El running está en plena metamorfosis. Lo que hace apenas unos años se trataba solo una disciplina centrada exclusivamente en el rendimiento y el confort, hoy vive una auténtica explosión de propuestas donde la moda y el lifestyle comienzan a disputarle protagonismo a la utilidad práctica. En The Running Event de Austin, la mayor feria del sector, esta tendencia ha sido más evidente que nunca: un desfile de avances tecnológicos y diseños llamativos que, a veces, parecen competir más por captar miradas que por sumar kilómetros.
Y ojo, no digo que esté mal. El diseño siempre ha sido una parte del atractivo de las zapatillas y la ropa deportiva. Pero ahora estamos viendo cómo ciertas marcas y conceptos están llevándolo a otro nivel (y a otro precio), y eso plantea preguntas interesantes sobre hacia dónde vamos.
Nuevas marcas, nuevos conceptos
Marcas como On Running, Satisfy, Sasky, Ciele Athletics, Tracksmith o SOAR Running entra otras, están marcando el ritmo de esta evolución. Sus propuestas aseguran que buscan rendimiento; pero sobre todo aspiran a ser objetos de deseo, símbolos de un nuevo estilo de vida. El estilo runner, como hace ya años se pusiera de moda el estilo surfer, aunque nunca en tu vida hubieras cogido una tabla de surf.
En el stand de Satisfy en The Running Event, por ejemplo, un módulo exclusivo con cortinas negras solo permitía la entrada por invitación. Dentro, camisetas de running que no bajaba ninguna de los 200 euros compartían espacio con sudaderas a 300-400€ o shorts a 220€ que podrían estar en una boutique de lujo.
SOAR Running, por su parte, lleva esta filosofía al extremo. Sus camisetas de alto rendimiento, como las de la colección X-Run, alcanzan precios de hasta 225 euros. Según la marca, cada prenda está diseñada para ofrecer una experiencia óptima al corredor, pero no cabe duda de que su estética y exclusividad las posicionan más cerca del lujo que del producto accesible para el corredor medio.
Lo mismo ocurre con Tracksmith, que desde Boston ha conseguido posicionarse como una marca premium para corredores nostálgicos. Su estética clásica, está inspirada en la élite universitaria estadounidense y combina diseño atemporal con precios que la alejan del consumidor medio. No es casualidad que sus campañas de marketing (siempre con una estética muy cuidada) tengan más en común con una revista de moda que con una tienda de deportes.
En el caso de Ciele Athletics, la propuesta es igualmente clara: camisetas, gorras y accesorios que destacan tanto por su funcionalidad como por su diseño. No es raro ver sus productos en corredores urbanos, pero también en personas que no corren pero buscan accesorios con estilo.
Y luego está Sasky, la fima de Copenaghe, que con su apuesta por diseños minimalistas y tejidos de alta calidad se ha convertido en un referente para quienes buscan prendas que valen tanto para correr como para el día a día. ¿Su precio? Cuesta encontrar algo por debajo de los 100€.
La delgada línea entre diseño y rendimiento
Todo esto nos lleva a una reflexión: ¿qué busca el corredor popular? ¿Rendimiento, diseño o una combinación de ambos? En Austin, vimos zapatillas con una apuesta clara por el diseño y rendimiento como las Saucony Endorphin Elite 2, con una espuma ultrablanda diseñada para volar en el asfalto sin renunciar a una estética rompedora. Lo mismo pasa con marcas como CEP con una nueva zapatilla con doble placa de Pebax y un diseño muy llamativo o con Puma, que incorpora en uno de sus modelos para 2025 tres placas de carbono para maximizar el rebote. Son propuestas claramente enfocadas al rendimiento pero sin renunciar a un estilo diferencial.
Pero también encontramos productos que parecen pensados más para destacar en Instagram que en la línea de salida de un maratón. ¿Un ejemplo? Las zapatillas con aletas traseras que vimos en varios stands, o los modelos con colores y detalles imposibles que, aunque vistosos, aportan más bien poco a la funcionalidad.
Por cierto, la nueva tienda de On Running en los Campos Elíseos de París está situada justo al lado de uan tienda de Rolex, toda una declaración de intenciones.
¿Estamos ante una nueva tendencia, el running el lujo?
No sería justo criticar esta tendencia sin reconocer que tiene un público claro. Existen nuevas generaciones de corredores que buscan algo más que rendimiento; quieren productos que reflejen quiénes son, qué les gusta y cómo quieren presentarse al mundo. Y claro, tienen dinero para poder demostrarlo. El éxito de marcas como On, Satisfy o Tracksmith demuestra que hay mercado para ello.
Pero veo un cierto peligro en este camino. Cuando el diseño y el marketing se imponen al rendimiento o la seguridad en carrera, corremos el riesgo de desvirtuar lo que el running representa. Porque al final, por mucho que nos guste el estilo, lo que diferencia a una zapatilla de running de una de calle es su capacidad para rendir o proporcionar protección en el asfalto, la montaña o la pista. Mientras las marcas respeten este principio, que cada uno pague lo que quiera o lo que pueda.
Y es que no creo que se trate de elegir entre diseño o rendimiento. Lo ideal es que ambos puedan convivir. Zapatillas como las Adidas Adizero Adios Pro 4 o las nuevas Brooks Hyperion Max 3 que vimos en Austin son ejemplos de cómo las marcas pueden innovar en diseño sin sacrificar la funcionalidad.
Pero también es importante ser honestos. No todas las zapatillas están hechas para batir tu mejor marca personal, y eso está bien. Lo importante es que las marcas sean claras en sus mensajes, que no intenten vender lifestyle como rendimiento o rendimiento como lifestyle.
El valor de la autenticidad
En este contexto, es fundamental que el consumidor tenga herramientas para tomar decisiones informadas. Desde RUNNEA seguimos apostando por el análisis riguroso y las pruebas en condiciones reales, porque creemos que eso es lo que aporta valor a las recomendaciones.
El artículo reciente de Antonio Torres del Cerro sobre la selección francesa de fútbol y su incursión en la moda plantea una idea interesante: el deporte se está convirtiendo en espectáculo, y los deportistas en íconos de estilo. Algo similar está ocurriendo en el running, pero con una diferencia importante: aquí no hay banquillos ni escenarios; solo hay kilómetros por recorrer.
Por eso, aunque celebro la creatividad y el diseño, nunca debemos olvidar lo que realmente importa: que las zapatillas y la ropa nos permitan disfrutar de cada paso, que nos ayuden a alcanzar nuestras metas y que, al final, sigan siendo herramientas para correr, no solo para posar.
Leer más noticias de: Running news