No hay duda, me siento un privilegiado. Tres años después de mi primera participación en el legendario Ultra Trail Du MontBlanc he vuelto a cruzar exitoso la línea de meta en Chamonix. El camino no ha sido fácil, porque se han sucedido meses de incertidumbre, pasando por lesiones y temas laborales que no se han resuelto con la antelación que me hubiese gustado, y que no me dejaban saber con certeza si podría acudir a la cita en los Alpes.
Podcast: Hablamos con Runzalico de la UTMB desde dentro
Sacar adelante algunos entrenos costó mucho, dada la falta de motivación....... Pero llegado Julio, ya entrenando bien, pude reajustar mis objetivos de tiempo, y pasar de ir a por las 30 horas a llegar suficientemente preparado para afrontar la prueba con garantías y volver a ser "FINISHER" en esta UTMB 2019, sin importar demasiado el crono. Después de pasar por tantas cosas puedo volver a lucir orgulloso el chaleco de finisher en la carrera reina del mayor evento de trail running del mundo. Conseguir un doblete en esta carrera ha sido duro y a la vez muy hermoso, tanto el camino hasta ello como la carrera en sí. Por todo ello voy a contaros todo lo que envuelve la participación de un runneante popular como tú y como yo, desde el momento que decides emprender este apasionante viaje hasta el mágico instante de cruzar bajo el arco de meta en Chamonix.
¿Cómo conseguí mi dorsal para correr en la UTMB 2019?
Para acceder al dorsal de la UTMB debes acreditar una serie de puntos conseguidos e otras carreras, en mi caso fueron necesarios 15 puntos en 3 carreras (cada carrera da un máximo de 6 pts en función de su longitud/dureza) y después con esos puntos accedes a un sorteo, si resultas agraciado ya puedes desembolsar los 260€ de la inscripción (correr la UTMB no va a salir barato, eso ya te lo imaginas.......)
Pero estas reglas van variando y el año que viene ya serán otras, creo que a partir de ahora será más accesible, ya que han creado otras carreras By UTMB que dan puntos para el acceso directo sin tener que pasar por el sorteo
En cualquier caso pongámonos en que ya has corrido varias Ultras de cierto nivel y las has acabado en el tiempo que exige la organización, con lo que demuestras que estás preparado para enfrentarte a las 100 millas del MontBlanc.
En el mismo momento que tengas la confirmación de que dispones de dorsal, la recomendación no es otra que la de ponerte manos a la obra para buscar el alojamiento, ya que toda la zona de Chamonix y alrededores se colapsa de corredores y acompañantes, y los precios de los alojamientos aumentan según se acerca la fecha en proporción a lo lejos que te tengas que alojar, si tardas en buscártelo.
Logística, alojamiento y material obligatoria en la UTMB
En mi caso me desplazo a todas las carreras en mi Furgoneta, una VW California, bautizada como la "Trailruneta", y reservé en un camping en Les Bossons a solo 4kms de Chamonix centro y con transporte público gratuito. Fue una recomendación de mi compañero y amigo Ismael ya para 2016 y hemos repetido en el mismo sitio por comodidad y precio. Sale la semana por unos 350€ para 4 personas. Nuestra estancia fue de miércoles a miércoles para hacer un pequeño pre y post carrera por los alrededores.
Para llegar allí, esta vez decidimos ir por autopistas, y hacer parada de 1 día y una noche a mitad de camino. A tal efecto, las playas de Montpellier pillan muy bien. Por lo tanto, añádele otra noche de camping, unos 40€ por noche y las autopistas, que son 170€ entre ida y vuelta (Zaragoza-Chamonix), le agregamos el gasoil que han rondado los 275€, y ya solo queda contabilizar la manutención que ahí, pues lo que te quieras gastar, pero os adelanto que si Francia es más caro que España por lo general, Chamonix es mucho más caro en comparación. Un ejemplo la caña a 5€ para que os hagáis a una idea......
Hasta ahí la información que querríais ocultar a vuestras parejas, hablemos ahora del material que vamos a utilizar.
