Un sueño estaba a punto de cumplirse y no me esperaba que fuera así de bien. Ya puedo decir que soy finisher en la prueba de la Ehunmilak 2019. Más concretamente en la carrera Marimurumendi, después de superar 42 kilómetros de distancia y 2.300 metros de desnivel positivo.
Llevaba más o menos unos 6 meses preparándome con Runnea Academy para este gran día, yendo de menos a más y dejando de lado muchísimas cosas para poder sacar los entrenamientos hacia delante. Después de una semana de resaca emocional toca valorar lo que viví aquel domingo 14 de julio.
Ehumilak 2019, toda una fiesta de trail en Beasain
El sábado nos presentamos en Beasain mis aitas, mi chico, Izaro y yo. Habíamos alquilado una casa rural en Mutiloa, y casualidades de la vida justo pasaba la carrera Ehunmilak y la G2H. Mientras hacíamos tiempo para comer veíamos pasar a los corredor@s de la de 88km, algunos iban bien, otros hechos polvo y con ganas de terminar... Yo andaba pendiente de Alberto, un compañero de mi equipo de montaña Azpigorri, sabía que le quedaba poco para pasar y quería darle ánimos ya que iba un poco fastidiado. De repente mientras estábamos comiendo le veo pasar y salgo a todo correr del restaurante para darle ánimos y decirle que ya le quedaba poco. Después de comer nos fuimos a descansar, el domingo iba ser un día largo y yo necesitaba estar lo más descansada posible. Estaba tan nerviosa que no conseguía pegar ojo, así que levanté a todo el mundo y nos fuimos a Beasain a ver el ambiente que había. El pueblo estaba lleno de gente animando y no paraban de llegar corredores a meta, esa meta que sería mi salida al día siguiente.
A las 6 de la mañana sonaba el despertador, apenas había dormido unas horas ya que los nervios los tenía al 100%. Encima durante toda la noche estuvieron pasando corredores de la carrera de 168 km y en plena noche el sonido de los bastones se escuchaba mucho. Además venían familiares y amigos animarles, así que os podéis imaginar el jaleo.
El estómago lo tenía cerrado y el desayuno apenas me entraba, pero me obligue a desayunar bien, sabía que me esperaban bastantes horas corriendo y el hambre no me iba a perdonar... Llegamos súper pronto a Beasain, pero aún así había muchísimo ambiente, ya que todavía seguía llegando gente de la ultra y en ese pueblo los ánimos no se apagaban ni de noche.
Reto de la Marimurumendi 2019, primera maratón de montaña
Sobre las 7:45 fui a la salida, me puse bastante hacia delante, demasiado para mí gusto, pero ahora pensándolo en frío creo que fue lo mejor que pude hacer. En esos 15 minutos hasta la cuenta atrás estuve muy nerviosa, no paraba de mirar la chuleta que me había apuntado la noche anterior en la mano... Puntos de control, avituallamientos, en qué kilómetro tomarse cada gel (gracias Lander por tus consejos, me sirvieron de gran ayuda)... No paraba de beber agua, de mover las piernas, de tocarme todos los bolsillos del chaleco una y otra vez para asegurarme de que estaba todo en su sitio. Incluso, os puedo decir que se me cayó alguna que otra lágrima jejeje
5 4 3 2 1 salí a buen ritmo, pero intentando que la gente no me llevara a un ritmo más alto, sabía que tenía que dosificar las fuerzas desde el kilómetro 1. La gente me iba pasando por un lado y por otro, pero yo iba a lo mío, disfrutando del ambiente y de cada zancada.
De repente me llamaron por mi nombre y me encontré con Josean, un chico que conocía por la redes.. Tiramos buena parte de la subida juntos, charlando, hablando de sus vacaciones... aunque yo iba un poco agobiada por el tema de los ritmo y demás, no quería ir por encima de mis posibilidades, ya que me quedaban muchos kilómetros por delante. En uno de los avituallamientos él se quedó más tiempo que yo, así que pensé "esta es la mía para tirar y dejarlo atrás".
Seguí un buen rato sola, llevaba un ritmo cómodo y constante, encima los kilómetros no me pesaban y me seguía encontrando bien conmigo misma, iba disfrutando. Josean me volvió a pillar y hicimos un pequeño grupete con otros dos chicos. Cada uno a su ritmo, pero íbamos los 4 juntos.
Yo me deje de agobiar, me centré en mi ritmo y si ellos tiraban de más yo me quedaría en mi sitio que estaba tan a gusto. Aunque también sabía que me iba a venir muy bien ir en ese grupete, el ir con gente que tirase un poco más que yo me vendría bien
Cada vez que pasaba por un avituallamiento teníamos los controles de paso, mi familia me iba siguiendo por la página web de la carrera y mi chico me empezó a meter presión con la posición (10). Tenía muy cerca a las 11, pero no quería entrar en ese juego de tira y afloja, yo no me estaba jugando nada, únicamente quería terminar mi carrera. En la subida a IZAZPI km20 la empecé a ver, tire con todas mis fuerzas hacia arriba, pero madre mía con la subidita... Seguí unos kilómetros más delante de ella hasta que la tuve muy cerca, mi chico me mandó un audio y me dijo "déjala pasar, todavía te quedan los 10 últimos kilómetros" ahora empezaba realmente la carrera...
Marimurumendi 2019, la Behobia de la montaña ¡Apoteósis final!
Km33 la última subida, el sol empezaba aparecer y mis fuerzas empezaban a flojear. Seguía con Josean que me daba muchos ánimos y me decía "última subida y valoramos como tenemos las patas para la bajada". Me engaño, vimos una torre de electricidad y me dijo... "hasta esa torre" y resultó ser la siguiente Jajaja. Yo empezaba a notar alguna molestia en el gemelo, pero poca cosa. Empezamos a bajar y las patas iban bien, él iba a un ritmo algo más alto que el mío, pero yo le iba siguiendo todo lo que podía.
Según pisamos el asfalto se me hizo un nudo en el estómago, empecé hacer pucheros y las lágrimas empezaron a recorrer mi cara. "madre mía iba a terminar mi primera maratón". Vi a mi madre animando como nunca, a toda la gente de Beasain, a mi chico con Izaro y a mi aita justo en la meta. Fue algo emocionante, algo que jamás había vivido, un subidón de adrenalina por todo lo alto.
Mi amiga Oihana me dijo que la Marimurumendi era la Behobia San Sebastián de la montaña, que iba a tener gente animando en cada subida, en cada recta, en cada esquina de la montaña y no la faltaba razón.
Cómo anima la gente de Beasain, como te llaman por tu nombre y te animan como si te conocieran de toda la vida. Sólo puedo tener palabra positivas para esta carrera, organización de 10, voluntarios al 100%, que más se le puede pedir???
La cara se me inunda de lágrimas escribiendo este post y recordando los momentos vividos. Soy muy afortunada de verdad, he tenido a mi gente muy cerca. Mis amigos me han entendido cuando no podía quedar con ellos por tener que entrenar, fines de semana en los que he tenido que tirarme toda la mañana en el monte y no poder estar con mi familia; mis padres han estado ayudándome cada vez que necesitaba dejarles a Izaro para cumplir con mis entrenamientos. A mi #triocalavera, Vero y Sonia, que me han dado ánimos cada vez que las escribía cuando estaba de bajón. Y bueno no me puedo olvidar del equipazo de Runnea por todo el aguante que han tenido conmigo y por todo el apoyo que me han dado.
Qué sepáis que todos estos kilómetros también son parte vuestra. GRACIAS a cada una de las personas que han estado cerca de mi.
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