El pádel no es un deporte exento de producir lesiones. A pesar de ser una actividad abierta a todo tipo de persona, independientemente de su edad o condición física, no deja de implicar un esfuerzo y por ello hay que tomar todas las medidas posibles para evitar sufrir algún "roto".
Por eso, no nos cansaremos de repetir que antes de darle a la pala de pádel es necesario dedicar unos minutos a realizar un calentamiento, y posteriormente estirar los músculos al finalizar el partido. Del mismo modo, hay que mimar nuestra equipación y elegir unas zapatillas de pádel confortables, ligeras y de buena calidad, además de pillarnos la pala que mejor conjugue no sólo con nuestro juego, sino que tenga el peso idóneo para que no terminemos por dañar la muñeca o el hombro. Sin olvidar que poseer una buena o mala técnica puede favorecer o no la aparición de lesiones, así que no dudes en apuntarte a unas clases si crees que no te vendría mal perfeccionarla un poco. ¡Te saldrá más barato que vértelas con alguna de las lesiones que te vamos a contar en este artículo!
Como veremos en este repaso a cinco lesiones frecuentes en el pádel, son las afecciones a las articulaciones y los daños musculares los mayores "castigos" sobre nuestro cuerpo que se producen al practicar este deporte, y en general son producto de un sobreesfuerzo, un mal calentamiento o una incorrecta hidratación.
1. Tendinitis
O lo que es lo mismo, la inflamación de los tendones, las estructuras fibrosas que unen los músculos y los huesos, que puede ser producto de un traumatismo o por sobrecarga secundaria a una labor o práctica deportiva.
En pádel suele ser habitual vérselas con la tendinitis del manguito rotador (o de hombro), el conocido "pinzamiento", la epicondilitis o tendinitis en el codo, la famosa "codo de tenista", y la tendinitis en el tendón de Aquiles, frecuente al intensificar la actividad física con mucha intensidad, por la superficie de juego o por una mala elección en el calzado.
Para tratar una tendinitis los especialistas suelen recomendar combinar el reposo con un tratamiento farmacológico con antiinflamatorios no esteroideos.
2. Esguinces
Los esguinces hacen acto de presencia al dañarse los ligamentos tras llevar a cabo algún movimiento brusco. Al producirse es imprescindible una rápida inmovilización de la articulación, aplicar frío y acudir al médico. En pádel, son más habituales los de rodilla, que se suelen notar al producirse un chasquido y un posterior dolor e inflamación de la zona, y los de tobillo.
Hay que subrayar el riesgo que corremos si no curamos correctamente un esguince, ya que si el ligamento dañado no cicatriza adecuadamente, existe un mayor riesgo de padecer nuevos esguinces y luxaciones en el futuro.
3. Distensión muscular
Se ocasiona cuando un músculo es sometido a un estiramiento exagerado y presenta ruptura parcial de alguna de sus fibras. Esta dolorosa lesión puede ser causada por un accidente, uso inadecuado de un músculo o utilización exagerada del mismo.
Es recomendable reposo los días posteriores a la lesión. Los antiflamatorios o el paracetamol pueden servir para calmar el dolor y la hinchazón de los primeros días.
A medida que disminuya el dolor, el uso de calor puede ayudarnos también, junto con algún estiramiento y ejercicios suaves para llevar sangre al área lesionada.
Las distensiones se suelen producir por no haber realizado un correcto calentamiento o por no haber estirado bien el músculo tras la práctica del ejercicio.
4. La condromalacia rotuliana
Las rodillas también sufren lo suyo al practicar pádel. La condromalacia rotuliana en concreto se produce debido a un desgaste en la superficie del cartílago de la cápsula posterior de la rodilla y es producto de la permanente fricción entre la rótula y el fémur al mover la rodilla. Es bueno fortalecer los cuádriceps para intentar evitarla.
Los síntomas más habituales al sufrir esta lesión son la sensibilidad en la rodilla, sensación de rozamiento en esta articulación al extender la pierna, o un dolor en la zona frontal que se incrementa al levantarse después de haber estado tiempo sentados, al subir escaleras o al finalizar un ejercicio.
Para su tratamiento se recomienda acudir a la fisioterapia, mediante masajes, ultrasonidos, estiramientos musculares, fortalecimiento de cuádriceps, ejercicios propioceptivos de rodilla , punción seca y radiofrecuencia.
5. Luxación
Terminamos nuestro repaso a 5 lesiones frecuentes en el pádel con una (muy dolorosa) lesión que se produce como consecuencia de la separación de las dos partes de una articulación, y que es ocasionada al aplicarse una fuerza muy intensa sobre un ligamento que conlleva la separación de los extremos de dos huesos conectados.
La luxación más habitual al jugar a pádel es la del hombro, y obliga a recolocar el hueso de manera correcta y a tener un cuidado especial durante el tiempo de rehabilitación para evitar posibles consecuencias.
Leer más noticias de: Pádel news