La vida nos lleva muy deprisa desde que nacemos. Tenemos prisa cuando somos niños por ser un poco menos niños; cuando somos adolescentes por ser menos adolescentes; cuando cumplimos la mayoría de edad seguimos teniendo prisa por cruzar un poco más esa barrera que nos aleja de la frontera legal...y así hasta que llegamos a la plena juventud, como es nuestro caso, y la vida nos lleva a ser madres...y es entonces cuando comienza nuestra carrera de fondo, nuestro particular "maratón". Porque ser madre es una bonita carrera de fondo...una carrera sin meta final. Y a pesar de contar con ayuda de pareja y/o familia, hacemos esta carrera nuestra. Esa es la realidad.
Estas son nuestras tres historias para celebrar el Día de la Madre, las historias del trío calavera como así nos llamó Gorka Cabañas el primer día que nos reunimos en Bilbao.
La historia runner de Verónica Martín
Me llamo Verónica, y esta es mi historia para el Día de la Madre.
Cuando Sonia, una de mis compañeras del Runnea Women Team nos proponía a Lexury y a mí escribir un post para el día de la madre como "mamás runners", la verdad es que me pareció genial, ya que las tres además de corredoras, somos madres. Pero pasada la euforia inicial, me di cuenta de que en mi caso, compaginar familia y zapatillas de running era bastante más fácil que para ellas. Entonces ¿qué podía aportar yo? A pensar toca!
Yo empecé a correr hace cinco años, para entonces mis hijas estaban escolarizadas y el trabajo me había dejado hacía tiempo. Básicamente necesitaba hacer algo más que llevar a las peques al cole, tomar un café con algunas mamás y algunos papás e ir a casa para hacer eso que llaman "las tareas del hogar". Así que me apunté a un gimnasio donde acudía un par de días a la semana y el resto lo ocupaba entre salir a caminar, lo que después se convertiría en salir a correr y ocuparme de mi empresa familiar! Entiéndase por empresa familiar mi casa, mis chicas, etc..
Como veis a simple vista muchos problemas para conciliar a día de hoy no tengo, procuro salir a correr por las mañanas aunque si se tercia también lo hago por la tarde. Al principio solo si estaba el papi para hacerse cargo de ellas. Ahora mismo son dos adolescentes, y la verdad sea dicha, están deseando que salga a correr y las deje "tranquilas"....
Ser mamá compensa y mucho, pero conciliar el ocio, en nuestro caso el running, con el trabajo y la familia es muy difícil, si no hay alguien más en dicha ecuación
He recordado cómo empecé a hacer deporte, fue cuando comencé a trabajar, siempre me gustó estar activa y me apunté por primera vez a un gimnasio. Luego me casé y dejé el deporte de lado. Cuando nació mi hija mayor y después de la baja maternal, mi jefa prescindió de mí y digamos que empezó mi etapa de Maruja modo ON. Nació la segunda y durante un par de años más estuve bastante entretenida con ellas hasta que, como os he contado antes, empezaron el colegio y empecé a disfrutar de tiempo libre, tiempo que quería ocupar en esas cosas que durante unos años ni me había planteado hacer.
Así que como veis trabajo, familia y zapatillas nunca han sido un problema ya que no han llegado a coincidir en la misma ecuación. Supongo que en su momento ni se me pasó por la cabeza tener "mi espacio". Yo sí tengo a alguien que me facilita poder disfrutar de lo que tanto me gusta. Pero así y todo, no dejo de sentirme "egoísta" cuando me pongo las zapatillas de running y salgo de casa para correr...
La historia runner de Lexuri Crespo
Me llamo Lexuri Crespo, mi niña se llama Izaro y tienes 2 años. Me considero una amatxu con una locura importante, llamada runner o trailrunner, y aquí va un pequeño resumen de mi locura..
Al ser amatxu, sabía que mi vida iba a cambiar por completo, pero también tenía claro que el running no la iba a dejar de lado. Gracias a él he sabido encontrar un momento para mi, ese momento que toda persona necesita para desconectar del mundo y que no quería perder por nada del mundo. Llamarme egoísta, pero creo que tener un bebe no impide el seguir haciendo lo que nos gusta.
Los primeros meses fueron bastante duros, yo la daba pecho y organizarme con los horarios era toda una odisea, ya que las tomas no saben de horarios y lo mismo podía estar 3 horas sin tomar leche que te pedía a cada hora. Pero a mi el parto me hizo ser mucho más cabezota de lo que era y sabía que si quería volver a correr tenía que pedir ayuda.
Creo que ser madre es cuestión de dos, sí que nosotras tenemos la mayor carga, pero creo que ellos tienen que formar parte de esto. Tienen que colaborar, ayudar en todo lo que sea posible, formar equipo para que la familia esté mucho más unida
Yo tuve la gran suerte de que mi pareja puso de su parte para que yo pudiera empezar a correr. Sí, el también forma parte de mi gran locura y sin su ayuda esto no habría sido posible.
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La vuelta al running fue poco a poco... Después de la cuarentena pude empezar hacer mis sesiones de hipopresivos y así fortalecer toda la zona pélvica. Estuve dos meses yendo a un centro especializado a Bilbao y como os podéis imaginar me tenía que llevar a mi pequeña conmigo. Ella no daba ni gota de guerra pero sí tocaba en mitad de la sesión teta pues no había más remedio que pararla. Poco a poco iban pasando los días, mis subidas al monte eran más frecuentes (andando y siempre cargada de mi pequeña en su mochila) y yo me iba encontrando más a gusto conmigo misma. Este es otro factor en nuestra contra, nos cambia tanto el cuerpo que por lo menos tardamos año y medio en volver a nuestro estado de antes de quedarnos embarazadas. Hoy es el día que todavía me quedan 2 kilos del embarazo, parecen pocos pero cuestan un huevo y la yema del otro quitarlos.
