El comienzo de un año nuevo es una ocasión inmejorable para hacer un pequeño balance del año deportivo, analizar nuestro rendimiento, pensar en qué aspectos necesitan ser mejorados o en qué hemos acertado. A su vez, estos primeros compases del 2018 pueden ser un momento perfecto para dedicar un tiempo valioso a pensar y buscar nuevos proyectos deportivos que nos permitan estar motivados durante las sesiones de entrenamiento del nuevo año.
Aunque parezca obvio, lo de tener claro los principales retos del año deportivo no siempre se da. Por ello, el no tener objetivos establecidos a medio o largo plazo puede llevar a los deportistas a no lograr sus metas, consecuencia directa de un calendario competitivo plagado de objetivos a corto plazo. Dicho de otro modo, comenzar el año nuevo sin los objetivos principales claros y competir de manera sistemática cada poco tiempo, como forma de preparar esas competiciones principales, podrá hacer que no alcancemos los objetivos deseados. Por lo tanto, será necesario dedicar un tiempo prudencial a pensar qué queremos hacer durante este nuevo año.
Con el objetivo de minimizar los errores que podemos cometer durante la nueva temporada, este post trata de poner de manifiesto errores comunes a la hora de planificar un año deportivo.
No realizar un análisis de los datos relacionados con nuestro rendimiento
En la actualidad, las nuevas tecnologías nos permiten tener cada vez más información sobre nuestro rendimiento deportivo. Además del acceso a esta información, la capacidad de tener estos datos en tiempo real nos ofrece la posibilidad de conocer multitud de parámetros que no siempre son fáciles de interpretar de manera correcta. Todo el mundo posee un teléfono móvil con alguna aplicación que con menor o mayor precisión reporta datos concernientes a la velocidad media, tiempo de pasos, etc. Toda esta información se amplía si además, se entrena y compite con un monitor de frecuencia cardíaca (pulsómetro).
No obstante y pese a que tenemos al alcance de la mano toda esta información, la pregunta a formular sería la siguiente: ¿Hacemos un análisis y uso de estos datos? Llevar a cabo un análisis simplista de los entrenamientos como puede ser: "ayer corrí durante 45 minutos a 4 minutos el kilómetro por lo tanto mañana voy a rodar 60 minutos por sensaciones para hacer una recuperación activa", sin hacer una monitorización de la frecuencia cardíaca, que certifique que estamos en la zona de entrenamiento "regenerativa", puede llevar a una recuperación inadecuada.
Un calendario deportivo plagado de competiciones
En ocasiones, el deseo de competir sobre diversas distancias hace que no se prepare de manera específica la competición principal. No tendremos que entrenar de la misma manera para un 10K que para un medio maratón, ya que demandan adaptaciones fisiológicas distintas.
Por lo tanto, si queremos mejorar nuestro rendimiento sobre una distancia en concreto, será necesario que dediquemos un tiempo adecuado al entrenamiento y generemos adaptaciones fisiológicas específicas para esa competición. Los atletas profesionales no compiten en pruebas tan diferentes como son un medio maratón y maratón en un lapso de tiempo corto, ¿Por qué, en ocasiones, los atletas aficionados lo hacemos?
Desconocer las demandas de adaptaciones fisiológicas específicas a una prueba concreta
Otro de los errores ante los cuales nos podremos enfrentar es conocer las necesidades específicas que nos va a demandar una prueba. Es decir, aunque compitamos con otros cientos de personas en una misma competición deportiva, las necesidades de entrenamiento serán diferentes en cada persona. Por ejemplo, para una competición de 10K no deberá entrenar de la misma manera una corredora que trata de hacer 35 minutos, a una que tiene como objetivo bajar de los 60 minutos.
Por lo tanto, debemos prestar más atención al tiempo que prevemos tardar en dicha prueba más que a la distancia en sí. Esto nos dará una información vital para preparar con éxito nuestras sesiones de entrenamiento de cara a la distancia deseada.
