Desert Run: Opiniones, crónica y fotos de una aventura increible en el desierto

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Desert Run: Opiniones, crónica y fotos de una aventura increible en el desierto
Unai Portillo
Por Unai Portillo
Triatlón RunTester
Publicado el 02-11-2017

La Desert Run es una experiencia vital única que aúna deporte, aventura, solidaridad y turismo. Gracias a Sportravel y Runnea.com he podido vivirla y aquí os traigo la crónica que incluye opiniones, fotos y anécdotas... Espero que os guste

Y llego el gran día de la partida, en unas horas estaré en Marruecos para disfrutar de la Desert Run. Previamente había tenido que hacer toda la maleta con el estrés que ello conlleva, aunque yo no soy muy de agobiarme, pero para u evento así siempre esperas no olvidar nada, más que nada porque en medio del desierto no va a ser fácil hacer compras ;).

Día 1: El viaje

He de decir que ya desde el principio el viaje no empieza muy derecho que se diga. Primer avión, Bilbao-Barcelona y primer retraso, 50 min y arrancamos. La llegada a Barcelona con normalidad, el único inconveniente era que me esperaban unas 6 horas de espera hasta coger el siguiente vuelo, 4 horas hasta la quedada con todo el staff y participantes de la desert, así que tenía tiempo de trabajar y poder responder a consultas en el foro de www.runnea.com como hago habitualmente.

Las 15:30 era la hora marcada para que nos juntáramos todos los participantes con el staff de la Desert Run y empezar con todos los trámites, del checking, repartición de bolsas de cada participantes y explicaciones varias que nos iban a servir para saber la planificación que había prevista desde ese momento hasta que llegáramos a Marruecos.

Todo este proceso la verdad es que se hace un poco tedioso, pero más que por el tiempo que tardamos en hacerlo, por el tiempo que llevaba ya en el aeropuerto. En este segundo vuelo, también tenemos la negra y nos tienen que cambiar de avión por un problema técnico referente a la capacidad de la bodega y la carga que llevábamos. Otro retraso de 1h, aunque según nos habían comentado iba para más, pero parece que tuvimos algo de fortuna la espera se hizo un poco más corta.

Ya en el avión, aprovechan para adelantarnos el breafing que íbamos a tener en el comedor del hotel y que por circunstancias era necesario adelantar. La primera sensación que tuve una vez explicado todo, fue de control absoluto sobre todo lo que iba a ocurrir en los días venideros. Me pareció una forma de organizar todo asombrosa y se nota que ya tienen kms a sus espaldas, esta es la novena edición y ya no se escapa ni una a la organización, fuera a parte de imprevistos como los del avión en el que no tienen control alguno.

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Pues bien, vuelo relativamente corto (el piloto parece que apretó un poquito para recuperar algo del tiempo perdido) y aterrizamos en Errachidia (aeropuerto pequeño y que sólo recibe un par de vuelos a la semana). Bajamos del avión y nos reciben con bailes y cantos típicos, té y pastas, para empezar mejor imposible.

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Pasar el control de pasaporte resulta toda una experiencia, por lo menos para mi, ya que la manera de realizarlo es bastante rudimentaria, manualmente, escribiendo en ordenadores los datos de cada entrada.
Al parecer esto había mejorado algo respecto al año anterior y es que en esta ocasión había tres funcionarios añadiendo las entradas, mientras que el año anterior era sólo una persona lo cual ralentizaba bastante todo el proceso.

Pasado el control, ya sólo nos quedaba montarnos en uno de los todoterreno que nos esperaban y dirigirnos al hotel Kasbah Xaluca situado en Arfoud (puerta del desierto).
Algo que a mis acompañantes y a mi nos resulto curioso fue la cantidad de controles de policia que había en el trayecto, al menos pasamos por 6 o 7 controles pero afortunadamente no nos pararon en ninguno lo cual hubiera hecho que llegáramos más tarde todavía.

