Reconocimiento médico deportivo, mucho más allá de la prueba de esfuerzo para valorar el rendimiento del runner

Entrenamiento
Reconocimiento médico deportivo, mucho más allá de la prueba de esfuerzo para valorar el rendimiento del runner
Gorka Sedano
Por Gorka Sedano
Periodista y runner popular
Publicado el 04-10-2019

No nos cuesta, e incluso, en ocasiones no escatimamos en gastos a la hora de comprar alguna de las últimas novedades en zapatillas de running. Sin embargo, hablamos de realizar un reconocimiento médico deportivo y/o de una prueba de esfuerzo, y el rictus de nuestro rostro cambia. Y aunque estamos más concienciados de que es un apartado importante y a tener en cuenta, todavía somos reticentes hacerlo. Pero...¿Por qué esas reticencias si estamos invirtiendo en nuestra propia salud? En este post Runnea tratamos de dar respuesta a las preguntas clave que van asociadas a un reconocimiento médico deportivo, y por ende a una prueba de esfuerzo.

¡Dicho y hecho! La búsqueda de esas respuestas nos ha llevado a ponernos en manos de profesionales. Así que parte del equipo de redacción de Runnea, nuestra eficiente productora de vídeo y nuestra todoterreno del Runnea Women Team, Lexuri Crespo, a la postre nuestra "conejillo de indias" en esta ocasión, teníamos visita obligada a la unidad de medicina deportiva del Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ) con el doctor Pablo Aranda. Por su concurrida consulta han pasado los jugadores y jugadoras profesionales del Athletic Club de Bilbao, entre otros deportistas de primer nivel.

Así que por delante se presenta una jornada diferente a la habitual, y estamos dispuestos a sudar la camiseta. Vamos a descubrir en qué consiste un reconocimiento médico deportivo, sus claves para mejorar nuestro rendimiento; y a sufrir, en carnes propias, lo que supone llegar al máximo de tus capacidades físicas sobre el tapiz de una prueba de esfuerzo. Aunque este último apartado dejamos a Lexuri Crespo sola ante el "peligro". Toda un crack.

Reconocimiento médico deportivo: ¿Por qué y para qué? - foto 1

Reconocimiento médico deportivo: ¿Por qué y para qué?

Primer detalle a tener en cuenta y a destacar: "Es importante establecer la diferenciación entre un reconocimiento médico deportivo y una prueba de esfuerzo porque el objetivo del reconocimiento médico es llevar a cabo una valoración completa del deportista previa a la práctica deportiva, que nos aporta información básica no sólo de su propia salud con antecedentes familiares, sino también de su vida deportiva. La prueba de esfuerzo es una herramienta que está dentro del propio reconocimiento. Al fin y al cabo, la prueba de esfuerzo o una prueba de aptitud también la puede llevar a cabo un cardiólogo, pero que únicamente se limita a la valoración cardiológica", subraya Pablo Aranda.

Así que si te estás preguntando en qué te puede ayudar este tipo de reconocimientos médicos deportivos, que sepas que te proporcionará datos interesantes de cómo debes entrenar, "sabiendo cuáles son tus zonas de entrenamiento, tus pulsaciones y tu ritmo. Este tipo de prueba van mucho más allá del apto y no apto, que, desafortunadamente, es lo que se piensa al respecto", indica Aranda.

Por supuesto que la clave está "en hacer ese reconocimiento médico deportivo lo más individualizado posible para conocer al detalle el rendimiento del deportista. Cada atleta es distinto, no hay duda", señala este médico deportivo con una contrastada experiencia de más de once años en esta unidad de medicina específica de IMQ.

¿En qué consiste una prueba de esfuerzo? - foto 2

¿En qué consiste una prueba de esfuerzo?

La importancia de la prueba de esfuerzo está en sus dos enfoques diferentes, que nos permiten valorar la faceta de la salud y también la faceta del rendimiento, que es lo que más nos puede interesar al deportista, aunque ambas estén vinculadas. "La primera valoración es de salud, y que trata de ver cómo está el corazón, si está bien, y determinar si el deportista es apto para la práctica deportiva. Luego llega la valoración del rendimiento, haciendo un seguimiento de los niveles de lactato en sangre durante las diferentes series de la prueba de esfuerzo", señala este médico deportivo enganchado a las pruebas de resistencia como los Ironman.

