La fiebre del running parece que ha llegado para quedarse, no es extraño ver a cualquier hora del día gente corriendo por las calles, parques o montañas que tenemos más cercanas, pero también hay mucha gente que correr le supone un excesivo desgaste y prefiere caminar, ya sea sólo o acompañado a un ritmo rápido y constante… es lo que denominamos el Power Walking. Un ejercicio físico que puede ser considerado como un paso previo a empezar a correr, ya que te obligará a ejercitarte a intensidades superiores. ¡Si no te gusta correr, apúntate al Power Walking! ¡Las claves que necesitas saber para empezar a practicarlo!
¿Qué es el Power Walking?
El Power Walking o caminar rápido es una técnica que consiste en andar a un ritmo rápido acompañado por unos movimientos, una respiración y una postura apropiadas para alcanzar una mayor velocidad. Te obligará a ejercitarte a intensidades superiores que una caminata a ritmo normal.
Durante la práctica del Power Walking se va más rápido que en una caminata o excursión regular, pero más lento que el ritmo de running. Como referencia, el Power Walking normalmente alcanza una velocidad promedio de 6.4 a 8 km/h.
"El Power Walking puede ser considerado como una antesala para empezar a correr, un paso previo que nos permite preparar a nuestro cuerpo", apuntan desde el equipo de entrenadores de RUNNEA
Power Walking, todos sus beneficios
Son muchos los beneficios que nos aporta practicar el Power Walking, a continuación, os enumeramos los más destacados.
Mejoras en la salud
Cómo hemos comentado, el Power Walking, no es sólo andar rápido, sino que también va acompañado por una buena técnica, movimientos adecuados y también con una buena respiración y postura, con lo que mejoraremos en diferentes aspectos relacionados con la salud.
La práctica del Power Walking mejorará nuestro sistema cardiovascular ya que estamos realizando un deporte de intensidad media, ideal para disminuir la tensión arterial y reducir de esta manera el riesgo de enfermedades relacionadas con el corazón.
La correcta postura en la que hemos de practicar el Power Walking nos ayudará a mejorar nuestro equilibrio. Además, nos fortalecerá las articulaciones y tonificará la musculatura del core y del tren inferior.
Es ideal en casos de artrosis y artritis ya que es una modalidad que implica un impacto mínimo en articulaciones y huesos, por lo que es especialmente recomendable para estos casos.
Beneficios psicológicos
La práctica del Power Walking, como toda actividad física, implica beneficios sobre el bienestar emocional de las personas que lo practican, ayuda a elevar la autoestima, combatir la depresión, reducir el estrés y la ansiedad acumulada durante toda la jornada, en definitiva, nos ayuda a desconectar y tener la mente despejada con los beneficios que eso comporta.
Antienvejecimiento
Incorporar a nuestra rutina diaria el Power Walking nos ayuda a retrasar los efectos del envejecimiento, potencia nuestra capacidad cognitiva y puede reducir o retrasar el impacto del Alzheimer y los problemas de memoria.
Según un estudio realizado por investigadores en el Reino Unido, en el que examinaron los datos de casi 475.000 adultos (edad promedio de 52 años), los que practicaban regularmente Power Walking (a un ritmo de más de 6.4 km/h) tenían probabilidades de vivir aproximadamente entre 13 y 24 años más que aquellos que caminaban más lento de 4.8 km/h.Otro tipo de beneficios
Además de los beneficios explicados anteriormente, la práctica del Power Walking lleva asociados también beneficios relacionados con una alimentación saludable y beneficios sociales si se practica en compañía.
Power Walking, las 5 claves para empezar a practicarlo
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"El Power Walking puede ser tan exigente como la carrera sin tener el impacto articular que tiene esta", destacan los entrenadores de RUNNEA. Recomendado para aquellas personas a las que andar se les queda corto y que no quieren correr, "este ejercicio físico permite ejercitarnos a una intensidad superior que la empleada cuando salimos a andar", advierten nuestros coach.
