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Cuando recibí las New Balance Fresh Foam Beacon y las saqué de la caja, lo primero que se me vino a la cabeza fue la manera de andar de los miembros de la tribu Masai, en Kenia. Hubo un ingeniero biomecánico suizo que estudiando la pisada de esos keniatas descubrió los beneficios de caminar descalzo sobre los elementos naturales y trató de transferir esos beneficios a un calzado que pudiera utilizar todo el mundo. Creó así un zapato con una abultada suela que evitaba lesiones y problemas musculares.
Pues bien, el aspecto de las Beacon me recordó a esos zapatos que tantos beneficios presentaban y pensé que esa entresuela podría proporcionar una gran amortiguación unida a una ligereza que haría más fácil mi entrenamiento.
Las mejores zapatillas running New Balance 2019
Probarlas vino a corroborar las primeras sensaciones. Unas zapatillas que rondan los 215 gramos, ligeras, suaves y muy bien amortiguadas gracias a esa tecnología Fresh Foam, sin perder un ápice de reactividad.
Sin duda, la mediasuela es la parte más importante de la zapatilla porque es la responsable de la amortiguación, la estabilidad y el confort. Es por eso que gran parte del I+D de las empresas se dedique a esta parte de nuestro calzado para correr. El Fresh Foam es el resultado de una combinación de investigaciones acerca de la respuesta, ligereza, estabilidad, respuesta, flexibilidad y sencillez que requiere una zapatilla. Podemos decir que el fresh foam es un compuesto de polímeros termoplásticos que dan como resultado una espuma suave, ligera y estable.
Estas nuevas Beacon de New Balance están concebidas como unas zapatillas de asfalto. No son versátiles y no sería buena idea utilizarlas en otro tipo de terrenos, especialmente por la composición de su upper, muy cómodo pero de un tejido especialmente suave, y por la escasez de taqueado en su puntera para un agarre completo a todo tipo de terrenos.
A primera vista, las NB Fresh Foam Beacon pueden darnos la impresión de estar pensadas para tiradas o carreras largas. Sin embargo, la ligereza de sus materiales permite que también corredores rápidos puedan encontrar en ellas unas buenas aliadas. Ya hemos dicho que apenas pasan de los 200 gramos, lo que supone una ligereza extrema para unas zapatillas de running tan amortiguadas.
Por lo tanto, bien los corredores de larga distancia o los que quieren ritmos explosivos encontrará aquí unas zapatillas que satisfacerán sus inquietudes. Está muy logrado el equilibrio entre la amortiguación y la dinámica de carrera.
Upper
El upper de las New Balance Fresh Foam Beacon podría considerarse uno de los puntos débiles de esta zapa. Si bien es ligero, suave y confortable, su durabilidad es limitada por la falta de refuerzos. Es una pieza completa, sin costuras, que solo se ve más protegida en la zona del talón. Esto no afecta a la funcionalidad de la zapatilla, pero sí limita el tiempo que va a durarnos en perfecto estado.
El efecto guante, tan apreciado entre los corredores, es perfecto en estas Beacon.
Estamos ante una zapatilla de correr polivalente en cuanto a distancias se refiere. Apta tanto para larga distancia como para pruebas más explosivas, y que hay que calzársela para comprobar que el aspecto de su mediasuela , gruesa y aparentemente pesada, da una idea equivocada. Son sorprendentemente ligeras para el tamaño de esa mediasuela, gracias a su espuma Fresh Foam. Así que son una buena opción para todo tipo de corredores.
Pros
Contras
Valoración de la probadora de Runnea