Así que la diferencia estriba en el control de esos niveles de lactato (residuo del hidrato de carbono usado por el músculo) entre una prueba médica y otra prueba médica deportiva, aunque sin perder la perspectiva de que "desde el punto de vista médico, la prueba de esfuerzo es una valoración muy importante porque se trata de una prueba de screening, lo que significa que podemos descartar muchas patologías cardiácas, la gran mayoría", puntualiza Aranda.

Reconocimiento médico deportivo, niveles de lactato para medir rendimiento

A pesar de todo, el matiz debe quedar lo suficientemente claro, y como bien argumenta el médico deportivo de IMQ: "En medicina, desgraciadamente, no hay nada que sea blanco y negro, así que cuando llevamos a cabo una reconocimiento médico deportivo, con su pertinente prueba de esfuerzo, somos capaces de descartar un alto porcentaje de patologías del corazón. Cuando el paciente es más joven, antes de los 30 años, hay ciertas patologías que pueden no aparecer en la prueba de esfuerzo, tales como enfermedades genéticas, que puedan generar muerte súbita, etc. Sin embargo, cuando el deportista tiene más de 30 años, ese tipo de patologías aparecen, porque hablamos de patología adquirida: obstrucciones coronarias, arritmias, etc, y eso se ve mucho en la prueba de esfuerzo".

Reconocimiento médico deportivo en IMQ, entrevista con Pablo Aranda - foto 3

En el apartado del rendimiento lo que mide la prueba de esfuerzo el funcionamiento del corazón en las fases de esfuerzo y en la de recuperación frente a la fatiga, y así valorando "la frecuencia cardiaca y los niveles de lactato podemos llegar obtener información detallada para determinar las diferentes zonas de entrenamiento del deportista: cuál va a ser su zona de calentamiento, de fondo, de intensidad y de series, así como conocer sus propios umbrales aeróbico y anaeróbico. Todo ello le ayudará a confeccionar un plan de entrenamiento a medida para rendir más y mejor", nos apunta Pablo Aranda, siendo consciente del beneficio que le aporta al atleta.

Así, con todo lo expuesto y con Lexuri vestida de corto, entrevista personalizada para conocer los antecedentes familiares sobre posibles patologías cardiacas, y también para adaptar los parámetros de la prueba de esfuerzo. Tras la prueba cineantrogométrica, consistente en una valoración de peso, altura, de los pliegues, etc; se pasa a la valoración en reposo con las correspondientes auscultaciones cardiaca, pulmonar, tensión arterial y electrocardiograma. Acto seguido, Lexuri se sube al tapiz de la cinta de correr, modo on de corredora de fondo y piloto verde encendido de la prueba incremental máxima con "series de dos minutos y 15 segundos de descanso entre serie, en los que aprovechamos para tomar una muestra de sangre de lóbulo de la oreja, y así medir el lactato. Se empieza suave para ir incrementando la intensidad y la velocidad hasta donde el deportista sea capaz de llegar", explica minuciosamente Pablo Aranda.

¿Cuándo y cuántas veces es hay realizarse una prueba de esfuerzo? - foto 4

¿Cuándo y cuántas veces es hay realizarse una prueba de esfuerzo?

Por cierto no lo hemos dicho pero desde que Lexuri Crespo y compañía entramos en la consulta del doctor Aranda, el tiempo de reloj transcurrido fue de una hora, minuto arriba, minuto abajo, que es la duración normal de un reconocimiento médico deportivo completo.

Respecto a la pregunta de cuándo y cuántas veces es necesario hacerse este tipo pruebas al año, el médico deportivo de IMQ señala que "depende mucho del propio deportista, de sus objetivos y del momento de la temporada en el que el deportista quiere estar mejor. El abanico de deportistas que se hacen una prueba de esfuerzo es muy variado, desde gente que empieza a correr hasta atletas profesionales", apunta Aranda.

