¿Cuánto puede bajar de peso en una semana?, eterna pregunta... Cuando iniciamos un plan de adelgazamiento o nos planteamos hacer una dieta, una de nuestras obsesiones es perder peso lo más rápidamente posible, pero es un grave error porque esa pérdida de peso no es saludable, y trae consigo numerosas desventajas. Entre otras la pérdida de masa muscular y deficiencias nutricionales, las cuales pueden derivar en una arritmia cardíaca. Además de aumentar las posibilidades de que se produzca el efecto rebote, y recuperar el peso perdido.
Es por ello que nuestro objetivo debe estar centrado en perder más grasa que músculo sin que ello suponga un perjuicio para nuestra salud. La recomendación general se establece en que no hay que perder más del 1% de nuestro peso corporal en una semana. Aunque este dato puede variar en función del grado de obesidad y de nuestra resistencia metabólica.
Como ejemplo ilustrativo ponemos el caso de una persona que tiene un peso de 86 kilos, ésta no debería perder más de 850 gramos semanales. Hay que tener en cuenta que conforme se avanza en la dieta programada se produce una reducción de grasa progresiva. Esto es que a menor peso, inferior será el porcentaje de gramos a perder.
Factores de estudio
Por otra parte, hay expertos que recomiendan el entrenamiento de resistencia para un mejor mantenimiento de los músculos mientras se quema grasa. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Columbia demuestra que los ejercicios cardiovasculares reducen un mayor número de calorías que una actividad física de resistencia limitada.
Otra pauta que también incide en la pérdida de peso es nuestro hábito de sueño. La revista 'Annals of Internal Medicine' publicó un estudio en el que los voluntarios tenían que seguir una dieta baja en calorías y dormir entre 5,5 y 8,5 horas diarias. Los resultados arrojaron que los que durmieron menos horas perdieron cerca de tres kilos en dos semanas, mientras que los que más horas durmieron perdieron dos veces más.
Al margen de los estudios e investigaciones, como hemos subrayado, queda claro que una pérdida de peso saludable conlleva una reducción de grasa y no de masa muscular. Con lo cual también estaremos contribuyendo a cuidar de nuestra propia salud.
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