¿Se puede perder grasa en zonas concretas del cuerpo?

Nutrición
¿Se puede perder grasa en zonas concretas del cuerpo?
RUNNEA
Por RUNNEA
Redacción RUNNEA Team
Publicado el 10-10-2016

El porcentaje de grasa corporal o BFP por sus siglas en inglés (Body Fat Percentage) de una persona es un coeficiente que se calcula tomando como base la masa total de grasa dividido por el total de masa corporal; la grasa corporal incluye la grasa corporal esencial y la grasa corporal de almacenamiento.

La grasa esencial es la cantidad mínima de grasa necesaria para la salud física y fisiológica básica. La grasa corporal esencial es vital para mantener la vida y las funciones reproductivas. Existe cierta controversia en relación a cuál es el porcentaje de grasa esencial saludable. Ten en cuenta que en las mujeres el porcentaje es mayor debido a las exigencias de la maternidad y de otras funciones hormonales. Por su parte, la energía que proporcionan los alimentos y que no es utilizada se almacena en el organismo y se transforma en la grasa corporal de almacenamiento.

El factor clave, por delante del ejercicio es la alimentación

Como siempre te recomendamos en Runnea, una alimentación saludable y equilibrada basada en alimentos naturales resulta fundamental para conseguir los objetivos que nos marquemos. 

Eliminar en la medida de lo posible las grasas saturadas por insaturadas resulta fundamental. Los supralimentos o superalimentos son una alternativa para mantener una alimentación saludable para la vuelta de vacaciones, un excelente complemento alimenticio que no solo te va a aportar nutrientes de calidad sino que va a evitar el consumo de grasas insaturadas cuyo beneficio es nulo para nuestro organismo. Son además muy fáciles de tomar, ya sea en tus batidos o zumos, o acompañado de un yogurth.

Porcentaje de grasa acumulada

Los porcentajes de grasa corporal se pueden calcular a través de diferentes métodos, el resultado que se obtiene se coteja con una tabla como la siguiente y en base a ese porcentaje se determina el nivel de grasa en el cuerpo.

¿Cómo Medir la Grasa Corporal?

Una rápida búsqueda en internet revelará docenas de métodos para medir la grasa corporal, estas técnicas van desde las rápidas y hasta las increíblemente detalladas.

Estas técnicas de medición pueden ayudar a los individuos a establecer los valores de referencia para la composición corporal y las metas para mantenerse en línea. 

Sin embargo, con la variación en los métodos viene una fluctuación en la precisión, algunos métodos podrían concretar tu porcentaje de grasa corporal incluso con algunos decimales de precisión mientras otros podrían dejar una gama más amplia de error. Para ayudarte a navegar por las numerosas técnicas te explicaremos algunos de los métodos para medir la grasa corporal.

Plicómetro

Quizás el método más accesible para la medición de la composición corporal sea el plicómetro, una evaluación de los pliegues de la piel que se puede hacer en cualquiera de tres, cuatro o siete sitios (es decir partes del cuerpo). La técnica pellizca la piel con un dispositivo especial en forma de pinza llamado plicómetro, para medir el espesor del pliegue cutáneo de cada zona. Los lugares de medición pueden variar de acuerdo a la fuente que se consulte, pero generalmente incluyen: el pecho, el brazo, el área abdominal y los muslos.

Mediante una fórmula se determina el tanto por ciento de grasa en la composición corporal. Cuantos más centímetros de piel se puedan "pellizcar" con el plicómetro, mayor porcentaje de grasa habrá en esa zona determinada del cuerpo.

Impedancia bioeléctrica

Aunque su nombre puede sonar un poco intimidante, la impedancia bioeléctrica es un método simple e indoloro. De hecho, el usuario no siente nada, simplemente deberá situarse en una báscula especial que emite pequeñas ondas eléctricas que recorren el cuerpo; las básculas de impedancia bioeléctrica van desde las más simples (una báscula normal con los electrodos debajo de cada pie) a las más complejas (básculas que cuentan con asideros con electrodos adicionales).

Independientemente de la máquina, los dispositivos funcionan enviando pequeños impulsos eléctricos a través del cuerpo y la medición se basa en la rapidez con que regresan esos impulsos. Dado que el tejido magro conduce los impulsos eléctricos más rápido que el tejido graso, un tiempo de respuesta más rápido se correlaciona con un físico más delgado.

Cálculo rápido

Quizás no sea el método más exacto, pero si el más práctico que podemos realizar desde nuestra propia casa. Utilizando nuestra altura, peso y el contorno de cintura, cuello y en el caso de las mujeres la cadera, se puede realizar una medición rápida del porcentaje de grasa corporal.

Si pensabas que los rayos X eran sólo para descubrir huesos rotos, estabas equivocada. Una exploración DEXA expone a los pacientes a rayos X de diferentes intensidades y se puede utilizar para medir la densidad mineral ósea junto a la composición corporal. Los participantes se encuentran en una mesa mientras un brazo de la máquina pasa por encima de todo su cuerpo, este emite rayos X de baja energía. Mediante la medición de la absorción de cada luz en las diferentes partes del cuerpo, los técnicos pueden obtener lecturas de la densidad mineral ósea, la masa corporal magra y la masa grasa.

Cómo las hormonas influyen en la acumulación de grasa

Las hormonas son mensajeros químicos que regulan los procesos en nuestro cuerpo. Son uno de los factores en la causa de la obesidad. Las hormonas leptina, insulina, hormonas sexuales y la hormona de crecimiento influyen en el apetito, el metabolismo (la velocidad a la que nuestro cuerpo quema kilojulios de energía) y la distribución de la grasa corporal. Las personas que son obesas tienen niveles de estas hormonas que fomentan el metabolismo anormal y la acumulación de grasa corporal.

