Carmen Valero: "Le dije al seleccionador que era mejor que se pusiese él la falda y se fuese a correr"

Carmen Valero: "Le dije al seleccionador que era mejor que se pusiese él la falda y se fuese a correr"
Begoña Beristain
Begoña Beristain
El blog de Bego Beristain
Publicado el 13-12-2018

carmen valero

Las mujeres hemos llegado al asfalto para quedarnos. Cada día somos más, entrenamos mejor y competimos en carreras que alcanzan ya el 50% de nuestra participación. Afortunadamente esto no tiene vuelta atrás porque hemos descubierto la importancia que el deporte tiene en nuestra vida tanto física como emocionalmente. Y no solo eso. A pesar de que correr se considera un deporte solitario tiene un importante componente social que ensancha las relaciones de quien lo practica. Los grupos de corredores/as son un lugar fantástico para ponerse en forma, sentirse deportista y crear nuevos lazos con personas con las que compartimos afición.

A Carmen Valero, dos veces campeona del mundo de cross (Chepstow 1976 y Dusseldorf 1977) y la primera mujer española en competir en unos Juegos Olímpicos (Montreal 1976), se le están rindiendo muchos homenajes en los últimos tiempos. A pesar de ser la mejor atleta española ha permanecido en la sombra. Sin embargo, la entrada con fuerza de la mujer en el mundo del running ha hecho que la importantísima labor realizada por Carmen en su vida deportiva sea reconocida y llevada a charlas, reportajes y documentales.

Tener la oportunidad de charlar con una mujer que rompió moldes en el atletismo y que se enfrentó a quienes opinaban que las mujeres no podían correr es un auténtico lujo que quiero compartir con los lectores y lectoras de Runnea.

Begoña Beristain. Han pasado muchos años desde que Carmen Valero competía y alcanzaba éxitos a nivel mundial y ha sido la incorporación de la mujer al running la que ha provocado su presencia de nuevo en los medios y en actos relacionados con el deporte. ¿Qué ha pasado?

Carmen Valero. Ha habido un tiempo en el que nadie se ha acordado de mi pero ahora me están haciendo muchos homenajes y la gente se ha dado cuenta de la importancia que tuvieron los retos y los éxitos de mi carrera deportiva. Ha habido muchas mujeres que han abierto las puertas principales, como Katherine Switzer, y después las mujeres de otras generaciones le hemos seguido. Cada una hemos puesto nuestro granito de arena y ahora todo el mundo tiene que contar con nosotras.

BB. Si algo fue importante en su etapa de corredora fue el apoyo familiar, especialmente el de su padre, que movilizó a toda la familia para que usted corriese. No era habitual el apoyo tan fuerte de un padre a una hija que corría. ¿Cómo fue eso?

CV. Mi padre tenía un trabajo fijo, mi hermana trabajaba y estudiaba, mi madre se dedicaba a cuidarnos y la hermana pequeña estaba en el colegio. Los cambios fueron un poco bruscos pero los afrontamos con alegría. Mis padres veían que yo siempre estaba corriendo por la calle, retando a los chicos y sabían que correr era muy importante para mi pero que no podría llegar a competir si no salía de mi pueblo, así que decidieron que nos mudásemos a Sabadell para que yo pudiese entrar en un club. Lo único que yo quería era correr. Nos trasladamos y comencé a entrenar con fundamento. Hubo una gran unión familiar y se que volverían a hacer lo que hicieron.

BB. Desde muy niña su pasión era correr. ¿Cómo recuerda esos años antes de entrar en la competición?

CV. Yo iba al colegio corriendo y volvía corriendo. Vivíamos en la montaña y yo siempre subía y bajaba corriendo. Mi hermana me pedía que la esperase porque como estaba rellenita iba muy lenta. Entonces yo le decía: subo a casa, dejo la mochila y vuelvo a buscarte. Y eso hacía, subía rápido y volvía a bajar para ir con ella. Yo necesitaba ese momento para mi.