De esta forma, y tratando de concretar perfiles de corredores/as para "los que empiezan a correr, y salen dos veces por semana, e incluso para lo que compiten, pero no a niveles muy altos y exigentes, con una vez al año es suficiente para que esas zonas de entrenamiento que se determinan valgan para toda la temporada sin demasiada variación", deja reflejado Aranda. Y lo cierto es que en este rango nos movemos la mayor parte de los corredores/as populares, la cosa se complica más cuando hablamos de atletas profesionales o pseudo-profesionales de alto nivel, que "entrenan por objetivos, con fechas concretas y buscando rascar segundos al crono en la competición, aquí la valoración médica deportiva tiene que ser más frecuente, y debe superar la cita obligada de una vez al año".

Reconocimiento médico deportivo: Frecuencia cardiaca vs ritmo de carrera - foto 5

Frecuencia cardiaca vs ritmo de carrera

Hablando con Pablo Aranda durante todo el proceso del reconocimiento médico deportivo aparece un tema interesante, y, en mucho casos se traduce un error común en el runnente popular: ¿Cómo mejorar mis zonas de entrenamiento? La respuesta que nos traslada Pablo Aranda es clara y contundente: "Tus zonas de entrenamiento son las que son, lo que sí varía son los ritmos de carrera a los que eres capaz de correr, y éstos pueden variar con el entrenamiento. Sin embargo, la frecuencia cardiaca no varía tanto durante la temporada. Si tu ritmo de competición son 160 pulsaciones seguirán siendo 160 pulsaciones corras a 6 min/km o 4 min/km, aunque el dato sí deja claro que tu progresión en los entrenamientos ha sido espectacular, y hay que felicitarte por ello, pero tus pulsaciones son 160", subraya Pablo Aranda.

Otro aspecto a mencionar para que nos se quede en el tintero, y que tiene que ver con el coste de un reconocimiento médico deportivo completo. En contra de la opinión extendida, y tras visitar la unidad de medicina deportiva de IMQ en Zorrozaure en Bilbao, podemos asegurar que la realización de este tipo de prueba específicas para deportistas es más que asequible. Más si cabe, teniendo en cuenta el rango de precio en el que se mueve un nutrido grupo de zapatillas de running, material deportivo, e incluso en inscripciones a ciertas carreras populares. "Sin ningún tipo de promoción, el reconocimiento médico deportivo en nuestra clínica de IMQ es de 150€. Creo que es un precio asequible para hacerlo una vez al año", nos comenta Pablo Aranda.

Valoración final del reconocimiento médico deportivo - foto 6

Valoración final del reconocimiento médico deportivo

Recuperada del esfuerzo, finalmente, a Lexuri le toca sentarse y pasar por la consulta del doctor Pablo Aranda. Nuestra miembro del Runnea Women Team entraba con la sospecha infundada, y este reconocimiento médico en IMQ no ha hecho más que confirmarlas. Lexuri Crespo es una corredora de fondo a todos los efectos, con motor diésel, como nos gusta decir en Runnea, apta para la práctica deportiva habitual y eso sí, todavía con margen de mejora, ahora que ya conoce, de primera mano, todas sus zonas de entrenamiento y el rendimiento que puede llegar a alcanzar.

Más información sobre el reconocimiento médico en IMQ

Comentarios de Reconocimiento médico deportivo, mucho más allá de la prueba de esfuerzo para valorar el rendimiento del runner

Mostrando 1 de 1 comentarios
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15/10/2019 10:01:25
cinzia78

Hice mi reconocimiento justo ayer :) Como bien decís, somos capaces de gastarnos un dinero importante en zapatillas, ropa, accesorios, hasta suplementos para entrenar más, pero se nos "olvida" revisar que la máquina esté en buenas condiciones... y no es algo con que se pueda jugar.

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Gorka Sedano

Gorka Sedano

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Licenciado en ciencias de la información por la Universidad del País Vasco. Periodista deportivo, especializado en material deportivo: Running, trail, fútbol. Soy runner popular, de los que mira el pulsómetro viendo los kilómetros recorridos más que el tiempo invertido en recorrerlos.