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4 trucos para eliminar el flato al correr
Entrenamiento
Una de las molestias más comunes que podemos encontrar al practicar running es la aparición del flato. "El flato es un tipo de dolor que todo deportista sufre o ha sufrido en algún momento. Suele manifestarse en forma de dolor subcostal aunque también puede aparecer entre el hombro y clavícula", aclara Iker Muñoz, entrenador de Runnea Academy. Esta situación suele producirse durante la realización de ejercicios de resistencia como el running o ciclismo, entre otros; y no tanto en ejercicios que impliquen la fuerza. Si bien es cierto que esta congestión de tipo venosa está más presente en corredores con una mala técnica de carrera o en personas que toleren menos el esfuerzo, la realidad es que no existen conclusiones precisas y concretas que determinen la aparición del temido flato.
4 trucos para eliminar el flato
El flato o el DAT, Dolor Abdominal Transitorio, es un cuadro médico leve que desaparece sin secuelas, por lo que no reviste mayor gravedad. "Desde un punto de vista científico todavía se desconocen los mecanismos por los que se producen. Existen diferentes hipótesis, una de las cuales señala una irritación de las fascias producto de una fricción. Otras lo relacionan con un aumento de la tensión entre los ligamentos del diafragma y estomago.
Lo que sí está más claro es su sintomatología, caracterizada por un dolor agudo comúnmente localizado a la altura del ombligo, en el lado derecho de nuestro cuerpo y justo debajo de las costillas.", señala Iker Muñoz. En Runnea hemos querido recoger algunas de las recomendaciones que pueden ayudarnos a evitar este dolor tan molesto, que puede incluso llegar a arruinar nuestro entrenamiento o competición.
¿Cómo hacer para que no te dé flato al correr?
Es importante recalcar, una vez más, que la aparición del flato no conlleva secuelas. No es nada grave pero sí provoca incomodidad y dolor en la persona que lo sufre. Como ya hemos destacado, puede estar más presente en:
- Runneantes con una preparación física inferior.
- Atletas con una mala técnica de carrera.
- Deportistas que tengan una menor tolerancia al esfuerzo.
Asimismo, y tras conocer que no existen causas concretas del porqué de la aparición de este dolor abdominal, podemos prevenirlo, en determinada medida, teniendo en cuenta algunas recomendaciones.
Existen ciertas teorías que abalan la importancia de una correcta respiración, hidratación, alimentación y preparación para evitar la presencia del DAT durante el ejercicio físico.
Respiración
Una buena técnica de respiración hará que nuestros niveles de oxígeno en sangre sean los adecuados y por lo tanto, que el oxígeno y la sangre lleguen adecuadamente a todos los órganos vitales; sobre todo a aquellos que juegan un papel importante en la respiración como es el diafragma. Hay quien señala que una de las causas de la aparición del flato es que no llega la suficiente cantidad de sangre al diafragma y que, por lo tanto, se produce una fatiga muscular.
Hidratación
En toda actividad física la correcta hidratación juega un papel fundamental. Sin embargo, beber de forma incorrecta puede originar la aparición del flato. Debemos mantener nuestro cuerpo hidratado constantemente adecuando la cantidad de ingesta de líquidos al tipo de esfuerzo que estemos adoptando. Aun así es importante que la ingesta sea "a pequeños sorbos" y evitar las bebidas carbónicas, sino, propiciaremos la aparición del dolor abdominal.
Alimentación
Existen determinados alimentos (alimentos flatulentos como la coliflor, el ajo, el brócoli, o la manzana) que pueden provocar un aumento de gases en el aparato digestivo y que favorecen la aparición del flato. Asimismo, hay estudios que ratifican que el consumo de solidos o líquidos antes o durante el ejercicio puede provocar también la aparición de este dolor abdominal. Por lo tanto, lo correcto es que la ingesta sea entre 1 y 3 horas antes de la actividad y siempre cuidando los alimentos y líquidos que vamos a ingerir.
Preparación
La preparación es fundamental para llevar a cabo cualquier actividad física de manera correcta. Como hemos indicado ya desde el inicio, una persona con una menor tolerancia al esfuerzo o con una preparación física inferior tendrá más papeletas para sufrir este dolor abdominal. Por ello, antes de realizar cualquier tipo de competición o actividad física, es necesario conocer nuestro estado físico y nuestros límites, para adecuar el ejercicio a nuestras condiciones.
Qué hacer cuando me da el flato
Por último y tras destacar algunas de las causas que pueden propiciar la aparición del flato y conocer algunas de las recomendaciones a tener en consideración, queremos saber qué hacer una vez que aparece este temido dolor abdominal. "En muchos casos el flato nos obliga a parar debido al dolor agudo. Cuando esto ocurre, y siempre con el objetivo de seguir en competición, una de las opciones será el descender la intensidad de ejecución e intentar controlar la respiración con el fin de que descienda una posible tensión entre los ligamentos que hemos irritado", señala Iker Muñoz.
A pesar de ser un cuadro médico leve, es un dolor molesto e incómodo que puede hacer que abandonemos la práctica física que estemos realizando en ese momento. Por ello, una vez que notemos ese dolor agudo y esos pinchazos es importante, no parar de golpe, hay que disminuir la intensidad de la actividad pero nunca parar de golpe. Tomar el control de la respiración, puede ser que una incorrecta respiración haya provocado ese dolor y una vez que controles el ritmo de la respiración, el dolor remitirá.
Presiona el punto de dolor y masajea esa zona para así disminuir la sensación de dolor. Si ves que el dolor no remite tras haber reducido la intensidad, para y evita que la situación se agrave. En caso de que el dolor abdominal persista durante tiempo, no dudes en hacer visita obligatoria al médico.
El flato en competición
Para finalizar, es importante que tengamos en consideración las distintas causas que pueden propiciar el flato. Es cierto que no reviste mayor gravedad pero puede arruinar una competición y/o entrenamiento. Por ello la prevención juega un papel primordial, debemos conocer nuestros límites y ser cautos. Analiza tu alimentación, la hidratación, la preparación y sobre todo, la respiración que llevas a cabo en tu rutina y seguramente darás con la clave para evitar que "te dé" el flato.
Fotos de John T, Matthew LeJune y Tomasz Woźniak en Unsplash