropa deportiva, zapatillas, pulsómetros y GPS, el acceso a gran cantidad de información (consejos, planes, vídeos, aplicaciones…) y la proliferación de carreras de todas las distancias, se ha producido un incremento extraordinario en el número de practicantes, una parte de los cuales ve la maratón como una etapa más y no un gran objetivo en sí mismo.
No hacer locuras
Tampoco pretendemos decir que ahora la gente se lance de forma inconsciente, ni que se ponga en la línea de salida sin preparación ni respeto a la prueba, aunque es cierto que hay de todo, en esta época y en anteriores; también hace unos años se veía corredores retirándose a falta de todavía muchos kilómetros totalmente derrotados, corredores que se apuntaron sin una preparación acorde al esfuerzo y exigencia que implica la maratón.
Si queremos disfrutar de esta primera experiencia, acabar cansados, pero contentos, sabiendo que tendremos que bajar el lunes las escaleras "marcha atrás", sintiendo agujetas durante unos pocos días, pero con la sensación de que, a pesar de que el esfuerzo ha sido grande, ha merecido la pena sin ninguna duda, debemos llegar a ese señalado día con los deberes hechos; con un entrenamiento proporcionado, progresivo y estimulante.
Las pautas básicas, los kilómetros precisos, los entrenamientos por semana y el número de semanas necesarias,… vamos a hablar de ello.
Y tú, ¿cuándo te atreviste con la primera maratón?
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