La importancia de conocer tus límites es fundamental para todo, pero principalmente a la hora de realizar tu deporte favorito; recuerda que no es bueno forzar tu cuerpo a nada, mucho menos a realizar algo para lo que no a sido preparado.
Todas queremos sobrepasar las expectativas sobre sí mismas, marcarnos retos e ir superando lo que alguna vez fue el primer paso a algo, y esto es perfecto, siempre y cuando conozcas las reglas que debes seguir para ir consiguiendo ser mejor cada día; Pero así … día a día y paso con paso.
Voy a abordar específicamente en esta ocasión el “Running” que es el deporte que practico, conozco y me encanta.
He compartido pista y kilómetros con personas que se esfuerzan todo el tiempo para correr largas distancias cuando en su vida habían hecho un poco ejercicio.
Dice el dicho: “Para empezar a correr, hay que empezar a caminar” y así tal cual es en realidad. No debes empezar de cero o de la noche a la mañana, ni aventurarte a las distancias mientras no tengas un soporte que te permita ir avanzando sobre la marcha; El cuerpo necesita preparación previa para responder a los esfuerzos físicos y mentales a los que vas a someterlo, más si no está acostumbrado.
Es cierto, nunca conocerás tus limitaciones, hasta que te acerques a ellas, pero dentro del marco adecuado que te lleve a ir superando las metas de cada kilometro que logres correr sin parar.
Adapta tu mente, prográmala y llévala también a entrenar contigo, no es sólo el cuerpo, ya que mientras corres, tu mente te dará la fuerza necesaria para no parar y así ir consiguiendo más y más resistencia, distancia o ambas.
De lo contrario prepárate a ese tiempo que termina por pasar la factura en forma de molestias, sobrecargas musculares e incluso lesiones.
Tener límites y hacer caso a ellos, no se tratan de no hacer esfuerzo, sino de saber que tipo de esfuerzo es el adecuado que te permita reinventarte e ir escalando de forma fácil y segura hasta llegar a la cima
¡ Cree en ti y supera tus límites!
Un ganador es ese “perdedor” que nunca se dio por vencido.
Reconocer nuestros propios límites y que no podemos con todo, no nos convierte en menos valiosas, sino que nos capacita para pedir y aceptar ayuda sin sufrir por ello. Quienes luchan por abarcarlo todo y pretenden hacerlo además disfrazados con una sonrisa, están condenados a la frustración y la impotencia.
El ideal de poder con todo nos limita y la nos aleja de la realidad, nos hace más pobres ya nos encarcela en nuestra propia ilusión.
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