Por otro lado, en el apartado de material, te exigen 3 tipos de material obligatorio: Un kit básico que debes llevar sí o sí, y 2 opcionales, en función de la climatología. Por no alargar en exceso este post/crónica, os dejo un enlace directo a la web oficial de la Ultra Trail Du MontBlanc, y su reglamento donde se detalla todo el equipo obligatorio y el recomendado por la organización.
Deberás proveerte de todo esto a lo largo del año, antes del día D. Hay tiempo, porque el sorteo suele ser para el día de Reyes y la carrera se celebra el último fin de semana de agosto. Por cierto, no olvides probar tus suplementos de alimentación e hidratación, y hacer acopio de ellos para esa fecha. Será algo absolutamente determinante en el éxito de tu carrera, y lo digo por experiencia propia.
Llegada a Chamonix y días previos a la carrera
Bien llegamos a Chamonix y ya desde el primer instante te ves rodeado de puro trail running, el resto de carreras del evento se van sucediendo los días anteriores a la UTMB, así que normalmente llegarás cuando haya gente en carrera y podrás disfrutar del autentico espectáculo que han montado en Chamonix para el disfrute de corredores y acompañantes.
Numerosas actividades se suceden en las distintas tiendas de los alrededores, con corredores y corredoras élites que te sacan a dar una vuelta para probar tal material o te enseñan las zapatillas de trail running con las que van a competir la temporada que viene. Si vas prestando atención a todo esto, no tendrás tiempo de concentrarte en tu carrera. La "feria del corredor" es aquí el Salón del Ultra-Trail, donde tendrás absolutamente de todo lo último en ropa, calzado y accesorios para la practica de nuestro deporte y que te pondrán los dientes muy largos. Eso sí casi todo a doblón de oro, pero creo que todos picamos algo :)
Bien es cierto que si no pasas el control previo de material a la recogida del dorsal, podrás servirte aquí o en cualquiera de las grandes tiendas que pueblan Chamonix de cualquiera de las cosas que te hayas olvidado en casa, como imprescindible a llevar...la VISA
Durante toda la estancia en Chamonix te encontrarás por la calle con los cracks internacionales del mundillo trailrunero. La verdad es que yo no soy nada mitómano y no suelo ir pidiendo fotos a las estrellas, pero en esta ocasión reconocí, entre muchos otros, al gran Marco Olmo, y sí, le pedí inmortalizar el encuentro. Su historia hace años fue una de mis grandes motivaciones cuando empezaba a correr. Leer cómo un obrero empezó a correr cerca de los 30 y llegó más tarde a base de dedicación y esfuerzo a convertirse en el ganador del UTMB con casi 60 años, sin duda alguna, fue una de mis mayores fuentes de inspiración.
La recogida de dorsales
Creo que la mejor organización que he vivido al respecto, sólo podría ponerles una pega. La puerta de entrada es pequeñita y lateral, podían poner unas flechas o algo para los más despistados....jajaja, es genial.
Entras por la puerta y vas conducido por un pasillito que te lleva al interior del recinto. Si no sabes tu número de dorsal, cosa poco probable, los tienes en la pared para poder comprobarlo, en la fila cuando llega tu turno tratan de averiguar en qué idioma te pueden atender mejor, y en función de eso te encaminan a un voluntario/a u otro. Si los idiomas no son tu fuerte, no te preocupes, porque hay muchos voluntarios que hablan castellano.
Te pide el DNI y al meter tus datos en el PC comprueban tu identidad, y te imprimen una hoja donde declaras que llevas todo el material obligatorio y unas prendas (diferentes encada caso) que debes enseñar al siguiente voluntario. Con tu hoja firmada y provisto de una bandeja, te apartas a unos mostradores donde sacar lo que te piden en la hoja para ponerlo en la bandeja y enseñarlo en el siguiente paso.
Enseñas lo que te han pedido y hacen las comprobaciones pertinentes, ojo, realmente comprueban bien lo que piden. Mirarán que las costuras de tu chaqueta sean termoselladas, por ejemplo, y esto es genial, ya que redunda en tu propia seguridad "¡Vas a correr alrededor del macizo del MontBlanc, por Dios, no es la carrera de tu pueblo!" El clima aquí puede ser tu peor enemigo, invierte en material de calidad, no lleves solamente los típicos "salvamultas" o lo puedes pasar mal (si no tienes asistencia en los avituallamientos que te de el material "de verdad" cuando es necesario claro.....)
