Maratón de Boston: Crónica de una experiencia runner inolvidable

Maratón de Boston: Crónica de una experiencia runner inolvidable
Lucas Rodríguez
Lucas Rodríguez
Lucas Locura
Publicado el 16-05-2017

Ya estoy de vuelta por aquí y, en este caso, para contaros mi participación en una de las carreras más importantes del mundo. Uno de los 6 World Marathon Majors: el de Boston. Como ya os comenté en mi post de presentación, uno de los objetivos que tengo como corredor popular es conseguir terminar los 6 majors (Berlín, Boston, Chicago, Londres, Nueva York y Tokio).

Hasta ahora, los dos que había corrido lo había hecho junto a mi mujer, y nuestra idea siempre ha sido que los cuatro restantes los hagamos juntos también. De ahí que, desde que se quedó embarazada dejáramos un poco aparcado este tema, y yo me dedicara a correr otras carreras, a la espera de que nuestro hijo Bruno fuera un poco más mayor, y nos permitiera preparar y correr un maratón en condiciones.
Sin embargo, todo cambió cuando el pasado mes de enero nos surgió la posibilidad de ir a correr el maratón de Boston. Desde luego, no estábamos en nuestra mejor forma, y la logística con Bruno iba a ser complicada, pero ¿cómo decir que no a una oportunidad así?

Tras 12 semanas de duros entrenamientos y aún más difícil logística -que ha incluido el aprender a correr empujando un carro con nuestro hijo dentro-, llegó el momento poner rumbo a Boston. Un tema fundamental cuando se va uno a correr una carrera fuera de tu ciudad es la preparación del equipaje, y el no olvidarse nada, por lo que creo que, si os parece bien, este podría ser una cuestión sobre la que podría hablar en un futuro post. ¿Os puede encajar, verdad?

Maratón de Boston: Crónica de una experiencia runner inolvidable - Foto 1

El Maratón de Boston, una prueba muy particular

Como seguro muchos ya sabréis, el maratón de Boston es el único que se corre en lunes, y además, este año coincidía con los días festivos de la Semana Santa. Por ello, y aprovechando que nos acompañaban al viaje los padres de Alma, decidimos extender unos días más el viaje y visitar Washington DC antes de ir a Boston. Así el lunes 10 de abril cogimos un avión destino Washington DC, en donde pasamos 4 días estupendos visitando todos y cada uno de los museos, monumentos, memoriales... de la ciudad, y todo ello a pie ¡Hicimos una media de casi 20 kms diarios! Cosa que desde luego no se recomienda hacer días antes de correr un maratón, pero...¿Cómo quedarse en el hotel con semejante cantidad de cosas por visitar?😉. Por supuesto también aprovechamos la maravillosa explanada de los museos para salir a hacer algunos suaves y cortos rodajes, y así completar nuestro plan de entrenamiento.

Finalmente, el viernes 14 llegamos a Boston, y tras dejar las maletas en el hotel, y como todo corredor que se precie, nos dirigimos a la Feria del Corredor para recoger nuestros dorsales y visitar los diferentes stands para comprar alguna que otra cosilla 😜

Los dos siguientes días en Boston los aprovechamos para hacer algo de turismo, pero ahora sí cuidando un poco el no darnos grandes caminatas para no machacar las piernas demasiado. Boston es una ciudad muy manejable, y si buscas un hotel céntrico (el nuestro se encontraba a escasos 200 metros de la línea de meta del maratón), puedes moverte andando y en metro a los principales puntos turísticos de la ciudad sin darte grandes palizas.

Sin casi darnos cuenta nos plantamos en la noche previa a la carrera, y tras pasar la tarde en el hotel organizando las cosas para la mañana siguiente, salimos en busca de un restaurante italiano en el que hacer una buena carga de hidratos. En estos casos yo suelo decidirme por un buen plato de pasta lo más sencilla posible, evitando cualquier ingrediente picante o difícil de digerir que me pueda fastidiar la carrera al día siguiente.