Como os he dicho antes organizarme con los horarios era un poco locura, antes de ir al gimnasio siempre la daba el pecho y estaba pendiente del teléfono por si tenía que salir corriendo (que más de una vez me ha tocado). Así estuve por lo menos 2 meses, hasta que al cuarto mes empecé a trotar...Puff madre mia: Sensaciones horribles, pulsaciones por las nubes y una fatiga increíble! Pensaba en que Izaro estaba conmigo, que ese era mi sacrificio y todo se me pasaba.
Tocaba ponerse un objetivo y qué mejor que con una de las mejores carreras, la Behobia San Sebastián. Iba sin ningún objetivo, no estaba en mi mejor forma física y sabía que me iba a costar la vida, pero la tenía que correr, por mi y por ella. No me salió el mejor tiempo de mi vida, pero la disfrute como nunca, ya que me había costado la vida poder sacar los entrenos.
Según van pasando los meses e Izaro va creciendo, todo es mucho "más fácil". Ahora puedo madrugar hacer mi entreno y llegar para cuando ella esté despierta o incluso salir a última hora del día y que ella se quede con su aita. Si que es verdad que mis horarios son bastante buenos o que incluso puedo tirar de amama cuando es necesario para poder salir a entrenar. A ella si que la tengo que agradecer la vida todo lo que está haciendo para que yo pueda seguir entrenando duro. Ella a parte de ser la mejor madre del mundo, es la mejor abuela del mundo entero y esto también es parte de ella, sin ella todo esto tampoco sería posible.
Todo esto que os he contado es un pequeño resumen de mi vuelta al running siendo amatxu. Que no todo es color de rosa y que todo cuesta. Que si necesitáis ayuda para salir a entrenar que tiréis de toda persona cercana que tengáis. Que tenéis que tener paciencia, el cuerpo es sabio y que los tiempo os irán saliendo poco a poco. Así que poneros un objetivo y a darle caña a esas patas.
La historia runner de Sonia Pérez Ramos
Me llamo Sonia, soy un tercio del trío calavera y como ya sabéis os cuento mis aventuras y desventuras en mi blog de mamá runner de Runnea, asi que aqui os recuerdo un poco mi historia para el día de la madre haciendo hincapié en la mejor: mi madre.
Mi madre se llama Esther, y se partió la espalda (casi casi literal) en la famosa "congeladora" de mi pueblo para sacarnos adelante a mi hermano Juan y a mi.. Mi hermano decidió no estudiar (cosa que ahora le pesa, lo sé), pero yo me marché a la universidad a Zaragoza para cumplir mi sueño de ser maestra. La ví meter montones de horas extras a pesar de hacer turnos de 6 a 14h, de 14 a 22h y hasta en el turno de noche para poder hacer frente a mis ilusiones.
Cuando aprobé las oposiciones de 2009, me quité un peso de encima, sentí que por fin le había demostrado que todo lo que había trabajado en su vida por mí había servido para algo; pero también sé que si las hubiera suspendido, y si hoy me dedicase a otra cosa, estaría igualmente orgullosa de mi, como también lo está de mi hermano.
Muchos de sus esfuerzos los veo reflejados en mi conducta como madre. Saco tiempo para mi de donde no lo hay al igual que lo hacía ella. De ahí mis madrugones imposibles antes de ir al cole, mis modificaciones en los entrenos de Runnea Academy, e incluso salir del trabajo e ir a correr de seguido para luego poder dedicarle toda la tarde a ellos.
Siempre he sido una chica muy activa. En mi juventud fui socorrista durante 7 veranos lo que me llevó a mantenerme en forma a través de la natación; también hice aerobic, spinning, e incluso me dio una temporada por andar en bici...así hasta llegar a descubrir, a mis 40 años, lo que realmente me hace feliz, lo que me ha devuelto la alegría y lo que ha supuesto una válvula de escape para mi día a día: Runnear.
Tras nacer Jimena, y hacer frente a una serie de complicaciones varias, me calcé las zapatillas para correr, y así evadir los problemas y el estrés de mi día a día a golpe de zapatilla.
Correr me hace evadirme, distraerme, no pensar en mis problemas; me hace ser disciplinada con los horarios de los entrenos de la Runnea Academy porque de ellos depende el tiempo que me quede para preparar mis clases de maestra y para hacer las tareas del hogar
A su vez, me ha permitido escribir este blog en Runnea donde os cuento mis cosillas. He descubierto que me encanta escribir. Escribir me desahoga. Escribir me ha permitido conectar con #gentequesuma, gente que ha llegado a mi vida para quedarse y para disfrutar conmigo de esta loca aventura que estoy viviendo.
Todo esto no sería posible si no tuviese el respaldo de mi familia, esa que vio cómo este hobbie, poco a poco, se ha ido convirtiendo en una parte muy importante de mi vida. Runnear me ha devuelto la sonrisa, aunque ahora esté un poco difusa por mi lesión. Desde aquí, como siempre darles las gracias a los míos (familia, amigos y cuchipandi) por apoyarme, por aguantarme y por soportarme día a día. Y a ti Mamá, gracias por ser mi espejo, mi mejor ejemplo ¡Eres única, eres especial...Eres mi madre!
Para todas esas madres que cuando les pides una mano, te dan tres! ¡FELIZ DIA DE LA MADRE!
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