Como atletas populares sabemos que la planificación de una temporada de carreras populares puede llegar a ser compleja, ya que diversos factores pueden influir en el logro de tus objetivos iniciales. Por ello, saber programarla adecuadamente, atendiendo a tus circunstancias y condiciones no solo te ayudará a mejorar tu rendimiento, sino que también te permitirá disfrutar más del proceso.
Y es que en RUNNEA sabemos que una buena planificación es la base para evitar lesiones y alcanzar tus objetivos de manera efectiva. Y para lograrlo, es fundamental establecer metas u objetivos claros y organizar un plan de entrenamiento bien estructurado, teniendo en cuenta factores como lo son el nivel de condición física, los tiempos de recuperación y la progresión de las cargas de trabajo.
Factores, todos ellos, medibles y controlables a nivel físico, pero en los que también repercuten otras variables como las circunstancias personales de cada corredor (tiempo disponibles, estrés, posibilidades materiales…) o el entorno, que pueden ser diferenciales a la hora de evaluar y reconducir la temporada. Por eso, en este artículo queremos acercarte un breve esquema, apoyado en algunos de nuestros expertos deportivos, con el que afrontar el análisis y la planificación de tu temporada de carreras populares.
1. Cómo definir tus metas de la temporada
El primer paso para organizar correctamente tu temporada de carreras pasa por definir tus objetivos. Estos pueden variar desde completar una distancia determinada, como una media maratón, hasta mejorar tu marca personal o simplemente disfrutar de la experiencia de competir y finalizar carreras o simples entrenamientos.
Tal como señala Imanol Loizaga, entrenador y maratonista veterano, es fundamental que estos objetivos sean realistas y acordes a tu nivel actual. Por ejemplo, asegura que “querer correr tu primera media maratón en menos de 2 horas en un periodo de 3 meses de preparación sería un objetivo bien formulado” puesto que se trata de una meta específica, medible, alcanzable, realista y con un tiempo definido.
A este planteamiento de objetivo se le llama comúnmente criterio SMART, y consiste, como hemos indicado, en establecer objetivos que cumplan una serie de requisitos que favorezca el desarrollo motivado de la preparación y la consecución correcta de cada objetivo. Por su siglas en inglés se estructuraría de la siguiente manera:
- S → Specific: Hace referencia a un objetivo específico o concreto, definido y no abstracto o ambiguo.
- M → Measurable: Hace referencia a la medición, un objetivo que pueda ser controlado cuantitativa y cualitativamente.
- A → Achievable: Hace referencia a su accesibilidad, esto es, debe ser un objetivo alcanzable a partir de tu preparación.
- R → Realistic: Hace referencia a tus capacidades. Debemos encontrar una meta realista con nuestro estado físico y mental y su probable progresión a partir del entrenamiento.
- T → Timed: Hace referencia a la duración, esto es, tenemos que elegir un periodo de tiempo determinado para llevarlo a cabo, fijar un fin último o fecha en la que alcanzarlo.
2. Cómo planificar tu calendario de carreras
Una vez que tengas tus objetivos claros, el siguiente paso es organizar las carreras que quieres correr a lo largo de la temporada. Este calendario te permitirá distribuir las cargas de entrenamiento y los periodos de descanso de manera más eficiente. Es importante evitar participar en demasiadas carreras consecutivas, ya que esto puede aumentar el riesgo de sobrecarga y lesiones.
Loizaga sugiere planificar carreras de diferentes distancias como parte del proceso de entrenamiento, para preparar al cuerpo de manera progresiva. Así, en ese llamado principio de progresión del entrenamiento, puedes incluir algunas carreras más cortas antes de tu prueba principal (como carreras de 5K o 10K) que te sirvan como entrenamiento de calidad y preparación para el día D.
Principio de progresión en el entrenamiento físico
Consiste en aumentar gradualmente las cargas de trabajo (como volumen, intensidad o complejidad) atendiendo a la preparación física, coordinativa, técnica, táctica, intelectual y de la fuerza de voluntad de cada individuo para que el cuerpo se adapte de manera continua y segura. Según Weineck (2005), este principio se basa en la relación proporcional entre la carga aplicada, la adaptación del cuerpo y la mejora del rendimiento. Aumentar las exigencias de forma sistemática es crucial para un desarrollo a largo plazo y para evitar estancamientos en el rendimiento. A su vez, es esencial que el incremento de la carga sea gradual y adecuado al nivel de cada persona teniendo en cuenta factores como el nivel previo de entrenamiento o la edad del deportista, entre otros.
3. Cómo estructurar el entrenamiento
Una vez definido el calendario, es momento de organizar los entrenamientos. La planificación debe seguir un esquema de ciclos, comenzando por la base y aumentando la intensidad de manera progresiva. Un esquema común en muchos planes de entrenamiento incluye las siguientes fases:
Preparación General
En las primeras semanas, el enfoque debe estar en desarrollar una base aeróbica sólida. Los entrenamientos deben ser de baja a media intensidad, con un volumen moderado. Se recomienda alternar entre rodajes suaves y sesiones de fuerza, ya que fortalecer los músculos ayudará a prevenir lesiones.
