Imagínate que, por un momento, tienes la posibilidad de cambiar tus carreras por las calles de tu ciudad por la práctica de running, trail running, trekking o BTT en un entorno único, de enorme belleza y que, además, garantiza la posibilidad de conocer enclaves tan atractivos como hospitalarios.
Pues bien, te proponemos una ruta que se amolda a la perfección a esas características, la Gran Senda de Málaga. Cuando hablamos de la Gran Senda de Málaga lo hacemos de un destino de enorme encanto y de una ruta pionera en Andalucía al incorporar la variedad territorial y ambiental de toda la provincia, integrándola a su vez en un único recorrido que tiene como objetivo a nivel institucional estimular el interés por los espacios naturales malagueños y promover igualmente el turismo en los diferentes municipios de Málaga.
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Turismo activo en la Costa del Sol
Pero eso no es todo, y es que esta ruta permite aunar la naturaleza, el deporte y el turismo, a la vez que persigue el desarrollo integrado de la provincia de Málaga pero desde una perspectiva del enfoque sostenible. Todo dentro de un viaje por una de las tierras con más riqueza cultural de toda España, que nos brindará además la posibilidad de acercarnos a un patrimonio histórico de gran riqueza y a las tradiciones de esta provincia.
Interesante, ¿eh? Pero seguro que te preguntas, qué puedes sacarle a esta ruta en cuanto al apartado deportivo y, más en concreto, del trekking, trail running, vías ferratas, kayaks. Pues toma nota, que hay varios reclamos para que te dejes caer por ella.
Kilómetros para disfrutar: Costa e interior
En primer lugar, vas a tener kilómetros y kilómetros para darle a esta, u otra, modalidad deportiva. No en vano se trata de un Gran Recorrido (GR-249) que enlaza los senderos existentes en la provincia de Málaga a la vez que conecta con el Camino Mozárabe de Santiago, y que asimismo se incluye en la red nacional y europea de senderos, conectando por lo tanto con el Gran Recorrido europeo (GR-92 E-12), que atraviesa el arco mediterráneo finalizando en Grecia.
La Gran Senda de Málaga (GR 249) da la vuelta a la provincia de Málaga siguiendo su perímetro a lo largo de más de 650 kms. A lo largo de hasta 35 etapas, este GR permite al senderista conocer tanto la costa como el interior de Málaga y sus variados y hermosos municipios.
Se trata de un tipo de sendero circular, homologado y señalizado en 2013, con una longitud total de 656 km que se nos invita a completar bien por nuestra cuenta, bien por 35 etapas preestablecidas, con una accesibilidad adecuada para la práctica del running.
En resumen, tendremos a nuestros pies kilómetros y kilómetros para disfrutar del running, y además en un paraje de enorme belleza, ya que se trata de un sendero que recorre cuatro parques naturales, dos reservas naturales y tres parajes naturales.
La Gran Senda de Málaga torna también en una destacada infraestructura deportiva que, igualmente nos dará la posibilidad de combinar el running con otras actividades deportivas como rafting, vías ferratas, piragüismo, descenso BTT, escalada o descenso de cañones.
Y como no solo de deporte vive el hombre ni la mujer, además de poner tu cuerpo a punto podrás conocer un buen número de puntos de interés turístico gracias a un vasto patrimonio (museos, monumentos, espacios culturales, yacimientos), una hermosa naturaleza, antigüas tradiciones, establecimientos relacionados con la restauración y la hostelería, o actividades turísticas dentro del sector del ocio (balnearios, bodegas, miradores, puertos deportivos, campos de golf u oficinas de turismo).
Tu senda del interior
Desde las instituciones malagueñas se vende también la Gran Senda de Málaga como una oportunidad de crecimiento y desarrollo personal y la oportunidad de llevar a cabo "un viaje a tu interior" mediante la realización de las etapas clasificadas en tres categorías:
- Cuerpo: Etapas que requieren principalmente de nuestra capacidad y respuesta física. ¡Aquí entrarían tus sesiones de running!
- Mente: Etapas vinculadas con procesos mentales y de toma de decisiones en el entorno medioambiental.
- Emociones: Etapas donde poder conectar con la naturaleza y tu diálogo interior.
Así pues, se nos invita a sentir la Gran Senda de Málaga desde esta propuesta de recorrido, vinculando el trabajo personal con el entorno medioambiental e integrando cuerpo, mente y emociones en un escenario único.
Todo tipo de dificultades
Entre las rutas propuestas nos encontramos con recorridos accesibles y más exigentes. Entre los primeros está el que cubre Málaga y Rincón de la Victoria, asequible por su longitud pero, especialmente, por los pocos desniveles que se salvan.
La última parte del trayecto reserva una serie de sorpresas de diferente factura, desde enclaves de naturaleza privilegiada con especies botánicas exclusivas hasta torres almenaras medievales conservadas como si se hubiesen edificado hoy mismo, pasando por instalaciones fabriles a pie de playa o calas recónditas de paisaje evocador. Todo un compendio en poco más del 15 kilómetros, en fin, del devenir de la Costa del Sol, hasta llegar al Rincón de la Victoria.
Más exigente es la ruta que comprende Campillos - Embalses del Guadalhorce, 23 kilómetros a completar donde el agua destaca como protagonista de la etapa, bien en el rosario de lagunas endorreicas de la Reserva Natural de las Lagunas de Campillos o en la sin par zona de los Pantanos, donde se localizan los del Guadalhorce, Guadalteba y Conde de Guadalhorce.
El entorno en el que están inmersas todas estas láminas de agua es bastante llano, ligeramente inclinado hacia los embalses, y compuesto principalmente por lomas terrosas donde descollan de vez en cuando herrizas y cerros calizos con algunos puntos en los que afloran los yesos. El recorrido parte hacia el sur desde Campillos llevando a cabo algunos quiebros y giros para ir descubriendo lagunas, al principio, o evitar las interferencias de las zonas de cultivo y las infraestructuras de comunicaciones, al final.
Los 23 largos kilómetros se caracterizan por algunos ascensos y descensos encadenados, sobre todo al final. Hay un par de cuestas bastante empinadas y algún tramo de carretera.
En definitiva, completar la Gran Senda de Málaga, o alguna de las numerosas (¡hasta 35!) rutas que se nos proponen es toda una experiencia no sólo deportiva, sino turística, gastronómica y, por qué no, vital.
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