Como cada año en RUNNEA hemos realizado una macroencuesta que denominamos RUNNÓMETRO 2025 que arroja un panorama renovado sobre la práctica del running en España. Más de 3800 corredores populares han participado en esta encuesta, revelando datos que no se limitan únicamente a cifras de crecimiento. Este estudio analiza cómo la mentalidad, los hábitos de entrenamiento y la adopción de nuevas tecnologías están cambiando la forma en que los españoles se relacionan con el running. Solo un detalle: la fórmula del éxito ya no es solo correr o solo ir al gimnasio, los españoles apuestan por RUNNING + GIMNASIO
La accesibilidad del deporte, su encaje en la rutina diaria y el creciente interés por la salud integral han marcado su evolución. Sin embargo, para comprender el fenómeno en su totalidad, es necesario profundizar en los rasgos más significativos que emergen de esta encuesta: el perfil del runner, las motivaciones que lo impulsan, la frecuencia y la intensidad de sus entrenamientos, la importancia de la tecnología y el equipamiento, así como los principales retos que deberán afrontarse en los próximos años.
A continuación, vamos a desgranaros en detalle las conclusiones más relevantes de este primer RUNNOMETRO del 2025. El running está en auge, pero ojo, también el gimnasio. Así se dibuja el futuro de un deporte que, lejos de ser una moda pasajera, se consolida como uno de los pilares de la actividad física en la sociedad española.
1. El nuevo perfil del runner español: cambios generacionales y brecha de género
El RUNNÓMETRO 2025 revela que la franja de edad predominante en el mundo runner español continúa siendo la de 35 a 44 años. Esta cohorte concentra el 37% de los encuestados y mantiene su hegemonía respecto a años anteriores. Sin embargo, se aprecia un aumento en la participación de jóvenes entre 18 y 24 años, lo que nos lleva a pensar que las generaciones emergentes han encontrado en el running un método eficaz para mantenerse activos, compartir experiencias en redes sociales y cuidar su salud mental. Por cierto, esta franja de edad es la que más compatibiliza gimnasio y correr.
La digitalización y la disponibilidad de aplicaciones de seguimiento parecen también ser factores clave para atraer a los más jóvenes. Muchos de ellos inician sus entrenamientos motivados por la influencia de las redes sociales y por la posibilidad de registrar y compartir sus progresos con el móvil. Este fenómeno refuerza la idea de que el corredor del futuro estará aún más conectado y valorará, por encima de todo, la flexibilidad y la interacción social que ofrece el running.
Uno de los aspectos que más llama la atención en este informe es la situación de la mujer dentro de la comunidad runner. El porcentaje de corredoras sigue aumentando, perp aún hay mucho margen de crecimiento. En 2024, el 20% de los encuestados eran mujeres; en 2025, esta cifra se ha actualizado al 22%.
La baja presencia femenina todavía exige un análisis detallado. ¿Existen barreras socioculturales que desincentivan la participación de las mujeres? ¿Falta visibilidad de referentes femeninos en medios o en eventos populares? La diferencia respecto a la participación masculina refleja un reto para todas las instituciones deportivas, marcas y organizadores de carreras. El objetivo no debería ser solo incrementar el porcentaje de corredoras, sino también garantizar su permanencia, mejorar su experiencia y fomentar un entorno seguro y motivador para todas.
2. Motivaciones: el running como vía hacia el bienestar mental
La encuesta confirma que el running sigue siendo un aliado perfecto de la salud física, pero nos ha llamado la atención como surge con fuerza su dimensión terapéutica y emocional. Un 63% de los encuestados reconoce que correr les ayuda a gestionar mejor su estado de ánimo, reduciendo el estrés y favoreciendo la desconexión de la rutina del día a día.
Esta realidad se vincula directamente con el estilo de vida urbano, caracterizado muchas veces por la presión laboral y la hiperconectividad. La necesidad de encontrar un espacio personal impulsa a muchas personas a calzarse las zapatillas de running y dedicarse un tiempo a sí mismas. Correr ya no se ve únicamente como un entrenamiento para participar en una carrera, perder peso o ganar resistencia, sino como un recurso para canalizar tensiones y disminuir nuestra vansiedad.