Una técnica que favorece un mayor gasto calórico y que puede ser considerada una alternativa y/o un paso previo al running. Estas son las claves para empezar a practicar Power Walking y poder disfrutar de sus múltiples beneficios ¡descúbrelas!
Intensidad
"Todo dependerá de la longitud de la zancada pero, en términos generales, hablamos de Power Walking cuando andamos a más de 6,5km/h", destaca Iker Muñoz. Una actividad que puede ser muy exigente y que reporta grandes beneficios a nuestra salud. Un ejercicio que mejora nuestra salud a nivel cardiovascular y que favorece un mejor retorno venoso, una mejor circulación de la sangre, ya que te obliga a ejercitarte a una intensidad superior de la que empleamos al andar.
Postura y braceo
Adoptar una buena postura y controlar el braceo será fundamental para realizar correctamente este ejercicio físico. Se trata de una actividad que te obligará a tener un mayor control del braceo, es decir, "es un ejercicio que contribuye a que solicites más participación de la musculatura del tren superior", destacan los expertos en entrenamiento de RUNNEA.
Un correcto movimiento de los brazos que permitirá avanzar a mayor velocidad y mantener un ritmo, más o menos estable, durante un determinado periodo de tiempo.
Frecuencia
No se trata de realizar este ejercicio físico todos los días, "la clave estará en empezar con uno o dos días de ejercicio semanal e ir incrementando a medida que nuestro cuerpo se habitúe a ese movimiento", señala Iker. Una frecuencia que irá muy ligada a la intensidad del ejercicio en cuestión y que dependerá de la condición física de cada deportista.
Progresión
Tanto en duración como en intensidad. En líneas generales dependerá de la condición inicial de cada deportista. "Empezar por un calentamiento previo de 15-20 minutos y realizar una sesión de Power Walking durante 20-25 minutos nos permitirá alcanzar intensidades mayores de las que podríamos alcanzar andando y, por lo tanto, obtener mayores beneficios", destaca Iker.
"Además, a mayor intensidad durante el ejercicio físico mayor secreción de endorfinas, sustancias que alteran parcialmente tu estado de ánimo", apuntan los entrenadores cualificados de la app de entrenamiento de RUNNEA, aludiendo a los beneficios psicológicos del Power Walking.
Power Walking, ¿paso previo al running?
Ajustar el volumen del ejercicio a la capacidad del deportista de mantener intensidades superiores será clave para realizar correctamente esta técnica. Si bien es cierto que el Power Walking puede ser considerado como el paso previo a empezar a correr, se trata de un ejercicio físico que te obligará a ejercitarte a intensidades superiores.
"Todo lo que sea moverte es positivo; no obstante, como todo en esta vida, hay un punto intermedio", advierte Iker Muñoz aludiendo a la necesidad de ajustar el volumen y la intensidad a la condición individual de cada uno, "no se trata de pasar de una vida sedentaria a la práctica de Power Walking, ni muchísimo menos".
Una técnica muy recomendada para aquellos a los que andar se les queda corto y que por determinados motivos no quieren o no pueden, todavía, empezar a correr. Pero atención, "si vamos muy rápido y no estamos acostumbrados, se pueden ver resentidos algunos músculos como el tibial anterior", advierte Iker. Progresar en duración e intensidad será vital para prevenir el riesgo de lesión y evitar el sobreesfuerzo.
El mejor calzado deportivo para la práctica del Power Walking
Con todo lo explicado anteriormente acerca del Power Walking, y todos sus beneficios, desde RUNNEA no puede faltar nuestra recomendación en lo que respecta a las mejores zapatillas deportivas que te pueden encajar a la perfección para poner en práctica la marcha deportiva con todas las garantías. En este sentido, te invitamos a que leas y no pierdas detalles de nuestro artículo de RUNNEA Magazine.
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