El músculo se convierte en grasa y la grasa en músculo dependiendo del entrenamiento

Nutrición
El músculo se convierte en grasa y la grasa en músculo  dependiendo del entrenamiento
RUNNEA
Por RUNNEA
Redacción RUNNEA Team
Publicado el 20-04-2015

Este mito tiene su origen en que la gente cuando entrena y realiza ejercicio físico constata como sus músculos aumentan de tamaño y tono mientras reducen su porcentaje graso y que cuando dejan ese ejercicio o ante una temporada de sedentarismo, esos músculos reducen su tamaño a la vez que aumentan sus depósitos grasos. 

Este hecho les hace pensar que ambos tejidos son transmutables y lo que uno gana el otro lo pierde y viceversa.

¿Verdad o mentira?

el musculo se convierte en grasa

Nada más lejos de la realidad. Músculo y grasa son dos tejidos y estructuras completamente diferentes en características y funciones.

El tejido graso forma entre un 15-30 % del peso corporal, dependiendo de variables como el género, nivel de actividad física,… Es un tejido protector de órganos, sirve de aislante térmico, es una de las principales fuentes de energía del organismo, moviliza vitaminas liposolubles, forma tejidos,… Si bien es indispensable para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, su exceso produce riesgo de enfermedades cardiovasculares, arterioesclerosis, metabólicas,…

Por su parte, el músculo (músculo esquelético en nuestro caso, de contracción voluntaria), está formado por proteínas y agua y su principal capacidad de contracción y relajación, hace que sea el elemento activo del aparato locomotor, permitiendo sus movimientos a través de las articulaciones o manteniendo la postura corporal. Forma alrededor del 40-45 % del peso corporal.

Como ves, no tienen nada que ver uno con el otro. 

Lo que provoca esta falsa creencia es el efecto que tiene el entrenamiento y la actividad física en ambos.

Como el ejercicio físico continuado en el tiempo provoca una disminución del tejido graso (al utilizarlo el organismo como fuente de energía), y un aumento en la sección transversal del músculo (hipertrofia), mucha gente cree que uno se transforma en el otro. 

Nada de eso

La grasa que hemos perdido la hemos utilizado como fuente de energía y se transforma por diferentes reacciones químicas en energía mecánica (la contracción muscular) y principalmente en calor, que liberamos al exterior para mantener nuestros 37 ºC (transpiración a través de la evaporación del sudor). Y el músculo que hemos ganado es una adaptación de las fibras musculares al entrenamiento, por la cual aumentan su tamaño.

Cuando dejamos de entrenar por un periodo de tiempo, sucede exactamente lo contrario. Si mantenemos la misma ingesta calórica, el exceso de calorías que no necesitamos, al no requerirlas para asumir el ejercicio físico, se acumularán en las células adiposas, que aumentarán de tamaño y con ello el % de grasa corporal. Al mismo tiempo, la no ejercitación de las fibras musculares, hará que perdamos la adaptación conseguida y estas disminuyan de tamaño, perdiendo masa muscular.

Este mito está en el trasfondo del hecho de otra falsa creencia: el de aquellas chicas que no quieren entrar a la sala de spinning porque no quieren “ensanchar” sus piernas y el de aquellos chicos que no quieren entrar en la sala de fitness para no perder masa muscular.

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