Bien ya nos han dado el ok y el siguiente paso es retirar el dorsal. En otra mesa y en perfecto orden, comprobarán nuestra hoja sellada y nos darán el dorsal y la camiseta. Además de las tarjetas para los acompañantes que pueden hacernos asistencia en determinados puntos, si vas con familia o amigos y quieren verte en el recorrido, la organización pone a nuestra disposición unos autobuses que les lleva a esos puntos ¡38€ por cabeza!...aunque también pueden ir por sus medios.
Con nuestra bolsa para la base de vida en Courmayeur ya en la mano nos enfilamos a la salida no sin antes pasar por un Photocall donde nos harán una foto (si queremos) que luego te puedes enviar por correo electrónico. Esto es gratis....Así que aquí va la mía :)
Recogido el dorsal, mi recomendación es hacerlo al inicio de nuestra llegada a Chamonix para disfrutar con menos nervios del ambiente que se respira toda esa semana en el Valle del Arve.
No creo que sea el único que por momentos desea no tener que correr la carrera para quedarse allí simplemente empapándose del ambiente que se vive en las calles de Chamonix. La llegada de corredores de otras carreras se va sucediendo entre vítores y ánimos.
La complicidad con la gente es increíble, somos miles de corredores de todas las nacionalidades y estamos juntos ahí concentrados en ese punto. No veo rivales, solo compañeros de camino. Estar aquí es la celebración de nuestra capacidad deportiva, y eso se nota en todos/as y cada uno/a de los/as corredores
Nos miramos las muñecas en busca del color de tu pulsera, color que marca la distancia de tu camino, color que no divide sino aúna, buscas cómplices de color. Compañeros de color Rojo en este caso para la UTMB.
Los dos días inmediatos a la salida son en mi caso de relax y descanso relativo. Buena ingesta de hidratos y tratar de no pensar mucho en la carrera, solo practicar el mantra que debo recordar, "Comer y beber , comer y beber". Mis piernas ya saben correr y conoce la distancia, lo más importante debe ser concentrarse en eso y el resto será el producto del "escaso" entrenamiento y el azar de la climatología.
Mi objetivo en enero de 2019 era luchar por las 30 horas, pero tuve que reajustar. Siendo realista sabía que prácticamente hasta el km 100 iba a ir bien, pero luego acusaría la falta de tiempo de entrenamiento. Todo esto se cumplió y empleé un tiempo de 36h45min para los 180kms que me salieron de reloj, casi 3h menos que mi anterior registro en 2016. Un tiempo conseguido que me hace que pueda dar la carrera por buena, pero me quedo con un cierto regusto amargo, ya que hasta el kilómetro 120 fui en tiempos de 30-32 horas, aún sin buscarlo. Simplemente corriendo por sensaciones, y si hubiera podido entrenar como quería...
Pero fue a partir de aquí que mis cuádriceps acusaron esa falta de entrenos, y las bajadas tuve de hacerlas mucho más lento. También debo decir que algún pequeño cambio en el recorrido como el último e infernal "sendero", donde las afiladas piedras se entremezclaban con un caos de raíces hicieron de la última bajada toda una odisea. Mientras la, ya tenue, luz del frontal trataba de iluminar mis pasos sin mucho acierto y convertía, lo que yo me prometía una vertiginosa bajada tal como en 2016 hice junto a mis amigos Ismael y Ricardo, en una penosa peregrinación hasta llegar al asfalto de la antesala a meta.
El momento de la salida en la UTMB 2019
He obviado hasta el momento uno de los principales motivos por los que me volví a poner en la casilla de salida en Chamonix. Más allá del propio deseo personal, existen otros factores que me movieron a ello. Mi compañero de entrenos, David, había conseguido los puntos necesarios para la aventura y se iba a puntar al sorteo, pero se animaba más si lo hacía en compañía, ya que una aventura de este calibre se lleva mucho mejor en compañía, desde la preparación, viaje, hasta ponernos en la misma línea de salida.