El hotel tenía muy buena pinta sobretodo  teniendo en cuenta que nos encontramos en medio del desierto. Nada más llegar al hotel y entrar en la habitación teníamos nuestras maletas allí esperándonos, algo que se repitió durante todos los días de esta aventura y que se agradecía bastante, nos evitábamos cargar con ella en los traslados.

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Al comedor y a cenar, tampoco mucho que al día siguiente empezábamos la prueba y además teníamos que acortarnos pronto que había sido un día muy largo y el cansancio se notaba.

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Día 2: A runnear por el desierto

Día 12, día de empezar a runnear por el desierto. Pronto arriba para desayunar y preparar todo, toca recoger dorsal, disfrazarse y calentar un poquito. Nos enfrentábamos a la primera etapa que eran 15km haciendo un circulo, es decir, con salida y meta en el mismo hotel. En esta primera etapa era donde nos íbamos a encontrar unas primeras dunas bajas.

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Aquí fue cuando el viaje terminó de torcerse y es que ya en el calentamiento noto que me da un pequeño latigazo en el gemelo, algo que me había pasado 10 días atrás y que se me había pasado, o por lo menos eso creía yo. En esos momentos sólo se me ocurre subir a la habitación y ponerme la media compresiva que había traído, pero muy a mi pesar notaba que no iba a poder correr agusto y así fue. Una vez dieron la salida yo me mantuve en la zona media para no venirme arriba y fastidiarme todavía más.

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El principio no fue complicado excepto por algún tramo de arena que no dejaba correr de manera natural, pero que pasó pronto. Yo iba con un correr feo, no podía hacer un buen impulso con la parte del medio pie, es decir no podía hacer un despegue como dios manda, así que me adaptaba como podía.

Sorprendentemente en los tramos más llanos iba cogiendo a runneantes y les iba pasando, pero cuando llegó en el km 12 las ya comentadas dunas, lo pasé muy mal al no poder hacer frente a ellas de manera normal.

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Llego a meta sin pena ni gloria y con una buena cantidad de arena en las zapatillas al igual que con un considerable dolor en la pierna.

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La organización nos proveía de servicio de fisioterapia del cual hice uso nada más acabar. En primer lugar agradecer a Josmar y Moises el trato recibido ya que en todo momento sus consejos me sirvieron para que antepusiera mi salud, que al final es lo primero, a la carrera. Millones de gracias porque ahora no sé como estaría físicamente, probablemente muchísimo peor y con una buena avería, seguro.

Una vez dicho esto, me atendió Josmar he hizo lo que pudo, ya que lo tenía bastante mal e hinchado y en esa tesitura poco podía hacer. Tocaba tomar anti-inflamatorio, poner frío.

Durante el resto del día me fue muy difícil andar, puesto que el dolor era bastante intenso. Fue aquí cuando entendí que me Desert Run como tal había terminado. Tocaba cambiar de chip y disfrutar del resto de cosas que me ofrecía la prueba.

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Así hice, disfruté de cada excursión que realizamos. Esa tarde nos llevaron a ver una zona rica en fósiles y a disfrutar de la compañía animal para subir a unas dunas enormes y poder disfrutar de la puesta de sol.
Lo primero si que lo pudimos hacer y es que el paseo en dromedario estuvo chulo, fue algo distinto y que me gustó.
En cuanto a lo de la puesta de sol, la verdad es que nos quedamos con las ganas y es que estuvimos inmersos en una tormenta de arena. Una experiencia única la verdad. Digamos que eso también forma parte del desierto así que la gente lo vivió de esa forma.

Una vez terminada la jornada nos llevaron en dromedario a Bivouac de la Belle Etoide donde estaba ubicado nuestro siguiente alojamiento, unas haimas. Otra experiencia chula de vivir. Este apartado del viaje también mejoró respecto a ediciones anteriores y es que las haimas estaban dotadas con baño propio y con duña, haimas full equip, todo un lujo.

