Meter las zapatillas en la lavadora puede parecer la solución más rápida y sencilla para limpiarlas, pero antes de hacerlo, hay algunas cosas que debes saber. No todas las zapatillas están diseñadas para soportar el lavado a máquina, y hacerlo sin tomar ciertas precauciones podría acortar su vida útil o dañar sus materiales.
¿Se pueden lavar las zapatillas en la lavadora? Depende del modelo y los materiales
No todas las zapatillas son aptas para la lavadora, y el tipo de material juega un papel clave a la hora de decidir cómo limpiarlas. Aquí te dejamos una guía rápida para saber qué sí y qué no deberías meter en la lavadora.
APTAS para lavar en lavadora (con precaución)
- Malla técnica o sintética: Muy común en zapatillas deportivas, suele resistir bien los ciclos delicados con agua fría. Eso sí, colócalas siempre en una bolsa de lavado.
- Lona (canvas): Como las clásicas Converse o Vans. Se pueden lavar en lavadora, aunque es mejor usar programas cortos y suaves.
- Tejidos reciclados o de punto (knit): A menudo presentes en sneakers más modernas. Se pueden lavar a máquina si el fabricante lo permite, pero siempre con detergente suave y sin centrifugados fuertes.
- Espumas interiores sintéticas (como EVA): Aguantan bien el lavado si están protegidas dentro de la zapatilla, aunque el secado debe ser siempre al aire libre.
NO APTAS para lavar en lavadora
- Ante o nobuk: Estos materiales son muy sensibles al agua y tienden a perder color, textura y estructura. Lo mejor es limpiarlos a mano con productos específicos.
- Cuero natural: Aunque parezca resistente, el cuero puede cuartearse o deformarse con el agua y la fricción. Lávalo a mano, hidratándolo después con productos especiales.
- Detalles metálicos o adornos delicados: Cualquier parte decorativa que no esté bien sujeta podría soltarse, doblarse o dañar otras prendas en la lavadora.
- Zapatillas con suelas pegadas (no cosidas): El calor y la humedad podrían debilitar los adhesivos, provocando que se despeguen con el tiempo.
¿Mi consejo? Si dudas, siempre consulta la etiqueta interior de la zapatilla o busca las recomendaciones del fabricante en su web. Y recuerda: más vale un lavado a mano que un disgusto irreparable.
Cómo lavar las zapatillas en la lavadora sin dañarlas
Si decides lavarlas a máquina, sigue estos pasos para minimizar el riesgo de daños:
- Saca los cordones y las plantillas. Lávalos por separado para que la suciedad se elimine por completo.
- Coloca las zapatillas en una bolsa de lavado o una funda de almohada. Esto evitará que se golpeen demasiado contra el tambor de la lavadora.
- Usa agua fría y un programa delicado. El agua caliente puede despegar los adhesivos y deformar algunos materiales.
- Añade toallas en el tambor. Esto amortiguará los golpes y reducirá el ruido durante el lavado. Evita el suavizante y usa un detergente suave. Los químicos agresivos pueden dañar las fibras y los colores de las zapatillas.
¿Y después del lavado? Así debes secarlas
Nunca metas las zapatillas en la secadora, ya que el calor puede deformarlas. Lo mejor es dejarlas secar al aire, en un lugar bien ventilado y lejos de la luz directa del sol para evitar que los colores se desvanezcan. Puedes rellenarlas con papel de periódico para absorber la humedad y ayudar a que conserven su forma.
Alternativas al lavado en lavadora
Si prefieres no arriesgarte, puedes optar por limpiarlas a mano con un cepillo suave, agua y jabón neutro. Para las manchas difíciles, una mezcla de bicarbonato y vinagre puede ser una solución efectiva sin dañar los materiales. En definitiva, sí, puedes meter algunas zapatillas en la lavadora, pero no todas. La clave está en conocer los materiales y seguir los cuidados adecuados para que se mantengan en buen estado durante más tiempo.
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