No seguir los principios del entrenamiento deportivo
El conocimiento de los principios del entrenamiento deportivo es una herramienta indispensable en el proceso de entrenamiento. Sin ser la tabla de los diez mandamientos y pese a que la gran mayoría de corredores populares los desconocen, la aplicación de estos principios dotará a nuestra planificación de la temporada de un cierto rigor y estructura a la hora de intentar alcanzar el rendimiento deseado.
Por ello, los principios de individualización, progresión en las cargas, recuperación, etc. son de obligado cumplimiento para lograr un rendimiento óptimo ante cualquier distancia.
No valorar con un test de rendimiento ante una adaptación fisiológica concreta
Otro de los aspectos a tener en cuenta en el proceso de entrenamiento es la realización de test de rendimiento para analizar el estado de forma del deportista en un momento dado y evaluar las adaptaciones fisiológicas generadas hasta ese periodo.
Por lo tanto, si estamos entrenando de manera específica nuestra Velocidad Aeróbica Máxima (VAM) tendremos que hacer un test específico para valorar la buena marcha de este parámetro. No será válido, ni fiable la participación en una competición de 10K para tratar de evaluar esta mejora, puesto que el rendimiento en cualquier prueba es multifactorial.
No realizar un reconocimiento médico adecuado
Aunque hoy en día casi todos los atletas están concienciados de la necesidad de someterse a un reconocimiento médico adecuado, una gran parte aún no lo realiza. Es curioso observar como uno de los principales motivos para la práctica deportiva es la mejora de la salud, pero, al mismo tiempo, este gran número de practicantes se lanzan a correr sin saber si realmente su organismo está capacitado para resistir esa carga de trabajo. A la necesidad de realizar este reconocimiento se le puede añadir, en muchos casos, una evaluación de los umbrales fisiológicos, los cuales nos ayudarán a delimitar las zonas de entrenamiento y ser más eficientes en nuestras sesiones de preparación.
Intentar copiar los entrenamientos de los atletas profesionales
En ocasiones, la gran motivación de los atletas populares y su desconocimiento de los procesos de entrenamiento y planificación hace que tomen como referencia los entrenamientos de los atletas de élite. El criterio que utilizan en muchos casos es una rebaja en la intensidad de entrenamiento y del volumen de este con respecto a los atletas de alto nivel. Este error es muy común, y atenta contra el principio de individualización del entrenamiento.
"Un corredor popular no tendrá la misma base de entrenamiento que un atleta profesional, tampoco la capacidad de recuperación de éste, y mucho menos las adaptaciones fisiológicas"
Llegados a este punto, es necesario destacar que diferentes sujetos pueden llegar a un mismo rendimiento mediante diferentes caminos (adaptaciones fisiológicas). Es decir, un corredor de media maratón puede mejorar su marca por diversos factores: mejora de su VO2máx, mejora de la economía de carrera, mejora de la velocidad asociada a su umbral anaeróbico, etc.
Basándonos en este último ejemplo queda claro que una misma receta de entrenamiento para todos los corredores no reportará la misma mejora, ya que no estamos dando a cada uno el entrenamiento que necesita para maximizar su rendimiento.
No contar con el asesoramiento de un profesional cualificado
En último lugar, en la actualidad, no es difícil ver en cualquier competición relojes GPS, zapatillas específicas de competición, ropa técnica y todo tipo de complementos para la práctica deportiva. Lo que sí es más difícil encontrar son atletas populares que estén bajo la supervisión de una persona cualificada como puede ser un graduado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte.
Muchos de estos atletas populares dedican un tiempo considerable a su preparación física, pero sin la ayuda de un profesional. En multitud de casos, estos atletas son autodidactas o siguen mantras como el "no pain no gain" que a buen seguro provocará "más pain que gain" a medio y largo plazo. Es por ello que debe ser una premisa básica de todo corredor popular que se tercie, lo dejarse aconsejar por un profesional. Tal recurso nos reportará una práctica deportiva más segura y eficaz.
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