Una cosa dejamos clara desde el principio, al menos si yo me acababa enrolando en la aventura, haría mi carrera. No por egoísmo, sino que habiendo ya saboreado la carrera en equipo, quería hacer la mía propia esta vez. No hubo problemas en este aspecto y el también fue finisher. Mi más sincera enhorabuena, David. Que además sean mi cuñado es meramente circunstancial...... ;)
En los momentos previos a la salida nos cayó una buena tormenta. Menos mal que teníamos buen sitio y sentados en un bordillo y abrigándonos con los impermeables capeamos el temporal como pudimos sin llevarnos demasiada agua encima en la salida.
Los speakers animando y la música sonando, damos palmas al unísono y se acerca la hora, de repente una breve cuenta atrás y...Salimos: ¡170kms y 10.000 metros de desnivel positivo...¡Ay, Dios quién nos mandará a nosotros meternos en estos costales!
Cuesta abajo por las calles abarrotadas de Chamonix, como en tu dorsal consta la bandera de tu país vas recibiendo los primero ánimos en un idioma mezclados con el resto. La carne de gallina en todo momento, mientras la gente lee tu nombre y grita "Allez! Allez!"
"Comer y beber, comer y beber", mi particular mantra en cada avituallamiento
Los 8 primeros kilómetros son prácticamente llanos y por fin llega el primer "descanso" en forma de subida , la primera vez que te enfrentas a ella piensas: «Pero esto no era todo corrible ?!?!»
Coronas, bajas , vas buscando tu sitio y llegas al primer avituallamiento serio (ya has pasado uno volado) donde la gente se agolpa en las calles de Sant Gervais para verte pasar y animarte. Eres para ellos un héroe, sentir ese momento, vivirlo...No se puede describir con palabras.
Subirás hasta Les Contamines y La Balme en lo que es la primera noche para el común de los mortales. La sopa mi gran aliado durante la carrera, aparte de lo que yo llevaba fue mi básico alimento. Tres cazos de sopa uno de ellos con fideos fue el menú de casi todos mis avituallamientos, en todos los nocturnos, aderezados con pan y con la complicidad de algún dulce si apetecía. "Comer y beber, comer y beber" ese era mi mantra.
Pasas las Pirámides calcáreas, que son una broma a la lado de del "Collado de Salenques". Así que si sabes a lo que me refiero, no les tengas miedo. Yo las subí bien y pude bajar trotando, no es demasiado "técnico".
Llegué a Lac Combal antes del amanecer recordando cómo llegaba allí hace años, y cómo estaba ahora. Todo lo que ha pasado desde entonces, todo lo bueno, todo lo malo, saqué un balance positivo...Sí, todo esto mientras me bebía una sopa y rellenaba agua, apenas 10 minutos.
También tuve oportunidad de ver cómo iba asomando el astro rey por encima de sus glaciares antes de poder empezara a bajar hacia la mitad de la carrera donde el plato de pasta italiana nos esperaba en Courmayeur. Pasé Courmayeur bastante bien la verdad, un plato de pasta, cambio de indumentaria y a tirar millas. No toqué los calcetines, ya que hasta el momento las New Balance FreshFoam Hierro BOA me habían llevado perfectamente, salvándome de algún chapuzón en lodo, gracias a su polaina. Tampoco comprobé el esparadrapo que me puse en las zonas donde se me suelen resentir las plantas de los pies y volví a calzármelas en busca de los siguientes 90kms.
La parte del recorrido que más me gusta la UTMB, y empiezan los problemas
Llega la zona que más me gusta de UTMB, la subida al refugio Bertone y el posterior "llaneo" hasta el refugio Bonatti. Todo esto con unas vistas indescriptiblemente bellas. Sí créeme, conozco prácticamente todos los rincones de la geografía ultrera Española y no, no cuentan con estas vistas. Amo los Pirineos, son inmensamente bellos, pero estamos hablando de los Alpes y si has estado aquí, lo sabes.
