Ese dichoso dolor abdominal que padece todo el mundo en alguna ocasión cuando realiza algún deporte que conlleve implícito correr, pero que nadie sabe muy bien por qué se produce. Hace algún tiempo existía la teoría de que ese dolor agudo estaba provocado como consecuencia de los gases intestinales, de ahí la etimología de la palabra flato. Sin embargo, actualmente existen otras teorías sobre las hipotéticas causas que originan el flato y que desmitifican la anterior.
Una de ellas afirma que este incómodo dolor se produce como consecuencia directa de la sobrecarga en los ligamentos situados en el diafragma, originada por movimientos ascendentes y descendentes. Aquí, el diafragma soporta el empuje de los órganos que están situados por debajo de él. Por tanto, si comes o bebes más de la cuenta, tu estómago estará más lleno y el empuje que ejerce es mayor debido a su mayor peso y la probabilidad de sufrir flato será más elevada.
Otra de las teorías señala a un insuficiente aporte de sangre al diafragma, el principal músculo encargado de la respiración. Esta hipótesis está en cierta medida relacionada con la ingesta de alimento y/o bebida, ya que el organismo priorizaría el envío de flujo sanguíneo hacia el estómago, en detrimento del diafragma. Sin embargo, esta teoría no aclara por qué el dolor se desplaza hacia la zona del abdomen.
Una de las últimas teorías sobre el flato apunta que al llenarse el estómago rozaría con el peritoneo, una membrana extremadamente sensible, y éste se irritaría generando ese agudo dolor.
En cualquier caso, ninguna de estas tres hipótesis ha sido probada científicamente con lo que su validez queda en entredicho y lo más probable es que esta patología se produzca como consecuencia de un cúmulo de circunstancias aún por determinar.
¿Cómo puedes evitar el flato?
Aunque a priori resulta difícil pronosticar si aparecerá o no el temido flato durante la carrera, siempre puedes seguir una serie de pautas para minimizar ese riesgo. Aquí tienes unos cuantos consejos:
- Controla la respiración. Procuracontrolar tu respiración y sincronizarla con tu ritmo de carrera, De esta forma, ayudas al diafragma evitando que se quede sin oxígeno.
- Come con suficiente antelación. No ingieras comida si faltan menos de 2 o 3 horas para salir acorrer. Además, debes evitar en la medida de los posible, alimentos que contengan mucho azúcar, grasa y sal.
- Bebe a pequeños sorbos. Es recomendable que te hidrates pero siempre en breves sorbos. Si es preciso disminuye el ritmo de carrera o camina para poder beber. Nunca tomes bebidas con gas.
- Perfecciona tu técnica de carrera. La finalidad es minimizar las oscilaciones que se producen al correr. Un buena técnica de carrera y unas zapatillas de running con una adecuada amortiguación contribuyen en cierta medida a evitar la aparición del flato.
¿Qué puedes hacer si aparece el flato?
Estás en plena carrera o entrenamiento y de buenas a primeras notas un pinchazo aguado en el abdomen. El maldito flato, otra vez. Veamos, qué puedes hacer en esa situación:
- Flexionar el tronco ligeramente hacia delante y presionar la zona del abdomen dolorida. La mayoría de las veces con este gesto es suficiente, haciendo que el flato desaparezca al cabo de unos pocos minutos, pudiendo retomar el ejercicio físico.
- Tensa la musculatura abdominal y respira de manera pausada. Continúa así hasta que el dolor de manera progresiva vaya remitiendo.
- Si el dolor es muy agudo, lo más prudente y sensato es parar de inmediato. Ya habrá más días para poder entrenar o más carreras en las que poder competir. No hay que torturarse.
Foto recurso: Rennett Stowe, Flickr bajo licencia CC I photo credit: Running. via photopin (license)
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