No era como otro domingo cualquiera, tocaba ponerse un dorsal que desde Febrero no me ponía uno y ya tenía ganas... Aquí os cuento mi crónica en el I Trail Okondo, 17kilómetros y 900 metros de desnivel positivo.
Crónica I Trail Okondo
A las 7 de la mañana sonó el despertador, puff que pereza había quedado a las 8h y me tocaba hacer el ritual del desayuno. Prepararme el café, la fruta y las tostadas con aguacate y jamón. La noche anterior me prepare la bolsa con todas las cosas que necesitaba llevarme para la carrera, como por ejemplo: La cámara GoPro, el gel, el Suunto 9, las zapatillas, las mallas, las camiseta del equipo Azpigorri mendi kluba, el top y el resto de las cosas que me hacían falta para la ducha y demás... Como siempre en el estómago tenía las mariposas de los nervios a flor de piel y esa sensación antes de una carrera me encanta.
Iñaki y yo llegamos pronto a Okondo, nos estaban esperando los demás que habían ido a dormir en caravana. Vanessa, Maleni, Ainara y Sergio todavía no habían desayunado y prácticamente se acaban de despertar. Yo cada vez me empezaba a poner más nerviosa, ya que teníamos a cierta distancia el guardarropa y todavía nos quedaba coger los dorsales. Pero esta gente no se pone nerviosa ni a tiros Jajaja...
A calentar
Me pongo a calentar a 15 minutos de la salida, tarde como siempre lo se, pero no hacía más que pensar en lo que me esperaba en carrera. Yo soy de esas personas que cuando va a una carrera no mira nada, ni el perfil, ni donde están los avituallamientos, ni nada de nada. En estas carreras cortas no me suele preocupar ya que no paro en los avituallamientos, en la mochila llevo agua de sobra y un gel por si acaso.
Salida rapidísima
Vanessa y yo nos ponemos prácticamente delante en la salida, ella está mucho más nerviosa y me empieza a contagiar sus nervios. Hablé con ella de intentar hacer la carrera juntas, de ponerme detrás de ella e intentar tirar lo máximo posible, pero no pudo ser... Los dos primeros kilómetros de subida fueron matadores, intenté seguirla todo lo que pude, pero llegó un momento que la subida era tan pronunciada que tuve que dejar de correr y ponerme andar a un ritmo rápido. Desde ese momento la perdí y ya no la volví a ver en toda la carrera.
Me enganche a grupete de dos chicos que llevaban un buen ritmo para mi, ellos tiraban en las subidas y yo en las bajadas, fue un tira y afloja en toda regla. Pero me vino muy bien para no pararme en las subidas e intentar trotar lo máximo posible. Una vez que entre en carrera (que a mi es lo que más me cuesta) empecé a tirar pero bien, cada vez me encontraba mucho más a gusto conmigo misma y mis piernas iban solas.
En las zonas donde podía correr me notaba mucho más suelta y en las cuestas que no eran muy inclinadas las subís trotando. Me sentía tan orgullosa de mi misma y con tanta confianza que no quería que la carrera terminase.
La importancia de fortalecer el suelo pélvico
Lo peor que llevé fueron los últimos 4 kilómetros de bajada. Notaba que tenía la vejiga llena y cada bote era un suplicio para mi. Se me pasó unas cuantas veces parar y mear pero no quería perder tiempo. Se que es una zona que tengo que fortalecer, el suelo pélvico es muy importante para lxs corredxs y tenemos que saber darle la importancia que se merece, yo lo tengo un poco abandonado. Así me pasa lo que me pasa, que el las bajadas tengo la sensación de que se me va a escapar el pis y no tengo ninguna vergüenza en decirlo, esto es algo natural que pasa a raíz de ser amatxu. Así que me toca ponerme manos a la obra de nuevo con los hipopresivos.
El último 1,5km de la carrera fue precioso, pasamos por un viñedo de txakoli, una pena que no nos dieran un vasito al terminar el recorrido Jajaja, habría sido un buen avituallamiento. Me iba acercando a la meta y cada vez se veía a más gente animando, los nervios iban en aumento y el nudo en la garganta era cada vez mayor. Iba a bajar de dos horas y en meta me estaban esperando mi chico con Izaro, no sabías las ganas que tenía de cogerla en brazos y pasar el arco de meta, creo que me pasé toda la carrera pensando en ese momento.
Una vez que la vi la cogí en brazos y entramos las dos más felices que unas castañuelas, el crono marcaba 1h59 OBJETIVO conseguido!!! Las lágrimas inundaban mi cara, sabía que me había esforzado y que había dado el máximo posible.
Mucha mejoría entrenando con Runnea Academy
Desde que estoy entrenando con @runnea.academy he notado muchas mejoras. Aparte de que me he vuelto más constante con los entrenos e intento no saltarme ninguno, tengo mucha más capacidad de aguante.
- Aguanto mucho más corriendo y voy más rápida, lo que antes en las zonas donde podía correr casi siempre me paraba a descansar.
- No me paro en las subidas, las hago todas del tirón aunque tenga que subirlas andando.
- Me noto como con más potencia en las piernas, tienen mucha más fuerzas para tirar.
- No me fatigo.
- Me recuperó muchísimo mejor después de una carrera, las agujetas son casi inexistentes.
Se que todavía me queda mucho por mejorar, sobre todo en las salidas que son explosivas y en las subidas. Pero se que ahora con los entrenamientos específicos de trail en Runnea Academy todo irá sobre ruedas. #lomejorestaporllegar
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