En consecuencia, surgen nuevas iniciativas de la mano de entrenadores y psicólogos, que integran técnicas de mindfulness con planes de carrera. También proliferan comunidades virtuales que combinan la motivación deportiva con el apoyo emocional, reforzando la idea de que el running trasciende la búsqueda de resultados competitivos. Este nuevo paradigma abre la puerta a programas de salud global, en los que la actividad física se integra con la salud mental para mejorar la calidad de vida. Y esto nos parece fenomenal. Ya vemos más cerca a nuestros médicos de cabecera recetando running.
3. Frecuencia e intensidad de los entrenamientos
El compromiso de los runners populares con sus entrenamientos ha dado un paso adelante. Los datos nos indican que un 62,8% de ellos entrena más de tres veces por semana. En 2024, el porcentaje era del 55%, lo que confirma que la constancia se ha convertido en un rasgo definitorio del corredor popular.
La distancia media por sesión se mantiene en la horquilla de 5 a 10 km, pero cada vez más personas superan esa barrera con relativa frecuencia. El incremento de la distancia sugiere que, además de buscar beneficios saludables, los corredores se plantean retos cada vez más ambiciosos. Las medias maratones y los maratones completos siguen siendo las pruebas de mayor aspiración, si bien las carreras de 10 km continúan liderando el segmento de eventos populares.
Otro indicador interesante es la diversificación de objetivos. Aunque “mantenerse en forma” sigue siendo el principal motivo para la mayoría, se observa un crecimiento en la proporción de quienes desean “participar en carreras populares” o “mejorar sus marcas personales”. El entrenamiento se vuelve así más estructurado, con planes que incluyen series, ejercicios de fuerza y estrategias de nutrición específicas. Esta tendencia nos revela que el corredor aficionado de hoy es, en muchos aspectos, más metódico y disciplinado que en años anteriores.
4. Compra de zapatillas y equipamiento: el ascenso de la digitalización
El RUNNÓMETRO 2025 confirma la consolidación de la compra online de zapatillas. El 82% de los encuestados prefiere adquirir su calzado a través de plataformas digitales. Este salto respecto al 72% de 2024 muestra la confianza creciente en las compras por internet, donde la abundancia de reseñas, la comparación de precios y la comodidad de recibir el producto en casa representan ventajas innegables.
Las zapatillas running de máxima amortiguación siguen siendo los más populares, ya que se adaptan a la mayoría de los corredores y ofrecen protección para distancias medias o largas. No obstante, hay un incremento en la demanda de zapatillas de trail, coherente con el interés por correr en entornos naturales. Además, las zapatillas con placa de carbono pasaron de suponer un 33,5% de preferencia en 2024 a un 42% en 2025, confirmando el auge de esta tecnología enfocada en mejorar la reactividad y el rendimiento.
El gasto medio por par de zapatillas se sitúa entre 100 y 150 euros. Sin embargo, destaca que un 29% de los participantes esté dispuesto a pagar más por modelos premium, valorando especialmente la durabilidad y la innovación. En este escenario, la estética no queda relegada, ya que un número significativo de corredores menciona el diseño como factor influyente en su decisión de compra.
Las marcas clásicas como Nike y ASICS se sitúan como las más apreciadas. Ojo al sorpaso de ASICS frente a Adidas que pasa a la tercera posiición. Y además se aprecia un repunte de New Balance y Hoka, que han logrado consolidarse gracias a la combinación de diseños muy atractivos, ligereza, soporte y adaptación a diferentes tipos de pisada. La encuesta señala que un 58% de los corredores ha cambiado de marca en el último año, lo que revela también la poca fidelidad del mercado a las marcas. Los principales motivos de cambio son la búsqueda de una mejor tecnología, un precio más competitivo y, en menor medida, un diseño que se ajuste a las tendencias actuales.
5. Relojes inteligentes y aplicaciones: tecnología al servicio del rendimiento
La mayoría de los corredores encuestados (93%) utiliza un reloj deportivo para monitorizar su actividad. Esta cifra supera en cinco puntos porcentuales la registrada el año anterior (88%), lo que confirma la adopción creciente de dispositivos con prestaciones avanzadas.
Las funciones más valoradas continúan siendo el GPS y la medición de la frecuencia cardíaca, pero también gana popularidad la variabilidad de la frecuencia cardíaca, una métrica clave para evaluar la fatiga y optimizar la recuperación. La integración con aplicaciones móviles especializadas permite a los runners planificar sus entrenamientos con mayor precisión, estableciendo descansos adecuados y series de alta intensidad cuando la condición física es óptima.