Bajo suave hasta Arnouvaz sabiendo que se viene el "Grand Coll Ferret" uno de mis "demonios" de 2016, pero esta vez no hace tanto calor y subo a buen ritmo con un par de improvisados compañeros. Sin embargo en esta bajada hacia La Fouly empiezan mis problemas, no voy para abajo, mira que es una bajada buena, pues no hay manera, los cuádriceps están en las últimas y apenas tengo agua apara tomarme un ibuprofeno que me ayude a mitigar las molestias y me permita continuar. Llego al punto de agua que nos tienen preparado 5 kms más abajo y me siento en el banco a beber tranquilo. Estoy bastante hundido por cómo voy y que me haya quedado sin batería (gracias a la app que la organización obligó a instalar) ayuda a que psicológicamente me empiece a entrar una buena espiral de mal rollo...
Otros 5kms hasta La Fouly que me pasan lentos cuando deberían ser los más rápidos y en el avituallamiento empiezo a ver gente que pasa a la carpa de "retirados". Esto cambia mi chip instantáneamente, me digo a mi mismo: "No se te estará pasando por la cabeza?!?! ¡Tira! come, bebe y adelante, es un bache, sabes que es un bache y que va a pasar!»
Me hago caso, (¿no sabías qué estamos todos un poco locos?) y ayudado por una suave pendiente descendente me acerco a la subida a Champex Lac.
Este tramo lo hago en compañía de un checo a buen ritmo hasta que la subida se complica y no recordaba que dieran tantas vueltas para llegar al maldito lago, la de veces que piensas: «Pero si está ahí mismo, a dónde lleva este camino?!?»
Se me hizo larga, y el avituallamiento también, muy lleno de gente y todos con penurias. Aquí recuerdo que mi hijo entró a ayudarme y que le diera chocolate del avituallamiento hace 3 años. Pero eta vez les dije que se quedaran tranquilos en Chamonix que no iba a parar tanto rato en los avituallamientos como para poder atenderles. Así que volví al mantra: «comer, beber», una mirada al perfil.....y a por la primera de las tres grandes de la carrera, que aunque en número no lo son, realmente en las piernas cuentan como tales.
La meta Chamonix está más cerca
El primer gran escollo para llegar a Trient se me hace muy duro. Además la segunda batería del frontal no estaba del todo cargada y voy con pilas normales, con lo que la iluminación es pobre, corro donde puedo, ando cuando toca, como arándanos y frambuesas, mientras disfruto del sufrimiento que me lleva hasta el siguiente avituallamiento.
La bajada está muy rota y he sufrido bastante en mis ya maltratados cuádriceps. Va a tocar tirar mucho de cabeza para acabar, pero voy a hacerlo. Eso voy pensando en todo momento ya, el cuando llegaré va a ser la constante a partir de aquí, pero en mi interior se que voy a llegar. No tengo imágenes de estos tramos finales, no me quedaba batería en el móvil, pero en el cuerpo había batería para largo.
A Vallorcine se llega mucho mejor, a pesar de lo que parece en el perfil. Tanto la subida como la bajada son más amables y se deja conquistar con cierta facilidad, pero las horas van pasando, ahí hablo con un par de españoles y como tomando la iniciativa, y mientras apuraba el ultimo trago de sopa les digo: «¡Venga vamos! Esto lo tenemos hecho, solo tenemos que llegar allí arriba a la Teté Aux Vents y lo demás es todo bajada!».
Con las mismas me reequipo y salgo a por la última subida. La hago literalmente a toda leche. Adelanto a mucha gente subiendo, mientras tiro de palos y fuerzo las piernas para arriba. Subo bien, maldita sea, mejor que en las otras siendo esta más complicada, quizá reservé demasiado o quizá es solo la adrenalina de saber que Chamonix está más cerca.
Paso a paso llego a la cima y paso el control de chip, ahora comienza un técnica bajada que nos encaminará ya a hasta la pista de esquí y finiquitar con la bajada por pista. Esto pensaba yo, pero no, la bajada se me hace infernal, saltando de roca en roca, mientras cada pisada me recuerda que mis cuádriceps parecen haber perdido toda su elasticidad: «Ojalá acabáramos en subida», pienso.
