Volver a la rutina de los entrenamientos después del verano es duro para cualquier runner. Supone muchas veces como empezar a correr desde cero. La dura vuelta a la realidad, y las dudas de cómo empezar el entrenamiento suele ser nuestra mayor preocupación a la vuelta de las vacaciones, tras un parón prolongado o si decides empezar a correr sin haberlo hecho nunca.
Parar un tiempo también es bueno. Puede que hayas pasado unos meses tranquilos disfrutando de cada rodaje, sin ninguna meta en el horizonte y saliendo a correr por gusto. Volver a calzarse las zapatillas, precipitarse y lanzarse a por nuevos objetivos desde el primer día puede ser contraproducente para el cuerpo y la cabeza, convirtiéndose en "un querer y no poder".
Por eso el regreso al entrenamiento es otro de los muchos retos que tenemos frente a nosotros. Las ganas de empezar a correr, de vernos de nuevo cogiendo la forma y comparar ritmos con meses anteriores son los que nos pueden hacer equivocarnos y comenzar más rápido de lo que debemos. Paciencia y mucha calma porque el primer mes puede ser muy duro.
El entrenamiento deberá comenzar de forma pausada, yo aconsejo empezar con rodajes suaves durante más o menos un mes, disfrutando de caminos, rutas....por supuesto cada uno se conoce y debe controlar la cantidad de tiempo por la que empezar a correr. Si sientes esa tranquilidad y ves que cada día te cuesta un poquito menos iras por el buen camino. Empezarás a coger de nuevo sensaciones y estarás preparando la mente para futuras carreras que nos esperan durante el año. Recuerda que aunque no fuerces desde el primer día estás entrenando correctamente.
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Unos buenos consejos para la vuelta:
- Comenzar no dándolo todo. Si durante el año hacemos unos tres o cuatro días de entrenamiento, al principio es mejor ir menos días para ir cogiendo las sensaciones poco a poco. Lograremos que nuestros músculos se recuperen mucho mejor. No sirve de nada querer salir a tope los primeros días, porque lo único que podemos conseguir es lesionarnos.
- Escuchar a nuestro cuerpo y saber en todo momento hasta dónde podemos llegar. En ningún caso hay que forzarlo y obligarle a dar más de lo que es capaz. Es aconsejable cuidar que la vuelta a la actividad sea progresiva, controlada y lo menos lesiva posible.
- Empezar poco a poco con ejercicios sencillos, de técnica de carrera, estiramientos y gimnasio. Nuestros músculos están en un estado de relax por el verano, por lo que no podemos machacarlos con la misma intensidad ni con las mismas cargas que en el momento que lo dejamos.
- Fijarnos objetivos, rutinas que vamos a seguir durante la temporada, el tipo de ejercicios que vamos a llevar a cabo... cómo inicio del entrenamiento, nos hará todo más fácil y nos ayudará a afrontar de nuevo los entrenamientos.
Ha llegado la hora de volver a ponerse las pilas, a partir de "ya" vuelta a la rutina y volver a entrenar a tope con metas puestas en carreras que nos apasionan correr. Nuevas ilusiones renovadas y objetivos marcados son a partir de ahora nuestras metas
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