Estas herramientas digitales también fortalecen la motivación. Plataformas que integran redes sociales, clasificaciones virtuales y retos colectivos fomentan una competencia sana y un sentido de comunidad cada vez mayor. Al mismo tiempo, la abundancia de datos plantea el desafío de saber interpretarlos correctamente. Para muchos corredores, la figura del entrenador o del fisioterapeuta se vuelve esencial a la hora de traducir las métricas en acciones concretas.
6. El impacto psicológico de la monitorización
Aunque la tecnología trae beneficios incuestionables, no todos los runners la viven de la misma manera. Un segmento significativo de encuestados menciona que el exceso de información puede generar ansiedad o presiones innecesarias por alcanzar objetivos en cada salida.
Este fenómeno nos sugiere la importancia de educar a los usuarios en el uso responsable de las métricas, recordando que cada corredor tiene un ritmo y una evolución propia. El fenómeno de la “obsesión por los datos” exige un equilibrio. El reloj inteligente puede ser un gran aliado, pero no debe sustituir la escucha atenta del propio cuerpo.
En respuesta a esta tendencia, algunas aplicaciones han empezado a incluir modos de “descanso digital” o planes que priorizan la sensación subjetiva de esfuerzo por encima de la mera estadística. Así, se busca una aproximación más humana y flexible al entrenamiento, reconociendo que no todos los días son iguales y que la motivación puede fluctuar según el contexto personal.
7. Lesiones y prevención
El aumento de la frecuencia de entrenamientos y la progresiva intensificación de las sesiones se traducen en un riesgo mayor de lesiones, especialmente para quienes no acompañan su rutina de carrera con ejercicios de fuerza y estiramientos adecuados.
El RUNNÓMETRO 2025 indica que cerca del 38% de los corredores ha sufrido alguna lesión en el último año, siendo las más comunes las asociadas a sobrecarga (periostitis tibial, fascitis plantar, tendinitis de Aquiles). Para prevenir estos contratiempos, los fisioterapeutas y preparadores hacen hincapié en la incorporación de trabajo de fuerza específico, así como en la importancia de adaptar el calzado a la pisada y a la superficie de entrenamiento.
La tecnología, nuevamente, juega un rol destacado en la prevención. Los relojes inteligentes y las aplicaciones pueden detectar picos de carga o patrones de fatiga a tiempo, recomendando días de descanso activo o reducción de la intensidad. Además, la expansión de servicios online de fisioterapia y telemedicina contribuye a una atención más inmediata y personalizada, con recomendaciones que llegan directamente al móvil del corredor.
8. Running y sostenibilidad
Otro de los puntos que emergen en esta encuesta es la preocupación por el entorno. El 48% de los encuestados declara tener en cuenta la huella ambiental al elegir zapatillas y ropa deportiva, un porcentaje que no deja de crecer en comparación con años anteriores.
Marcas que apuestan por materiales reciclados, fabricación local o procesos de producción con menor impacto ecológico comienzan a despuntar en las preferencias de un sector del público cada vez más concienciado. Del mismo modo, los organizadores de carreras populares se ven obligados a implementar medidas sostenibles, como la reducción de plásticos de un solo uso, la promoción de transporte compartido y la limpieza posterior de los circuitos.
El auge del trail running y las salidas a la montaña también refuerzan esta conciencia ecológica. Quienes corren por senderos naturales valoran la preservación de esos espacios y participan en iniciativas de reforestación o recogida de residuos. El reto será mantener este impulso y extenderlo a todos los ámbitos del running, para que la sostenibilidad se convierta en uno de los pilares del deporte en los próximos años.
9. Comunidad y redes sociales
El RUNNÓMETRO 2025 da cuenta de la relevancia de las redes sociales. Un 67% de los corredores afirma que se siente más motivado al compartir sus progresos y retos en plataformas como Instagram, Facebook o Strava.
Los influencers y embajadores de marca siguen teniendo una incidencia notable en la elección de equipamiento. Sin embargo, los foros y webs especializadas siguen siendo las fuentes más consultadas y más fiables para obtener reseñas de zapatillas, consejos de entrenamiento y rutinas de recuperación.
