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Durante el último mes me ha tocado testar la evolución de uno de los modelos que más me había sorprendido la en 2014. Las Reebok One Cushion 2. Las conclusiones en aquella ocasión fueron tremendamente positivas, puedes leerlas aquí, así que estas Reebok One Cushion 3.0 se enfrentaban a un duro reto.
Se trata de una zapatilla dirigida a Runneantes con pisada neutra o plantilleros de peso medio o medio-alto. Muy versátil tanto para tiradas cortas como para medias y largas distancias ya que su amortiguación es generosa.
Con esa carta de presentación nos enfrentamos al test. Las comparaciones son inevitables así que lo primero que quería probar eran las sensaciones nada más calzármelas. Para mí este primer contacto con la zapatilla es fundamental. Es la primera criba cuando me enfrento a una compra, por delante incluso del diseño.
La primera criba: La comodidad
Sigue siendo una zapatilla muy cómoda, pero hay cambios sustancia les frente al primer modelo.
Segunda criba: El diseño
Auténtica revolución . Me han encantado, soy de los que en los pies no le gusta pasar desapercibido. Correr tiene que se divertido, excitante y estas zapatillas expresan emoción, alegría. Todo un acierto de Reebok
Empezamos a correr
Llega el momento de la verdad. Primera salida de 10 km. Ritmo medio 5 m/km. Corro sobre asfalto y la primera sensación de una zapatilla menos blandita se confirman. Ya no es esa pisada colchón. Es más firme, más reactiva, más dura para entendernos mejor. Esto no es ni mejor ni peor. Es una cuestión de gustos y de necesidades. Él lo vas a sentir ahora protegido.
La parte del talón viene reforzada con un material planificado que evita movimientos no deseados de esa zona. La cordonera proporciona un ajuste óptimo, sigue teniendo una horma ancha y los dedos del pie no se encuentran aprisionados sino que tienen libertad. El upar no tiene costuras por lo que no hay posibilidad de rozaduras.
Sin embargo me llama la atención que algo ha cambiado en la suela. Lo comentaba antes es como que corres más alto. Esta Reebok One Cushion 3.0 cuenta con un taqueado novedoso que sinceramente no entiendo si va destinado a poder utilizar la zapatilla en terrenos como gravilla o pistas pero esa sensación se percibe rara al principio. Como si corrieras sobre asfalto con una zapatilla de trail.
Después con el paso de los kilómetros te acostumbras e incluso lo agradeces si eres como en mi caso un Runnea que corre indistintamente por diferentes terrenos en una misma salida: Asfalto o pistas.
A partir de la segunda salida todo empieza a fluir...
Tu cabeza ya sabe lo que se va a encontrar al calzarte las Reebok y eso lo hace todo más natural. Las siguientes salida de mielas a entender que la marca ha apostado por un concepto mucho más trabajado. Esta es una gran zapatilla capaz de conseguir mayor reactivadas en cada ciclo de pisada. Con la amortiguación suficiente , repartida en tres zonas, para afrontar todo tipo de distancias y ahora además con la seguridad de que tu pie va envuelto y protegido con sentido.
Las dudas
La suela es la pieza que no ha terminado de convencerme. La razón es que En mojado su adherencia no es excesivamente buena. Y se debe a que la principal superficie de apoyo del pie en la zona delantera es ese taqueado que ha incorporado la marca. Lo que le otorga inestabilidad con hay agua en el terreno en zonas de asfalto. Es pistas sin embargo se agradecen esos tacos.
Los aciertos
Un chasis muy bien trabajado, un diseño llamativo , una amortiguación reactiva, mayor durabilidad y todo ello con un peso muy contenido.
En definitiva un modelo todoterreno que puedes utilizar como "zapa para todo", tanto en asfalto como incluso en pistas de gravilla o arena.
La amortiguación es generosa y menos chiclosa que en las 2 primeras versiones, pero siguen siendo muy cómodas.
Conclusiones Reebok One Cushion 3.0