OPINIÓN. El tan ansiado día llegó y hemos podido salir a correr o andar, disfrutando así de todos los rincones de nuestros pueblos o ciudades. Así mismo, muchos de nosotros pudimos observar una autentica explosión de nuevos deportistas que se lanzaban a las calles a redimirse de los pecados del confinamiento. Ojalá, todas estas personas que inundan las calles con ganas de realizar ejercicio continúen con esta práctica dentro de unos meses.
Vaya por delante que la intención de este post queda lejos de ser una crítica hacia las personas que han decidido cambiar de hábitos de vida y comenzar a moverse, todo lo contrario me gustaría que les sirviera a ellos para que pensasen si están realizando las cosas bien. Creo que son innegables los beneficios del ejercicio físico sobre la salud, sus efectos son amplios y sobre todo el organismo. No obstante, deberá existir una coherencia entre lo que hemos estado haciendo hasta hace unos días y lo que hemos comenzado a hacer.
La intención de este post queda lejos de ser una crítica hacia las personas que han decidido cambiar de hábitos de vida y comenzar a moverse, todo lo contrario
Lo bueno y o malo de correr
Por hacer un símil, el ejercicio puede ser entendido como un medicamento que si te pasas de "dosis" tiene el efecto contrario al que intentamos obtener cuando lo consumimos. Aquí es donde está la clave de todo, en cómo "administrar" el ejercicio y nuestro ansia por recuperar los kilómetros que hacíamos o comenzar a correr después de años de poca actividad.
"Si yo después de 7 semanas de no salir a correr tengo las piernas destrozadas ¿cómo las pueden tener todos los que han salido hoy a correr sin haberlo hecho nunca?"
Ayer revisando la cuenta de Twitter, vi la reflexión de un atleta profesional que me pareció muy ilustrativa, decía algo así como: "si yo después de 7 semanas de no salir a correr tengo las piernas destrozadas ¿cómo las pueden tener todos los que han salido hoy a correr sin haberlo hecho nunca?" Pues bien, esto es lo que hemos podido ver todos cerca de nuestros domicilios, multitud de personas que han comenzado a correr sin haberlo hecho nunca o hace mucho tiempo.
El correr puede ser una actividad fantástica siempre y cuando tengamos una base para poder hacerlo. Con base me refiero a unas capacidades mínimas a nivel cardiovascular y de fuerza, que nos permitan no solo el poder desarrollar una intensidad de carrera, sino que nos aseguren que nuestros músculos están preparados para generar la tensión muscular que requiere la carrera, minimizando de esta manera el impacto sobre las articulaciones.
Para empezar a correr hay que empezar andando
Parece un contrasentido, pero si queremos empezar a correr lo primero será empezar a andar. El intentar mejorar nuestra salud mediante la carrera no puede significar que nos expongamos a sobrecargas y lesiones por correr. Por lo tanto, será necesario una progresión en tiempo, en intensidad pero también en el movimiento en sí. No tiene sentido ir haciendo un trote a 7km/h (porque no podemos ir mucho más rápido), con todo el impacto que esto supone, si podemos hacer un trabajo mucho más efectivo y seguro andando rápido a 6-6,5km/h.
Es importante destacar que un incremento de la carga de entrenamiento está ligado a una mayor posibilidad de sufrir una lesión en deportistas entrenados, imaginémonos si pasamos del sofá a correr 150 minutos a la semana. Por lo tanto, calma y vamos a intentar no deshincharnos como un globo tras los primeros días, para eso tenemos que poder seguir manteniéndonos activos y no "darlo todo" la primera semana para luego diluirnos. ¿Para qué sufrir desde el primer momento? ¡Sino es necesario!
Deporte barato, pero con un coste mínimo
A su vez, otro de los aspectos importantes que debemos tener en cuenta es que pese a que correr es relativamente barato, no tenemos que tener un equipamiento costoso, sí es necesario la inversión en unas zapatillas running que aseguren dar una respuesta a nuestras necesidades (en función del peso, ritmo, etc.). Llevo varios días viendo que en mi pueblo sigue vigente la moda de los 90. Realmente he visto auténticos modelos dignos de un museo, no es por fomentar el consumismo, pero una inversión mínima en unas zapatillas será importante para nuestras articulaciones.
A modo de conclusión, me gustaría dar la bienvenida a todos los nuevos deportistas pero como todo deportista joven, que apunta maneras, su evolución la marcará un correcto entrenamiento y la ausencia de lesiones. Por lo tanto, comencemos a sentar las bases de una vida deportiva longeva e intentemos hacer las cosas bien desde un principio.
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