Nos encanta la sensación de calzarnos un par de buenas zapatillas de running, devorar kilómetros y kilómetros y, tras haber disfrutado de nuestro deporte favorito, descalzarnos y... ¿qué hacemos después con las zapatillas? Hay muchos que, se conforman únicamente con "ventilar" ese par de zapatillas, descuidando por completo un correcto mantenimiento de las mismas. Si lo que queremos es disfrutar durante más tiempo de ese par de zapas, es necesario dedicar algo de tiempo a su conservación y cuidado. Todo ello con un mismo fin, que tus zapatillas de running y/o trail running sigan dándote una respuesta de calidad, ¡independientemente del tiempo o la distancia que vayas a completar! A continuación te presentamos algunos consejos sobre cómo evitar el mal olor en tus zapatillas de running, ¡toma nota!
Cómo evitar el mal olor en tus zapatillas de running
La vida útil de una zapatilla puede variar por determinados factores como: el perfil de corredor, el terreno de uso (asfalto, trail), la cantidad de kilómetros, el mantenimiento... Esta vez, hemos querido hacer hincapié en el cuidado y la conservación de nuestro equipo deportivo. Tras una buena sesión de running, llega el momento crucial, ¿qué haces con las zapatillas después de descalzarte? Si la respuesta es "ventilarlas" y/o guardarlas, ambas son incorrectas e insuficientes si lo queremos es aumentar la durabilidad de nuestro par de zapatillas.
Como ya sabes, en Runnea nos preocupa todo lo relacionado con el running y por ese motivo queremos presentarte algunos consejos para deshacerte del mal olor de tus zapatillas de running que, en la mayoría de las ocasiones, viene precedido por un mantenimiento incorrecto y una falta de cuidado de este material deportivo. Toma nota de estos sencillos consejos y ¡deshazte de los malos olores!
1. Házte con unas zapatillas con control del olor
Como ya venimos señalando desde hace tiempo, la mejor zapatilla de running no es siempre la más cara, sino la que mejor se adapte a nuestra condición física y a nuestras exigencias. Por lo tanto, a la hora de adquirir un nuevo par de zapas, podremos elegir entre algunos modelos que integran tecnologías de control de olor y que ¡ponen remedio a esta incómoda situación desde el primer día! La realidad es que la mayoría de las zapatillas de running han sido confeccionadas con materiales que facilitan la transpiración y la ventilación del pié, pero nunca está de más adquirir unas que ofrezcan un específico control del olor.
2. Evita lavarlas en la lavadora
La tela y los distintos compuestos presentes en la zapatilla pueden resultar dañados si nos decantamos por lavarlas en la lavadora. Por eso, como ya nos indican muchos de los fabricantes, la mejor opción es lavarlas a mano. Basta con emplear un detergente y/o jabón suave (existen productos destinados específicamente a productos deportivos), una esponja, un cepillo (de cerdas suaves), un cubo de agua tibia y una toalla. Es importante que, con el fin de evitar la aparición de los malos olores, limpiemos las zapatillas, tras haberlas usado, ¡lo antes posible¡
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3. Limpia tus zapatillas, parte por parte
Comienza retirando tanto la plantilla como los cordones. La parte superior de la zapatilla, confeccionada normalmente a través de mallas o telas, es conveniente lavarla mediante una esponja y retirar así nos restos de barro, polvo o tierra que hayan podido quedar incrustados. Asimismo, será conveniente limpiar correctamente la suela exterior, elemento de principal contacto con el terreno, para que quede lista para el próximo entrenamiento. Es importante destacar una vez más, que el uso de la lavadora puede resultar perjudicial para nuestras zapatillas de running, puede llegar incluso a dañar las propiedades de la misma. Por lo tanto, la limpieza manual, es nuestra apuesta segura.
4. Sécalas al aire libre
Tras haber realizado la limpieza pertinente, es importante no secar las zapatillas de running en la secadora, mediante secador, bajo el radiador o directamente bajo la luz solar, ¡evítalo! . Es importante dejar que nuestro par de zapas se sequen al aire libre, lejos de focos de calor que puedan dañar su composición. Para un mejor secado, y con el fin de evitar la aparición de incómodos olores, introduce toallas de papel en el interior de la zapatilla, para una absorción total de la humedad.
5. No las guardes sin limpiar
En ocasiones, la falta de tiempo hace que muchos de nosotros guardemos las zapatillas poco después de haber finalizado con el entrenamiento. Las guardamos sin antes haberlas limpiado y ésta puede ser una de las principales fuentes de la aparición del mal olor. Evita a toda costa guardar tus zapas sin antes dedicarle unos pocos minutos para un correcto mantenimiento.
6. Toque extra
Una vez hayamos limpiado correctamente las zapatillas, podemos probar a espolvorear bicarbonato sódito en el interior de las mismas. Éste compuesto ayuda a absorber los olores y los restos de humedad que permanezcan en tus zapatillas de running.
Estos son unos pequeños trucos a tener en consideración para evitar la aparición del mal olor en nuestras zapatillas de running. En la gran mayoría de las ocasiones, el mal olor nace de un mantenimiento incorrecto de este material deportivo. Dedícale un par de minutos a tu par de zapatillas si quieres que te duren y te acompañen a devorar más y más kilómetros.
Fotos: Unsplash
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