BB. ¿Había otras niñas o mujeres que corriesen en aquel momento?

CV. Cuando yo tenía entre ocho y diez años no había ninguna niña corriendo, solo eran chicos. Cuando a los doce nos trasladamos a Sabadell y entré en el club sí me encontré con más chicas pero nunca dieron el paso a la competición como yo, no se decidieron.

BB. La llegada al Club fue un poco frustrante al principio ¿no? Solo le dejaban correr durante media hora.

CV. Llegué el primer día y me pusieron a dar vueltas al césped. Al de media hora me dijeron que ya estaba bien, que era bastante para el primer día y que al día siguiente volviese. Yo, como no les conocía y era muy tímida, me puse en un rincón a llorar. Vino un chico y me preguntó qué me pasaba. Yo le dije que no me dejaban correr, el chico habló con el entrenador y me dejó correr un ratito más. Desde entonces ya empecé a entrenar diariamente.

BB. ¿Porqué se inclinó por el cross frente a otras opciones?

CV. A mi la pista me gustaba mucho pero solo hasta el 1.500. No había distancia larga y entonces hacía mucho cross en los entrenos, caminos, subidas, bajadas... vi que allí era donde yo rendía y me sentía feliz. Porque yo el deporte lo he hecho porque me sentía feliz. Si yo tenía que hacer un 5.000 en pista no me divertía y prefería hacerlo en el bosque.

BB. Había que soportar a hombres que opinaban que las chicas no podían correr porque eran "culonas y pechugonas". ¿Como llevaba estas afirmaciones?

CV. Eso decían, sí. Había entrenadores de hecho que solo querían trabajar con chicos y eran los que te decían "pero tú... donde vas?". Habiendo ganado mi primer Campeonato del Mundo de Cross, hubo que esperar al segundo triunfo para que creyesen en mi.

BB. Aún hay diferencias en cuanto a premios en algunas carreras. Entonces, un campeón del mundo se llevaba un millón de pesetas de premio mientras que una mujer se llevaba solo cien mil. Supongo que daba mucha rabia eso.

CV. Ahora las cosas han cambiado mucho, sobre todo el el atletismo federado. Se dan las mismas becas porque todo va por marcas, pero entonces no era así. Yo no cobraba en el 90% de las pruebas en las que competía, pero los chicos sí cobraban. Como era feliz corriendo y lo hacía por eso, no me quejaba. Ahora no lo permitiría.

BB. La carrera de Carmen Valero fue corta. ¿Qué le llevó a retirarse a los 25 años?

CV. Dejé de competir porque no tenía apoyo de la Federación, ni económico ni moral. Decidí tener una hija, pero una vez que nació me fui al Campeonato de España. Cuando llegué me preguntaron: ¿qué has venido a hacer aquí? . A verte a ti, le respondí. Y me dijeron que había seis puestos para ir al Campeonato del Mundo, pero que yo si no ganaba, no iba. Me callé, gané y entonces me dijeron que estaba seleccionada, que iba al campeonato del mundo. Entonces yo le dije al seleccionador que era mejor que se pusiese el la falda y se fuese a correr. Y no fui. Se enfadaron, me dijeron que me iban a desclasificar pero me dio igual. A mi no me daban nada así que no sentía que debía tampoco nada. Después vino una lesión de rodilla y se acabó la competición.

BB. ¿Se siente feliz de ver a tantas chicas corriendo?

CV. Cada vez somos más y la cifra va en crecimiento. Ahora tenemos la libertad de salir y correr como queramos para reivindicarnos al tiempo que cuidamos nuestra salud. No debemos dejarnos llevar por lo que nos digan. Eres tú la que decides lo que quieres.

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El blog de Bego Beristain

Licenciada en ciencias de la información. Colabora en diversos medios como Onda Vasca , Deia o EITB. Maratoniana y amante de nuevos retos running.