10. Retos futuros
A pesar de que el running es, de facto, el deporte más practicado en España, el RUNNÓMETRO 2025 señala varios desafíos a corto y medio plazo. La inclusión femenina continúa siendo prioritaria, ya que el 22% de corredoras está muy lejos de la paridad absoluta. La cifra aumenta ligeramente respecto a 2024, pero se requiere un esfuerzo constante para brindar seguridad, visibilidad y oportunidades a las mujeres en todas las categorías y eventos.
El gimnasio se ha convertido en el deporte complementario preferido de los ruinners populares.
Por otra parte, la digitalización avanza a pasos agigantados, y no todos los corredores se sienten cómodos con esta dependencia tecnológica. Para muchos, la brecha digital puede convertirse en un factor de exclusión. Es fundamental que existan alternativas de entrenamiento, asesoría y compra de equipamiento para quienes no disponen de los últimos dispositivos o no dominan el entorno online.
La innovación en materiales y calzado, junto a la explosión de aplicaciones de seguimiento, tampoco da señales de freno. Se prevé un escenario donde la personalización extrema marcará la diferencia. Zapatillas impresas en 3D, sensores integrados en la ropa y entrenadores virtuales alimentados por inteligencia artificial pueden ser parte del día a día de los corredores dentro de pocos años. En este contexto, la capacidad de adaptación de las marcas y de los servicios de entrenamiento será decisiva.
Un deporte que sigue creciendo y buscando su identidad
El RUNNÓMETRO 2025 muestra un running cada vez más consolidado y complejo. Se trata de la actividad aeróbica por excelencia, pero tambiénde un espacio en el que convergen retos, aspiraciones de salud mental, tecnología puntera, preocupación medioambiental y búsqueda de comunidad.
La pirámide de edad se mantiene mayoritariamente en la franja de 35 a 44 años, aunque hay signos prometedores de renovación generacional. La presencia femenina aún está lejos de las cifras deseables, pero muestra un ligero repunte que debe ser potenciado y respaldado con políticas y acciones concretas.
La motivación hacia el bienestar emocional gana peso en el discurso de los corredores, lo que anticipa la llegada de más programas que integren psicología, mindfulness y actividad física. La frecuencia de entrenamiento, en clara alza, indica que muchos aficionados al running dejan de ser simples practicantes esporádicos para adoptar rutinas intensivas y organizar sus días en torno a la práctica deportiva.
El papel de la tecnología, desde el proceso de compra de zapatillas hasta el análisis de datos avanzados, no deja de crecer. Se requieren, no obstante, estrategias para evitar la sobrecarga de información y promover un uso razonable de las métricas. La comunidad runner, alimentada por redes sociales y eventos online, demuestra su fuerza, pero a la vez plantea la necesidad de iniciativas que no dejen atrás a quienes buscan una experiencia más analógica o menos competitiva.
Hacia una cultura de la prevención y la sostenibilidad
Otro gran eje de transformación es la mirada más preventiva. El aumento de las lesiones impulsa a los corredores a tomarse en serio el trabajo de fuerza, la nutrición y la correcta elección de calzado. Del mismo modo, cada vez se entiende mejor la importancia de un descanso de calidad y de la planificación responsable de la carga semanal.
La sostenibilidad emerge como un valor en alza, respaldada por corredores que quieren dejar una huella positiva en el entorno. Desde la elección de marcas con prácticas ecológicas hasta la participación en acciones de limpieza de rutas, se abre un campo enorme para la conciencia medioambiental en el running.
Las carreras populares también se reinventan, buscando un equilibrio entre la experiencia lúdica y la responsabilidad social. Muchas pruebas incorporan versiones solidarias, fomentan el reciclaje y promueven la movilidad sostenible para llegar a los puntos de partida. Esta orientación, sumada al aumento de carreras temáticas (nocturnas, de disfraces, inclusivas), enriquece la oferta deportiva y amplía el espectro de potenciales participantes.
Un futuro apasionante: evolución tecnológica y comunidad global
La escena runner española en 2025 se encuentra inmersa en una encrucijada donde confluyen tradición y vanguardia. Por un lado, se preserva el espíritu clásico del corredor que entrena al aire libre, disfruta del contacto con el entorno y valora la camaradería en las carreras populares. Por otro lado, la aparición de equipamiento cada vez más sofisticado y de planes de entrenamiento totalmente personalizados augura una nueva era en la que la experiencia individual cobra un matiz inédito.
