Subida vertical al hotel Bali: La experiencia de una carrera diferente

Subida vertical al hotel Bali: La experiencia de una carrera diferente
RUNNEA
RUNNEA
Redacción RUNNEA Team
Publicado el 16-05-2017

Hoy va a ser un día diferente para mí. Por primera vez tengo ante mis piernas el reto de participar en una prueba de subida vertical. Se trata de una prueba del Towerrunning World Tour y más en concreto en la Subida vertical Gran hotel Bali en Benidorm. Seguro que casi todos conocéis a este majestuoso edificio ubicado en plena zona de poniente de Benidorm (Alicante) y que es famoso por ser el hotel más alto de Europa. Pues bien, la prueba en la teoría es sencilla, hay que subirlo entero por las escaleras, ahí es nada. Para un runner de perfil medio como yo que lo más que ha corrido son 10K y 15K se trata de un reto diferente.

Antes de la prueba, me pica la curiosidad por ver cómo me comporto en carrera y sobre todo tengo muchos nervios. Por un lado miras y piensas, al fin y al cabo es subir escaleras... lo hago todos los días, pero cuando echas la vista hacia arriba y ves los 52 pisos y 924 escalones del imponente Gran Hotel Bali, la tensión va en aumento.

Por mor de las circunstancias además me toca salir justo antes de los cracks de la materia y justo antes del atleta benidormense Rubén Caballero que va seguro a pasarme durante la subida. En las primeras ediciones, esta prueba se hacía al estilo de una carrera popular en la que subían todos juntos por las escaleras, pero desde hace unos años y con buen criterio, esta vertical race ahora se corre como una prueba cronometrada.

Tensión ante la subida vertical

Quedan apenas 15 minutos para la salida y los pensamientos se agolpan. Temo que se me haga como un muro. Hablo con algunos de los participantes que han terminado y muchos lo cifran en la planta 30. Teniendo en cuenta que son 52 plantas vendría a tener cierta semejanza con el muro del maratón. Me tranquilizo y digo, no pasa nada, si hace falta termino andando. Veremos qué pasa luego...

Apenas queda nada, cada 15 segundos sale un participante. Es todo muy dinámico y exige buena coordinación. Caliento un poco por el hall de hotel, salgo fuera a estirar y calentar cuadriceps y llega el momento. El speaker de la prueba, de quien luego hablaremos canta mi dorsal y me encamino a los primeros peldaños. ¡A por todas!.

A por todas

Salgo a por las primeras plantas que son las diferentes. A partir de la planta 5 es todo igual pero las primeras tienen incluso varios tramos de rellano grandes. Salgo tranquilo pero en cuanto empiezan los escalones cojo buen ritmo, demasiado ritmo... Para la planta 6 en la que me pasa Rubén Caballero ya voy un poco justo. Me he pasado con la salida. Y sin embargo sigo con el mismo ritmo hasta la planta 15. Estoy sufriendo demasiado. Decido aflojar un poco y cojo varios tramos andando rápido. Sigo varios pisos así: cadencias de subida a trote con tramos andando, y en todo momento me apoyo en las barandillas, que para eso están.

Sobre el piso 34 sigo mal pero voy viendo la luz al final del túnel. En cada rellano hay gente animándote y saco fuerzas para agradecérselo porque es una forma de sacar la mente de los escalones. Y sigo mi escalada vertical: 3 escalones por aquí, giro 10 escalones, giro 3 escalones y rellano largo. Así pasan uno tras otro hasta que llego a la parte final en donde la organización me guía hasta los dos últimos tramos de escaleras metálicas. Es lo último, ya no queda más y cojo algo de trote: hay que entrar con dignidad. Me asomo a la azotea y hay una gran colchoneta para tirarse en ella. No lo hago, no porque no lo necesite si no porque para tirarme hubiera necesitado fuerzas y no las tenía. Podéis ver mi llegada en el vídeo.

Subida superada

Pero ya estaba, prueba conseguida, había subido el gran hotel Bali entero por las escaleras. Al final han sido poco más de 8 minutos de subida en la que lo hemos dado todo y ya lo habíamos logrado. Te sientes como Rocky al final de uno de sus entrenamientos con The eye of the tiger de fondo. Bebida isotónica en mano nos ponemos ya sí a disfrutar. Divisamos todo Benidorm desde la azotea. El New York del mediterráneo con todo su skyline a nuestros pies se ve imponente desde ahí. La playa de levante y la playa de poniente parecen nuestros reinos y vemos también la riqueza arquitectónica que con buen criterio impulsó Pedro Zaragoza allá por los años 50.

Pero sigue llegando gente, quedan los buenos. Detrás mío suben algunos participantes vestidos de bomberos con su buzo, con la bombona, incluso con la máscara puesta. El origen de esta prueba tiene mucho que ver con ellos. Hay escenas de sufrimiento máximo. Uno de los bomberos llegaban con un déficit de oxígeno que nos hizo temer lo peor. Por fortuna solo tardó un minuto en recuperar el rictus alegre. Otro de los bomberos arribó a la azotea con la boca llena de sangre. La máscara le había hecho daño y aún así había llegado hasta arriba completamente ataviado con su atuendo de faena.

Llega la élite

Y poco a poco fueron llegando los favoritos que estos sí utilizaban la colchoneta dado que su ritmo había sido demoledor.
En la categoría femenina ganó la checa Lenka Svabikova quien al final de la prueba confesó que se había sorprendido con la victoria dado que había hecho peor crono (05:56) que hacía dos años. Y es que casi todo el que prueba la subida vertical repite. Tras ella llegó la conquense Rosi Llorens y la valenciana María Beltrán.

En la categoría élite masculina ganó el polaco Piotr Lobodzinski con un crono de 04:26 segundos, 6 segundos peor que la plusmarca de la prueba obtenida por él mismo el año anterior. Para quienes no le conozcáis, Piotr es un imponente atleta de más de 1,90 de estatura y complexión delgada al que me hubiera gustado ver subiendo escalones de tres en tres. Y además le vemos fresco. Entre nosotros, creo que podría haber subido 100 escalones más tranquilamente.

Una vez concluido vamos al hall a la entrega de premios y en la categoría open salta la sorpresa, al menos para muchos de nosotros. El speaker de la prueba (Salva Rambla) que ha estado animando la salida de casi todos y la llegada de la elite aparece con su pantalón vaquero en lo más alto del podium. Nos miramos extrañados y decimos, "¿pero este hombre cuándo ha corrido?". Pues lo ha hecho y marcando el mejor crono open, simplemente increíble.

Y como colofón de la prueba hacer mención al ganador de la categoría de veteranos. Don Julián Barrios a sus 77 años "y medio" había conseguido subir los 923 escalones en un espectacular tiempo de 11:55. Nos quitamos el sombrero ante usted.

En resumen, una prueba espectacular, recomendable como experiencia al 100%. Si puedo repetiré, eso sí con más preparación ya que la prueba lo exige.

Leer más noticias de: Running news

Comentarios de Subida vertical al hotel Bali: La experiencia de una carrera diferente

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tienes que estar registrado para poder comentar. Regístrate.
Campo obligatorio

Trataremos tus datos para tramitar tu consulta y responderte a la misma. Puedes ejercer tus derechos de acceso, rectificación, supresión, oposición, limitación del tratamiento y portabilidad escribiéndonos a contacto@runnea.com. Más información en la Política de Privacidad

RUNNEA

RUNNEA

Redacción RUNNEA Team

Un equipo formado por periodistas y profesionales del running. Si quieres que escribamos sobre algún tema en particular ponte en contacto con nosotros.