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Día 3: Toca cambiar el chip

Segundo día y segunda etapa. Como el día anterior, levantarse pronto, desayunar y prepararse para la etapa para posteriormente darme cuenta que me estaba autoengañando, no iba a poder y aunque estoy algo mejor que el día anterior y ha bajado la inflamación, todavía hay dolor por lo que la mejor decisión era la que me rondaba la cabeza desde el día de ayer.

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Desde ese momento cambio el chip y decido disfrutar de lo que queda de aventura desde otro prisma y es que me vuelco a ayudar en todo lo posible, tanto en los avituallamientos como en aquello que el staff necesite. Es ahí cuando empiezo a ver la Desert Run desde dentro y conociendo a los artífices de todo. No hay un avituallamiento en el que en la etapa dos no pare, para animar, para ayudar. En cada uno de ellos conozco un poco mejor a cada uno de los integrantes del equipo, Carles, Elena, Aleix, Karim, Noemi, Fernando, Rebeca, Jordi, Josep. La verdad es que un gran equipo y percibo la preocupación por el corredor al estar tan cerca.

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Respecto a la etapa, el día dos eran 21km, que se iban a hacer un poco más duros, por el cansancio acumulado. Etapa bonita para correr, casi todo pisteo, pudiendo ir a ritmos bastante altos.

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Voy pasando por todos los avituallamientos hasta que me quedo en el último con Elena y Aleix hasta que pasa el último participante, una mujer de 73 años que ole ella, menuda jabata, lo completa con una sonrisilla.

Posteriormente, en la habitación, tengo la suerte de tener al que a la postre sería el segundo clasificado Alejandro, un gamo en toda regla, y hablamos un poco de la propia etapa y me confirma, lo que había visto, que era una etapa de correr bien.

Una vez finalizada la etapa, tocaba descansar un poco en la piscina del resort al que llegábamos esta vez, junto a Karim y Josep nos tomamos una cervecita bien fresca antes de comer que nos la habíamos ganado.

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Comer con los compis de mesa hablando de la etapa y demás cosas del día, pequeño descanso para dormir un poco y a eso de las 17:00pm preparados para visitar un poblado cuyo origen es meramente malines y posteriormente recorrer el desierto en 4x4, por las mismas pistas por las que pasaba el famoso rally Paris-Dakar.

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Que sensación la de pasar por las dunas y ver lo complicado que puede llegar a ser circular por ahí. Tres de los coches en los que íbamos se quedan atascados, incluso con la tracción total. Buen momento para sacar las cámaras y móviles y sacar unas preciosas fotos del desierto.

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Una vez emprendemos la marcha nos acercan a una gran duna para poder observar la puesta de sol, ya que el día anterior con la tormenta de arena nos fue imposible.
Intento hacer un timelapse de la puesta y queda muy chulo pero no estamos el suficiente tiempo para que se vea desaparecer por completo el sol.

Ya sólo queda ir al resort, a cenar y a descansar para la última etapa.

Día 4: Toca disfrutar

Último día de esta aventura, los días se pasan rápido al no parar de hacer cosas, la verdad es que se aprovechan a tope, pero el cansancio se deja notar. Misma rutina que días atrás. El despertador suena pronto y toca recoger maleta, prepararnos y bajar a desayunar.

Hoy como voy con tiempo, bajo cuando todavía es de noche e intento hacer un timelapse del amanecer en el desierto. Dejo el móvil en una palmera y me marcho a desayunar. Cuando más tarde lo recojo veo que ha quedado una grabación muy chula.

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Hoy la etapa sale en mitad de la nada, nos llevan en 4x4 al mismo centro de la nada y allí está dispuesta la salida con su correspondiente arco, etc. Van a ser 26km bastante duros, y es que el acumulado se va a notar además de ser una etapa en principio sencilla en cuanto a la orografía pero psicológicamente pesada al ser prácticamente todo el rato en linea recta sin ver el final y todo ello debajo del constante sol.

Se ve a la gente bastante eufórica, por haber llegado al final, en parte hay ganas de acabar pero también de disfrutar. Se da el pistoletazo de salida y los galgos salen a lo suyo, mientras que el resto de participantes se encaminan a disfrutar de los últimos kilometros de la Desert Run.