Las aplicaciones con inteligencia artificial podrán sugerir ritmos, descansos y ejercicios correctivos en tiempo real, mientras que los sensores en las zapatillas y la ropa registrarán datos biomecánicos con exactitud quirúrgica. En paralelo, la comunidad global de corredores seguirá creciendo, permitiendo retos compartidos con personas que se encuentran en la otra punta del planeta.
Este futuro, sin embargo, no está exento de interrogantes. La posibilidad de sobrecargar al corredor con datos, la dificultad para integrar a personas con menos recursos tecnológicos y la brecha de género que no termina de superarse son puntos que deberán abordarse con decisión. El rumbo que tomen marcas, organizadores y administraciones públicas resultará fundamental para que el running mantenga su esencia y sea cada vez más inclusivo.
Perspectivas de crecimiento y profesionalización del running popular
Además de los grandes eventos de renombre, cada vez surgen más carreras locales que promueven la participación de vecinos y familias. Esta profesionalización del running popular impulsa la economía local, fomenta el turismo deportivo y promueve valores de vida saludable. La multiplicación de ligas, circuitos y categorías de participación amplía las opciones para corredores de distintos niveles y objetivos.
Las mujeres, por su parte, podrían beneficiarse de una mayor oferta de programas de iniciación y de espacios seguros y libres de prejuicios. Organizar entrenamientos grupales liderados por entrenadoras, visibilizar a referentes femeninas y adaptar horarios para conciliar responsabilidades familiares son líneas de acción que podrían revertir la brecha en la práctica deportiva.
El aporte de profesionales de la salud también cobra relevancia. Nutricionistas especializados en deporte, entrenadores certificados y fisioterapeutas con experiencia en patologías típicas de corredores se convierten en piezas esenciales para que el running sea una actividad durable y beneficiosa a largo plazo. El corredor informado busca asesoría de calidad y confía en la ciencia para optimizar su rendimiento.
Hacia un running más humano y equilibrado
El RUNNÓMETRO 2025 nos muestra un deporte que avanza con paso firme. El número de corredores crece, la tecnología se integra de forma natural en la rutina y el bienestar emocional se consolida como un pilar fundamental de la práctica. Sin embargo, persisten retos importantes: la inclusión de la mujer, la necesidad de un uso sensato de la tecnología y la urgencia de fomentar la sostenibilidad.
El corredor español de hoy es, en muchos sentidos, más consciente que nunca. Sabe que correr le brinda salud, equilibrio mental y una comunidad con la que compartir logros y dificultades. La disciplina y el afán de superación conviven con la camaradería y la solidaridad, en un equilibrio que hace del running un fenómeno único.
A corto plazo, veremos cómo se profundizan estas tendencias y cómo surgen nuevas oportunidades de negocio y de integración social. Las marcas deberán seguir innovando en calzado y equipamiento, mientras los eventos populares tendrán que adaptarse a un público que demanda seguridad, entretenimiento y respeto medioambiental. Las administraciones públicas y las federaciones deportivas también están llamadas a colaborar para facilitar espacios de entrenamiento y planes inclusivos que permitan a todas las personas disfrutar de los beneficios del running.
Lo esencial es no perder de vista que, detrás de cada estadística, hay personas con historias, anhelos y desafíos propios. El crecimiento de este deporte no debe medirse solo en cifras de participación o en récords de ventas de zapatillas, sino en la capacidad que demuestre para mejorar la vida de quienes lo practican. El RUNNÓMETRO 2025 deja claro que el running se consolida como una actividad imprescindible para miles de españoles, en un viaje que combina tradición y modernidad, competición y fraternidad, tecnología y naturaleza.
Las conclusiones finales apuntan a la responsabilidad compartida de todos los actores involucrados: corredores, organizadores, marcas, instituciones y profesionales de la salud. Si se trabaja de forma coordinada, el running español podrá seguir expandiéndose sin renunciar a su esencia, acogiendo nuevos perfiles de aficionados y cultivando una cultura cada vez más solidaria e inclusiva.
El futuro inmediato se presenta ilusionante. De la mano de innovaciones tecnológicas y de un compromiso más profundo con el bienestar físico y mental, el running tiene las herramientas para reinventarse una y otra vez. En esta evolución, la clave será mantener su carácter cercano y accesible, recordando que, al final, todo se resume en la experiencia de aquel que sale a correr para sentirse mejor y conectarse consigo mismo y con los demás.
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