Acaba esta bajada y comienza otra subida y falso llano hasta el pie de pista y tras un par de curvas en subida de pista aparecemos en el último punto de control antes de la meta, quedan unos 8 kms a meta, debería ser rápido, es cuesta abajo. Nos paramos todos los que llegamos allí y otra sopita entra al cuerpo. Relleno mitad de botellines, ya que no me van a hacer falta los 1200ml ¡Lo siguiente que beba tiene que ser una buena cerveza!
¡Qué cosas se pasan por la cabeza tras tantas horas despierto y más de 30 horas de carrera!
¡Esta meta es mía!
Salgo del avituallamiento y ya el principio cambia. Nos tiran mitad de la pista de esquí abajo, una verticalidad que duele, tras poco más de 300 metros de pista bajando se hace un desvío a un "sendero" y lo entrecomillo, porque el primer tramo nada tiene que ver con el que descendí a 4 minutos hacía 3 años. Intento correr pero tropiezo varias veces y alguno que viene detrás incluso me avisa que baje con cuidado que me voy a a matar. Aflojo, rabio, apenas cuatro saltos y a pasar de puntillas, dolor, y cuando voy saliendo de este infierno sin haber mirado el reloj hace rato una tenue claridad me hace girar la cabeza...... Si está amaneciendo.
Miro el reloj y veo las 06:30h, me queda poco para llegar, un "llegaré con el alba!!!" pasa por mi cabeza y me hecho a reír para adentro. Es demasiado temprano para que haya transporte que acerque a los míos a meta. Además no tengo batería y no puedo llamarles. Todo bien...no pasa nada, estaba previsto llegar solo a esta meta ¡Esta meta es mía!
Llego al asfalto de Chamonix y ya no duele nada, troto mirando a la gente que espera a otros corredores, les sonrío mientras me animan. Voy corriendo, pero como flotando en una nube. Me acuerdo de Ricard, de Ismael y de sus familias que nos acompañaron aquí hace años. La carne se me vuelve a poner de gallina.
Último giro y ves el arco de meta. Un par de gentiles gabachos parecen querer disputarme la 400º posición. Me aparto a un lado y les cedo el honor de entrar delante esprintando. Yo a lo mío, sigo trotando, me desabrocho la mochila para que se vea bien el logo de mis amigos e RUNNEA y entro en meta.
Una entrada sencilla, una meta irrepetible, porque cada carrera es distinta. Una meta al fin y al cabo que no es solo mía. Es especialmente de ellos, los que me acompañan y animan, los que me aguantan cuando caigo y felicitan, cuando me levanto para volver ponerme de pie y afrontar otra línea de salida. Ellos tienen la culpa de que me siga enfrentando con valor a cualquier carrera y a la vida. Mónica, Andrea y Gonzalo...¡Mi mayor victoria, mi familia!
¿Después de la UTMB 2019 en Chamonix? ¡Próximos retos y objetivos!
Y cuando acabas y te das cuenta de lo qué has hecho vienen las preguntas del calibre: «¿Y ahora qué?»
Bueno, pues paciencia, no faltan retos, alguna maratón de asfalto para darle chispa a cuerpo. A lo lejos, en la montaña, me gustaría a ir a Dolomitas; el Lavaredo Ultra Trail, me llama bastante, y si todo se alinea buscaremos la forma de ir.
¿Y si volveré a Chamonix para correr la UTMB 2020? Recién acabada la carrera dije un rotundo: "No hay dos sin tres" Pero pasados los días, el cuerpo ya sólo se acuerda de lo bueno, y: «¿Sabes lo bien que te lo pasas haciéndolo?»
Con lo que no digo adiós a Chamoix, quizás un hasta luego, y si se cruza en mi camino la oportunidad de volver...¡volveré humildemente a intentar dar esa vuelta de 170 kms alrededor del gigante blanco del MontBlanc!
El UTMB puede ser muchas cosas, y últimamente se habla mucho de su deriva mercantil, pero creo que debes ir allí para crearte tu opinión, ¿sale caro? Sí, ¿merece la pena? Rotundamente SI
Si se me ha quedado algo en el tintero puedes consultármelo por las RRSS, si coincidimos trotando o alrededor de una buena mesa. Esta ha sido mi experiencia, la de un corredor popular que hace años leyó una crónica similar a esta y se creyó capaz.
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