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Como el día anterior, me subo a un todoterreno y me desplazo directamente al segundo avituallamiento, en el km8 para poder ver pasar aunque sea una vez a los primeros clasificados y poder sacarles unas fotos. Una vez hecho esto empiezan a llegar participantes y lo que toca es animar y avituallar. En un momento dado decido irme hasta el km 23 no sin antes pasar por otros avituallamientos y dejar agua para que los runneantes se refresquen.

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Ya en el 23, estoy con Carles y me paso allí casí una hora y media bajo el sol hasta que pasa el último participante, da tiempo para animar, cachar de mil batallitas, etc.

Una vez llega el último participante, me dirijo a meta, al oasis donde acaba la desert run. Allí reconozco que me entra un poco de envidia sana, al ver a todo el mundo con una sonrisa de oreja a oreja y con cara de satisfacción por haberlo logrado. Es ahí cuando me digo a mi mismo que el año que viene tengo que vivir esa sensación sin duda alguna.

A la llegada del último participante, le recibe todo el staff y es de agradecer. Una vez finalizado y recogido todo, de vuelta al hotel, a descansar un poco antes de comer.

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Después de comer, la idea de actividad por la tarde era la de visitar cada uno por su cuenta la ciudad de Arfoud, pero yo decido quedarme a dormir un rato puesto que aunque parezca que no, el estar todo el día con la organización yo creo que cansa más que la carrera en sí.

Por la tarde noche ante de cenar, nos emplazar a la entrega de medallas y premios para los participantes y ahí es donde me vuelve a invadir esa envidia sana de la que hablaba antes. Todo llegará. Cena y charla sobre lo acontecido en el día de hoy y sobre lo contenta que estaba toda la gente.

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A descansar que ya sólo quedaba un día, el día de regreso, aunque previamente nos llevarán de excursión a otros dos emplazamientos.

Día 5: Vuelta a casa

El último día también tocaba madrugar, ya que el avión de Errachidia, salía al mediodía. De camino al aeropuerto pasamos por otros dos sitios bastante espectaculares, como son, un mirador natural, que fue una antigua cárcel portuguesa y desde donde había una vista increíble. Se divisaban km y km de extensión y en donde nos comentaron, se habían rodado infinidad de películas.

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Posteriormente nos llevaron al Valle del Ziz, donde en su interior se encuentran más de 10 millones de palmeras. La verdad es que el paisaje es bastante chocante con todo lo que hemos estado viendo días atrás.

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Ya en el aeropuerto sólo queda pasar el control de seguridad y sellar el pasaporte a la salida.

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Haciendo un resumen breve, viaje/aventura de 10, staff de 10, carrera de 10, experiencia de 10, compañeros de 10. Creo que es fácil sacar la media. Sin lugar a dudas, el año próximo si dios quiere, buscaré la satisfacción que han sentido todos compañeros.

Comentarios de Desert Run: Opiniones, crónica y fotos de una aventura increible en el desierto

Mostrando 1 de 1 comentarios
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03/04/2019 13:32:52
Markus

Hola. L?stima que no pudieras completarla. Una simple pregunta: qu? zapas recomendar?as para este tipo de carreras, con la arena, dunas y dem?s... gracias, un saludo.

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Unai Portillo

Unai Portillo

Triatlón RunTester

Técnico informático a tiempo parcial y deportista a tiempo completo. Integrante del equipo Enkarterri Triatloi Apasionado del deporte en general, habiendo practicado desde la infancia diferentes disciplinas, pero centrado en la actualidad en la práctica del triatlón sin quitar el ojo al duatlón, acuatlón, carreras populares... Encandilado de la bicicleta, tanto de carretera como de montaña. Con afán de superación y marcándose contínuos retos. Fanático de todo tipo de material deportivo. Siempre dispuesto a testar cualquier producto nuevo que sale al mercado, curiosidad infinita. @minchalar