El drop de una zapatilla es la diferencia de altura existente en la zona de la medisuela, más concretamente, entre la parte del talón y la zona delantera de la zapatilla, donde se ubican los metatarsos. Dicho en un lenguaje más técnico es la diferencia de altura, medida internamente y expresada en milímetros, entre la región del retropié y del antepié.
Tal vez te interese ¿Qué es el drop?
Actualmente, existe en el mercado un extenso catálogo de zapatillas de running y trail running con drops muy dispares, pudiendo oscilar desde los 0 milímetros de una zapatilla de corte minimalista o de tipo barefoot, hasta los 12 milímetros de una zapatilla diseñada para el entrenamiento diario.
A grandes rasgos, podríamos señalar que cuanto mayor sea el drop de una zapatilla (por encima de 8 mm) lleva implícito un aterrizaje durante la pisada con la parte del talón, mientras que una zapatilla con escaso drop (por debajo de 8 mm) favorece el apoyo en la zona delantera del pie.
Tal vez te interesa:
Drop entre 8 y 12 mm
Muchas de las zapatilla de running que se comercializan hoy día tienen un drop de este tipo, que podríamos considerar como intermedio y que comúnmente suele ser de entre 8 y 10 milímetros. Generalmente las zapatillas que integran este elevado drop son utilizadas por los runners para entrenar, o bien para correr largas distancias como maratones a ritmos lentos.
La ventaja de calzarse unas zapatillas con un drop de entre 8 y 12 milímetros radica en una mayor amortiguación y estabilidad durante la pisada. Por lo general, este tipo de zapatillas son algo más pesadas que el resto debido a los materiales y compuestos que integran el talón y la mediasuela, favoreciendo el apoyo o aterrizaje del pie con la parte trasera.
Drop entre 4 y 6 mm
Como ya hemos comentado anteriormente un drop por debajo de 8 mm favorece el aterrizaje del pie con la zona delantera o metatarsal. Un zapatilla con un drop de estas características contribuye a un pisada más natural, favorece la transición en la zancada y proporciona mayor estabilidad en superficies irregulares, como puede ser en la modalidad de trail running.
Drop entre 0 y 4 mm
Las zapatillas que cuentan con este escaso o nulo drop se les considera de tipo minimalista o barefoot, lo más parecido a correr descalzo o con lo mínimo. Su principales característica son su inexistente amortiguación, extremada ligereza gracias al poco material empleado para su construcción y, por último, una pisada más natural y eficiente. Puedes leer aquí la entrevista que le hicieron en Vamos a Correr a Santiago Ruiz, precursor del barefoot en España.
Conclusión
Existen diversos factores que condicionarán la elección de una zapatilla de running con un drop mayor o menor:
- La finalidad para la que vamos a utilizarla entrenamientos con tiradas largas o si por el contrario serán para competir.
- En función de la modalidad o disciplina que practiques, correrás por superficies duras como el asfalto o por terrenos irregulares, tan propios del trail running.
- Otro aspecto a tener en cuenta es si cuentas con una buena técnica de carrera con apoyo en la parte del antepié o si por el contrario careces de ella y corres taloneando.
- También influirá el hecho de ser propenso a determinados tipos de lesiones en determinadas partes de tu tren inferior y, en consecuencia, puede ser más conveniente uno u otro drop.
Leer más noticias de: Entrenamiento