A veces es una línea muy fina la que separa el afán por la superación de la que marca que podamos experimentar posibles riesgos para nuestra salud. Todos queremos ser finisher, más allá del puesto que logremos, y poder contar y cantar a los cuatro vientos que logramos cruzar la línea de meta de una prueba de larga distancia. Que supimos dar lo máximo posible de nosotros mismos, superar nuestros límites y llegar ahí. Pero tenemos que hacerlo sin jugárnosla, y siendo conscientes en todo momento de que estar bien y mantenernos a ralla de lesiones y problemas de salud debe ser siempre lo primero.
Hay riesgos que hay que tener muy en cuenta en cualquier disciplina deportiva, pero especialmente en una tan exigente para nuestro cuerpo (y mente) como una carrera de larga distancia. Nos jugamos quedarnos parados durante varios meses en el caso de sufrir una lesión grave e incluso experimentar importantes consecuencias para nuestra salud y terminar 'celebrando' el final de la carrera... en las urgencias de un hospital.
¿Ante qué síntomas tenemos que pensar seriamente abandonar una carrera de larga distancia? Como siempre, cada persona es un mundo, por lo que es muy difícil establecer una norma básica, pero estos tres síntomas que te relatamos a continuación invitan a dejar una prueba cuanto antes...
Problemas de visión y equilibrio
No es lo mismo empezar a sentir fatiga y cansancio en alguno de los tramos de una prueba, inconvenientes de los que podamos sobreponernos con una pequeña parada y descanso, que comenzar a ver borroso o a sentirnos mareados, incluso perdiendo el equilibrio, o sintiéndonos a punto del desfallecimiento o sufriendo incluso la pérdida -aunque sea momentánea- de conciencia.
Según una encuesta realizada a corredores de un ultramaratón en el año 2003, un 30% de ellos sufrió alucinaciones incluso días después de la carrera. Pero además, los problemas visuales suelen ser frecuentes durante una prueba o hasta dos días después de la misma según un estudio.
Tal vez te interese: ¿Cómo mejorar en el entrenamiento de pruebas de larga distancia?
Las causas de estas dos alteraciones suelen asociarse a la fatiga extrema, si bien se tienen en cuenta otras hipótesis como son la deshidratación y la inflamación de la córnea que podría ser la causa de la opacidad o la visión borrosa. Pero lo dicho, suelen tener relación con el hecho de experimentar una fuerte fatiga.
En cualquier caso, los mareos, ver borroso o sentir que perdemos el equilibrio son un indicativo bastante claro de que hemos llegado a nuestro límite por ese día. Lo mejor es parar, recuperarnos adecuadamente, consultar con los médicos de la carrera y volver a intentarlo e otro momento... ¡con las pilas bien cargadas! No hay gloria en la imagen de un corredor derrumbándose al cruzar la línea de meta, sino la constatación de un riesgo para la salud, y vital, bien grande.
Dolor intenso y localizado
¿Quién no ha dicho en alguna ocasión mientras hacia deporte eso de 'me duele todo?'. Calambres, rozaduras... suelen ser síntomas de que nos estamos entregando a tope. Más riesgo es cuando sentimos un dolor fuerte en una parte concreta de nuestro cuerpo, como los tobillos, rodilla, cadera... una intensa molestia que nos imposibilita seguir corriendo de una manera 'normal'.
Si seguimos forzando podemos terminar lastimando seriamente esas zonas. No hace falta recordar algunas de las lesiones más habituales al practicar larga distancia (esguince de tobillo, síndrome de stress tibial medial, tendinopatía de Aquiles, fascitis plantar, tendinopatía rotuliana, sindrome patelofemoral...).
Es común que se sufra también de desgarro en un músculo, la rotura de un menisco en la rodilla o un espolón calcáneo, que es la calcificación del talón. Sin olvidar la fricción entre nuestro cuerpo y la ropa, que puede ocasionar irritación en diferentes partes del cuerpo, que pueden derivar en heridas abiertas.
Así que ojo. Abandona antes de sufrir una grave lesión, especialmente si estás sintiendo que te 'rompes' en ese momento. Y tampoco olvides que hay lesiones que no aparecen al instante, sino que van surgiendo poco a poco, así que escucha a tu cuerpo. Al loro que te puedes estar jugando quedarte en el dique seco por unos meses.
Vómitos y diarreas
Quien más, quien menos, ha vivido uno de esos míticos 'bajones' en los que se nota un profundo dolor abdominal acompañado de gases o nauseas. Un flato en toda regla, vamos. Al correr nuestro estomago e intestinos se balancean al son de nuestro trote, por lo que no se digieren los alimentos de la misma manera que en una cena con los amigos en un buen restaurante, eso es evidente. Los síntomas gastrointestinales como nauseas, acidez, diarrea e incluso sangrado gastrointestinal son más frecuentes de lo que uno podría pensar en deportes de resistencia y, aunque generalmente son transitorios, pueden agravarse y limitar por lo tanto nuestro rendimiento deportivo.
Por eso hay que insistir una vez más en que una correcta alimentación e hidratación ayudan a evitar estas molestias, o al menos prevenirlas. Por ejemplo, si ingerimos comidas ricas en fibra, grasa y proteína antes de una prueba, o bebidas hipertónicas, podemos favorecer que suframos dolor de estómago, vómitos y reflujo o acidez.
También la deshidratación aumenta la aparición de los síntomas del sistema gastrointestinal ya que, a la disminución del flujo hacia el sistema gastrointestinal por el ejercicio, podría unirse también el efecto de un menor volumen de plasma por la deshidratación. Y atención también a la hiponatremia, que es cuando la persona ingiere una cantidad excesiva de agua que reduce la cantidad de sodio en el cuerpo.
El caso es que cuando hablamos de vómitos y diarreas hablamos de algo muy importante. La deshidratación puede mostrarse de una manera muy cruel de ambas formas. Ahí el cuerpo nos manda un alerta. Lo mejor es no jugársela y dejarlo.
En resumen, que si notas alguno de los síntomas antes relatados, lo mejor es que abandones una carrera de larga distancia. Y no lo veas como un adiós, sino como un inteligente "hasta pronto".
¡Academy Win, la plataforma de entrenamiento online de Runnea🏃💪
A todo esto que sepas que en Runnea ya tenemos activa nuestra particular plataforma de entrenamiento running online: Academy Win. Hecha a medida, y como sabemos que el tiempo es oro, el plan de entrenamiento se ajustará a tus necesidades y objetivos, y no al revés.
Guiado en todo momento por profesionales en la materia, dará igual que corras con el objetivo de perder peso, o que tengas en mente correr una maratón, en Academy Win tendrás tu hoja de ruta personalizada para prepararte con las máximas garantías, y superar tu próximo reto.
Academy Win está dirigida por Antonio Bores y Fernando Carregal. Ambos ponen en escena el método ProTrainer 2, un modo de trabajo que no promete objetivos, sino que éstos se cumplen en función de la evolución semanal del runneante. Pero Academy Win es mucho más que una plataforma de entrenamiento online, porque como miembro premium tendrás la oportunidad de acceder al Club AW, y participar en sorteos, foros, masterclass, y en muchos más contenidos y extras exclusivos.
¿Estás preparado para sudar la camiseta y convertirte en un mejor runneante? ¡Descubre Academy Win! 🏃💪👍
Leer más noticias de: Entrenamiento