Fase de desarrollo
En esta fase, la intensidad de los entrenamientos aumenta, incluyendo series, cuestas y fartleks. Es importante variar los estímulos y no caer en la rutina de hacer siempre los mismos rodajes. Loizaga enfatiza que las tiradas largas son esenciales, pero no deben ser el único foco del entrenamiento. Alterna entre entrenamientos cortos y explosivos y rodajes de mayor duración para adaptarte a diferentes situaciones de carrera.
Fase específica
A medida que te acerques a tu objetivo principal, el entrenamiento debe ser más específico. Si te preparas para una maratón, esto incluirá entrenamientos a ritmo de competición, simulacros de carrera y tiradas largas. También es importante introducir el "tapering", o la reducción progresiva del volumen de entrenamiento en las semanas previas a la carrera.
4. Cómo evitar el sobreentrenamiento: Escucha a tu cuerpo y prioriza el descanso
El sobreentrenamiento es uno de los errores más comunes entre corredores populares. Es fundamental aprender a escuchar las señales de tu cuerpo y ajustar los entrenamientos según sea necesario. Las semanas de descarga o descanso activo son cruciales para la recuperación, ya que permiten asimilar el trabajo realizado y evitar lesiones.
Además, como comentan la gran mayoría de corredores profesionales del panorama internacional, no todos los días serán iguales, algunas sesiones no saldrán como esperas, y es importante no desanimarse y mantenerse centrado en el objetivo principal. Mantén la constancia, pero también respeta los descansos. Una planificación bien balanceada entre carga y recuperación maximiza las posibilidades de llegar en buen estado a la línea de salida.
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En unos sencillos pasos te ayudamos a escoger la zapatilla de running o trail ideal para ti
Ir al recomendadorDe hecho, el para muchos considerado mejor maratoniano de la historia, Eliud Kipchoge, ha reiterado en diferentes ocasiones ante la prensa que suele dormir una media de 10 horas diarias, divididas en un largo descanso de 8 horas por la noche y otras 2 horas durante el día: Un global que tal y como explica Andy Ruiter, entrenador del NN Running Team, es el habitual entre atletas de élite.
Obviamente, un corredor popular puede encontrar mayores dificultades para cumplir con estos niveles de descanso. Pero ajustando dichos momentos y estableciendo temporadas de mayor y menor carga de entrenamiento, cualquier corredor debería ser capaz de prevenir ese temido sobre-entrenamiento y, así mismo, lesiones musculares o fracturas por estrés.
5. Por qué entrenar la fuerza: Importancia del trabajo complementario
Aunque el running sea el foco principal de tu entrenamiento, complementar con ejercicios de fuerza es esencial. Como afirma Loizaga, "la fuerza es la cualidad física más importante" para los corredores. Trabajar la musculatura no solo te hará más rápido, sino que también contribuirá a evitar lesiones por sobrecarga. Las sesiones de fuerza deben ser parte regular del plan de entrenamiento, aunque no deben restarle protagonismo al trabajo en asfalto.
Por otro lado, incorporar actividades complementarias como el ciclismo o la natación, así como el yoga u otras prácticas de ejercicio similares puede mejorar tu flexibilidad y ayudarte a mantener el equilibrio muscular, reduciendo el riesgo de sobrecarga articular.
6. Flexibilidad: Evalúa y ajusta tu plan cuando sea necesario
Uno de los principios fundamentales del entrenamiento, en todas sus facetas, pero sobre todo en el running popular, es que la planificación no es estática ni estricta. Es vital que, a lo largo de la temporada, hagas ajustes en función de tus progresos, sensaciones y posibles imprevistos, como lesiones o cambios en el calendario de carreras.
Las más vendidas para empezar a correr
Las zapatillas de running más vendidas para principiantesUn buen corredor sabe adaptar su entrenamiento y mantener la motivación incluso cuando las circunstancias no son las ideales. Al finalizar cada bloque de entrenamiento o después de cada carrera, tómate el tiempo para evaluar qué ha funcionado y qué podría mejorarse para las siguientes semanas. En este sentido, el estar supervisado por un entrenador al que ofrecer feedback continuo de tus progresos y de tus demandas puede ser crucial para completar una buena preparación.
7. Disfruta el proceso
Finalmente, recuerda que cada carrera y entrenamiento que componen tu temporada de carreras populares es un viaje único e irrepetible, por lo que ten presente que no solo se trata de alcanzar la meta, si no de ser capaz de plantarse en la línea de salida con las mejores sensaciones posibles.
Por ello, desde RUNNEA, te animamos a disfrutar de cada paso del proceso, de cada entrenamiento, y aprender así de cada momento de la preparación. Al igual que una carrera, la planificación de una temporada es un equilibrio entre esfuerzo y disfrute. La meta es importante, pero lo es también el camino. Con una buena planificación, objetivos claros y una actitud flexible pero determinada, estarás listo para enfrentar con éxito cualquier desafío de tu temporada. ¿Ya la has preparado? ¡Te leemos!
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