Un sistema de glándulas, conocido como el sistema endocrino, secreta hormonas en nuestro torrente sanguíneo. El sistema endocrino trabaja con el sistema nervioso y el sistema inmunológico para ayudar a nuestro cuerpo a hacer frente a las distintas situaciones y tensiones. Los excesos o deficiencias de hormonas pueden conducir a la obesidad y, por otra parte, la obesidad puede conducir a cambios en las hormonas, convirtiendo esto en un ciclo.

El lugar donde almacenas grasa está determinado por la combinación de los genes y de las hormonas. Muy poco puede hacerse para cambiar la genética, pero es posible realizar acciones que efectúen un cambio en las hormonas y que por consiguiente regulen nuestro sistema.

Perder grasa en lugares específicos

Cuando tendemos a acumular grasa en zonas específicas de nuestro cuerpo e iniciamos un plan de ejercicio, es común que deseemos que la grasa desaparezca precisamente de esas zonas conflictivas. El problema radica en que cuando realizamos una actividad física, nuestro cuerpo utiliza todas las reservas de grasa acumulada para obtener energía, lo que quiere decir que la grasa se quemará de forma uniforme en todo el cuerpo y no solamente en el área que deseamos.

Como hemos visto anteriormente, la acumulación de grasa es una combinación entre genética y hormonas, por lo que si estamos frente a depósitos de grasa en lugares específicos del cuerpo, además de nuestra dieta y plan de ejercicios, es una buena idea echar un vistazo al trabajo interno de nuestro sistema endocrino.

El sistema BioSignature

El BioSignature es un método para evaluar la composición corporal que nos permite identificar algunos desequilibrios hormonales y en base a ello llevar a cabo acciones concretas que permiten eliminar la grasa de zonas específicas de nuestro cuerpo.

Estas pruebas fueron desarrolladas por Charles Poliquin y consisten en medir los pliegues del cuerpo por medio del plicómetro para determinar en qué zonas se está acumulando mayor cantidad de grasa y por ende qué hormonas pueden estar afectando el equilibrio normal del cuerpo. En base a esta evaluación entonces se determinarán los planes de ejercicio, suplementación y alimentación que se requieran en cada caso.

El método ha resultado un poco controversial, principalmente porque se basa en análisis empíricos, más que en estudios científicos; sin embargo, sí es cierto que la grasa de determinadas zonas responde a factores hormonales y que un cambio en este patrón hormonal anormal puede representar una gran ayuda en la pérdida de grasa local en conjunto con un buen plan de entrenamiento. Por ejemplo:

El cortisol y la grasa abdominal

Cuando estamos sometidos a gran cantidad de estrés o nuestros hábitos de sueño no son los correctos, nuestro cuerpo empieza a producir cortisol; esta hormona activa la lipoproteína lipasa o LPL, que se encarga de que acumulemos grasa, principalmente en la región abdominal. Por lo tanto si tendemos a acumular grasa abdominal, es probable es que estemos sometidos a grandes cantidades de estrés o que no estemos durmiendo correctamente.

Cuando se habla de estrés en el cuerpo, hay dos opciones disponibles para nosotros, la primera opción es parar, reducir o eliminar el factor estresante que lo origina. Esto es lo ideal, por desgracia el estrés no puede quitarse por completo de nuestras vidas, en este caso, se optará por la segunda opción que es aumentar la resistencia del cuerpo.

Esto se logra mejorando nuestros hábitos de vida, principalmente los patrones de sueños, pero ¿por qué dormir bien es tan importante? Cuando dormimos, producimos una mayor cantidad de la hormona del crecimiento, la cual inhibe hasta cierto punto la acción del cortisol en nuestro cuerpo y por consiguiente nos ayudará a acumular menos grasa en la región abdominal y a eliminar más fácilmente la que ya se encuentra almacenada.

La testosterona

Niveles bajos de la hormona testosterona o el exceso en la conversión de testosterona a estrógeno tienen relación con la acumulación de grasa en el área del pecho de los hombres. La testosterona está específicamente relacionada con el crecimiento de los músculos; a mayor masa muscular, nuestro cuerpo necesitará más energía para mantenerse en funcionamiento, por lo que los depósitos de grasa se queman más fácilmente. Un buen nivel de testosterona tanto en hombres como en mujeres, ayuda a combatir de mejor forma la acumulación de grasa.

El estrógeno

La razón por la que los hombres y las mujeres poseen diferencias tan marcadas sobre el lugar donde se acumula la grasa tiene como razón principal las hormonas. El estrógeno es una hormona femenina relacionada íntimamente con la reproducción y lleva a que las reservas de grasa se acumulen en el área gluteofemoral, cuando inicia la menopausia el patrón de acumulación puede cambiar; al descender el estrógeno la grasa cambia su lugar de acumulación y cambia de la parte inferior a la superior.

Conclusión

Aunque la acumulación y la consiguiente pérdida de grasa en zonas específicas del cuerpo puede responder a varios factores, identificar las zonas del cuerpo con tendencia al almacenamiento de tejido adiposo puede ser un buen punto de partida cuando se busca un físico más saludable. Lo recomendable será siempre consultar con un profesional quien podrá guiarnos hacia los mejores métodos para lograr nuestros objetivos.

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