Maratón de Boston: Crónica de una experiencia runner inolvidable - Foto 2

Llegó el día D: el reto del Maratón de Boston

Como os podéis imaginar la logística de este maratón es tremendamente complicada. Desplazar a más de 35.000 corredores a 42 kms de Boston para que posteriormente vuelvan corriendo por carretera hasta la ciudad hace que la salida tenga que ser muy escalonada. Esto hizo que, para corredores como nosotros, que salíamos en el último de los cajones, la hora de salida fuera las 11:15 de la mañana, una hora muy poco habitual para salir a hacer 42 kms, ¿no os parece?

Así que tras desayunar (en mi caso dos tortitas tamaño americano😜 y un zumo de naranja) nos dirigimos al Boston Common para tomar el autobús escolar que nos llevaría a Hopkinton, punto de partida del maratón. En la zona de salida habían habilitado dos enormes carpas en las que poder descansar, comer algo y terminar los últimos preparativos previos a la carrera. Una de las cosas que más me llamaron la atención fue la gran cantidad de baños y las fantásticas condiciones en las que se encontraban (pero si es que tenían hasta papel!!!). Nadie diría que por allí habían pasado 35.000 corredores.

En esta ocasión salimos en el último de los cajones, y al poco de darse la salida nos dimos cuenta de que los primeros kilómetros íbamos a tener que adelantar a mucha gente que casi desde el inicio rodaba muy despacio, e incluso se paraban en las cuestas. Los 5 primeros kilómetros se nos hicieron muy pesados, con constantes cambios de ritmo. Una vez que conseguimos hacernos un hueco y comenzar a marcar un ritmo constante, me di cuenta de que me encontraba mejor de lo que pensaba, con muy buenas sensaciones.

Los minutos iban pasando y el calor empezaba a apretar. Pasamos la media en un 1h56, lo cual nos dejaba un pequeño margen para cumplir con nuestro objetivo. Yo seguía con buenas sensaciones, pero Alma empezaba a encontrase mal (estaba muy mareada, casi no podía hablar y el calor le estaba pasando factura). Fue un momento duro en el que incluso pensé que no podríamos terminar. Bajamos un poco el ritmo, tomamos un gel, algo de fruta que nos dieron los espectadores, y, poco a poco, se fue recuperando. Afortunadamente, sobre el kilómetro 26 empezó a sentirse mejor, a la vez que unas prodigiosas nubes empezaban a cubrir el sol. El resto de la carrera fue puramente mental. Ese momento en el que te das cuenta que no son las piernas, sino la cabeza la que te está diciendo que tienes que seguir y que además, puesto que Alma no estaba en sus mejores condiciones, tenía que ser especialmente fuerte mentalmente para ayudarla como tantas veces me ha ayudado ella a mí.

Maratón de Boston: Crónica de una experiencia runner inolvidable - Foto 3

El momento más especial de la carrera

Con la llegada a Boston se multiplicó el número de personas que gritaban, aplaudían, cantaban... vamos, que te llevaban en volandas. Recuerdo que durante los últimos kilómetros, Alma y yo íbamos hablando sobre si conseguiríamos ver a nuestro hijo Bruno, que se había quedado con los abuelos. La última milla la pasé mirando de un lado a otro tratando de localizarlos. Finalmente, cuando quedaba menos de un kilómetro, conseguimos ver al padre de Alma con Bruno en brazos que nos saludaba desde el otro lado de la valla. Sin duda, creo que ha sido mi momento más especial que he vivido en una carrera. El resto ya daba igual. Lo habíamos conseguido. Habíamos vuelto a correr un maratón, y esta vez con nuestro hijo de 8 meses entre el público. Finalmente fueron 4 horas y 56 segundos de sufrimiento, pero que merecen mucho, mucho la pena.

De todas formas, si os habéis quedado con ganas de ver cómo fue nuestra carrera, aquí tenéis el vídeo que grabamos. Espero que os guste!

Ya para concluir, deciros que si estáis pensando correr el maratón de Boston, os animéis porque es el mejor maratón que he corrido hasta ahora pero, eso sí, que no os engañen, es duro, duro, duro😜.

Os espero muy pronto por aquí.

Saludos

Maratón de Boston: Crónica de una experiencia runner inolvidable - Foto 4

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Mi nombre es Lucas Rodríguez de las Heras (@lucas_locura) y gracias a los amigos de Runnea, voy a contar con este espacio en el que poder comentaros mi experiencia como corredor popular, tanto sobre carreras en las que participe como sobre material que vaya probando.

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